En la despedida de Jordi Bargalló no podían faltar ellas. “Esta pancarta estará en esta esquina cada vez que venga al Palacio mientras yo esté viva”, responde tajante Gema Lamas, presidenta de la peña que lleva su nombre. Porque aunque el jugador se retire, él siempre será un mito tanto en A Coruña como del hockey en general. Ella y sus compañeros de grupo de animación tienen sentimientos encontrados de cara al partido del domingo a las 12.00 horas, cuando el Liceo recibe al Noia en la posible última visita a casa de su ídolo. “Sabíamos que este día iba a llegar”, dice Belén Prego, “y ya lo pasamos mal cuando se fue de aquí aún sabiendo que lo seguiríamos viendo jugar, aunque fuera con otros colores, pero ahora saber que ni siquiera lo vas a ver en la pista... Va a ser duro”. Lo que tienen claro es que no es un día más. Y que lo que no les pueden faltar son los pañuelos de papel.
“Voy a llorar. Voy a llorar como una magdalena”, confiesa Lamas. “Y eso que lo sabemos de antemano y no es como encontrarnos con la noticia de sopetón. Va a ser un partido diferente y emocionante, pero también un poco triste”, sigue. “Esperemos que ya que va a tener más tiempo, que nos venga a ver más veces y que esté aquí con nosotros, aunque sea en la grada animando”, añade, “yo le dejo el mazo del bombo y le hacemos un hueco a nuestro lado”. Apenas contiene las lágrimas, solo de pensar en el momento que llegará el domingo.
Los miembros de la peña intentarán juntarse en su lugar habitual en las gradas del Palacio de los Deportes de Riazor, justo detrás de uno de los banquillos. En la actualidad están más desperdigados, incluso muchas veces no pueden asistir a los partidos por trabajo y otros grupos han asumido la responsabilidad de la animación. “A ver si nos ayudan los Hulkerinos, los de Dava Torres y la Barullo, sobre todo si nosotros empezamos a llorar”, se ríen. Lo importante es darle a Bargalló el homenaje que se merece.
“Yo creo que toda la gente que sea del Liceo y que conozca a Jordi Bargalló tiene que hacer un poquito el esfuerzo por venir. Yo de hecho no podía y me pedí libre en el trabajo. Porque es un día especial”, comenta Prego. “Le tienen cariño allá por donde ha pasado”, dice Lamas. “Se merece una gran despedida, pero no solo por lo bueno que es dentro de la pista. Es carismático y lo ha dado todo siempre y en cualquiera de los equipos en los que estuvo. Tanto en el Noia como en Portugal (Oliveirense), ya no digamos en el Liceo, que siempre dijo que es liceísta”, apunta su compañera. “Como jugador siempre lo dio todo, lo ganó todo y se lleva el respeto de todo el mundo”, resume.
Pero para ellas Bargalló no es Bargalló solo porque dentro de la pista fuera (y sigue siéndolo) uno de los mejores. Es porque fuera de ello lo es aún más. “Es de las mejores personas que he conocido en el Liceo y yo creo que en general en el hockey”, comentan. “No siendo de aquí, cómo siente y expresa lo que es el Liceo, no muchos jugadores lo pueden decir”, valoran. “Él es un coruñés más. Siempre lo dijo, incluso en el pregón en el Ayuntamiento. Él es catalán-gallego”, matiza Lamas.
Las dos también lamentan que no se retire de verdiblanco. “Por desgracia, no pudo ser por culpa de la persona que mandaba en el Liceo en su momento, si no tengo claro que Jordi no se hubiera ido nunca. Aunque sé que él va a estar contento de que también sea en su Noia”, opina Prego. Y sobre la posibilidad de que al final no sea la despedida y quede aún el playoff, Lamas dice que “ojalá”. “Bueno, aunque así serán dos lloreras, una este domingo y otra después. Pero vuelvo a llorar sin problema”, se ríe.