Las conocidas como Islas Afortunadas tienen en su reloj particular una hora menos que en el resto de España. El de uno de sus dos representantes en la Asociación de Clubes de Baloncesto, el Gran Canaria, funciona con la fiabilidad de uno atómico. Al menos en lo que se refiere a los partidos como local. Una solvencia que amenaza al Leyma Básquet Coruña, que este domingo (13.00 horas) visita el escenario de la próxima Copa del Rey.

El Gran Canaria Arena –recinto con 11.500 asientos para partidos de baloncesto, 2.000 más que el Coliseum herculino– es uno de los pabellones más complicados de la ACB. Lo certifican las solo seis derrotas en fase regular y dos en playoffs entre las temporadas 2022-23 y 2023-24. Además, repartidas equitativamente: tres y una cada curso.

En el precedente, el primero en asaltar el fortín insular fue el tercer visitante, el Barça, que se impuso por 73-83, gracias a un demoledor último periodo (14-27). Una semana antes había doblado la rodilla, por 79-69, el Unicaja. 

El plantel entrenado por el esloveno Jaka Lakovic se estrelló en la jornada 11 contra su bestia negra, y vecino, el Tenerife (82-94), que también se había llevado el triunfo del Gran Canaria en la campaña 22-23, en esa ocasión por 70-86.

El conjunto chicharrero es el único que ha ganado dos veces en el fortín canarión en las dos últimas temporadas. En fase regular. 

El Real Madrid lo consiguió en la 22-23, pero una vez antes de la postemporada, por 67-95, y en el segundo duelo de la serie de cuartos de final del playoffs, que sentenció con un 81-89. La situación se repitió un año después. Los jugadores de Chus Mateo pusieron el definitivo 2-0 en la eliminatoria del primera ronda al vencer por 71-73 en el Gran Canaria Arena, donde cuatro meses antes se habían llevado uno de sus mayores revolcones de los últimos años: 100-77. Concretamente, la undécima derrota por mayor margen amplia en sus 41 temporadas en la ACB. 

En esa misma campaña pasada, el otro que salió airoso del feudo canarión fue el Básquet Girona (78-86). Unos números sensacionales, y muy parecidos a los de su rival de este domingo en la LEB Oro 2023-24. Tanto en el balance en casa, el del Leyma fue 15-2 (derrotas en Riazor ante el Fuenlabrada y el Gipuzkoa), como en la producción anotadora: los pupilos de Diego Epifanio registraron seis partidos por encima de 99 puntos (de un total de ocho, marca que igualó el tope histórico de la LEB Oro, que tenía el Pineda del Mar desde la 96-97, la primera de vida de la nueva segunda categoría nacional), el doble que el plantel dirigido por Lakovic, pero en otros cuatro partidos se quedó a una sola canasta de alcanzar la centena.

Las más duras

Volviendo a la 22-23, el segundo asaltante del Gran Canaria fue en esa ocasión el Baskonia, con un incontestable 68-96, la derrota más dura encajada por el cuadro amarillo en estas dos últimas campañas, junto con la mencionada contra el Madrid, también por 28 puntos de margen y con un marcador prácticamente clavado (67-95).

La cuenta de centenas de esa campaña también ascendió a tres, con un partido a una canasta de alcanzarla y otros tres a tiro de dos encestes.

En el curso 23-24, el Granca, que finalizó la fase regular en la séptima posición, presentó el cuarto mejor balance como local. Unicaja (primer clasificado), Real Madrid (2º) y UCAM (5º) solamente perdieron dos partidos en casa. El Barça (3º) cayó en cuatro ocasiones en el Palau Blaugrana, el Valencia Basket (4º) cedió cinco veces en La Fonteta y el Tenerife (6º), las mismas en el pabellón Santiago Martín, de La Laguna.
 

En el 22-23, la cosa fue bastante diferente. El Barça, campeón de la fase regular, se mantuvo invicto en su cancha; los dos siguientes en la tabla, Unicaja y Real Madrid, dejaron escapar dos encuentros en casa, y los tres posteriores, Tenerife, Unicaja y el propio Gran Canaria, cayeron en tres compromisos domésticos.
 

Así, y siempre sobre el papel, claro, la empresa se presenta de altísima dificultad para el Leyma Básquet Coruña en el segundo partido de su historia en la máxima categoría. Aunque viendo el resultado del debut, cualquiera se aventura a dar algo por sentado.