La victoria del pasado domingo ante el Real Madrid (86-85) no sólo fue histórica por tratarse del debut del Leyma Básquet Coruña en la Asociación de Clubes de Baloncesto, sino porque la víctima fue el vigente campeón liguero, algo que únicamente había ocurrido una vez en cinco partidos.

El conjunto naranja se convirtió así en el segundo miembro de un exclusivísimo club, del que solo formaba parte  el desaparecido Cáceres CB, que en la jornada inaugural del lejanísimo curso 1992-93 –el décimo como ACB– superó por 84-78 al Joventut.

En las 41 temporadas disputadas al completo como ACB, solamente ocho equipos ganaron su primer compromiso en la máxima categoría nacional. Uno de ellos, con truco. Fue en la primera campaña, la 1983-84, en la que se estrenaron cuatro equipos que no habían disputado la última edición de la llamada Primera División de Baloncesto. Dos de ellos se vieron las caras en la fecha inaugural, los barceloneses Hospitalet y Círculo Católico, con triunfo del primero por 75-71. Ese mismo curso, el novato Cajamadrid superó por 98-107 al Estudiantes, en un sorprendente derbi madrileño.

El siguiente debutante exitoso fue el Breogán, que en la 1984-85 venció por 80-85 al Baskonia. En la segunda jornada ganó, por 108-105, al Estudiantes. Es el segundo mejor arranque de un novato, junto con el del Cáceres en la 1992-93, y por detrás del 4-0 del mencionado Cajamadrid 1983-84.

El Valencia Basket también irrumpió en la ACB con victoria, 100-85 frente al Askatuak, en la campaña 1988-89. En la 1996-97, el CB Granada ganó por 79-86. Y aquí viene una curiosidad de las gordas. El siguiente debutante triunfal fue, nada más y nada menos que 26 años después, el nuevo equipo de la ciudad nazarí, el Fundación CB Granada, que se impuso en Fuenlabrada por 81-83. Fue el último antes del Leyma.

La otra cara de la moneda de los debutantes la representan los que peor han comenzado en la ACB. Lidera este poco honorable ránking el Gran Canaria de la temporada 1985-86, que no saboreó el triunfo hasta la undécima jornada, el único que logró en las 14 primeras. Terminaría perdiendo la categoría en unos playoffs contra otros tres conjuntos.

En la segunda posición se ubica el Ciudad de Huelva, que en su único curso en la ACB, el 1997-98,  únicamente se anotó el triunfo en uno de sus primeros 12 compromisos. Volvería a la LEB Oro –entonces Liga LEB– como colista.

Con un balance de 1-9 empezaron Lliria (1991-92), León (1990-91) y Collado Villalba (1984-85). Este último fue el único que no pudo mantener la categoría. Y tres más con 0-7: Huesca (1983-84), CB Sevilla (1989-90) y el San Pablo Burgos de la 2017-18, entrenado por Diego Epifanio, que acabó salvándose, al igual que actual Real Betis. El único novato en la 2023-24, el Palencia, bajó tras comenzar con 0-5. 

CAJABILBAO (1986-87)

Chechu Biriukov frustró el sueño del conjunto vizcaíno   El vizcaíno fue el primer equipo que en su debut en la ACB se midió al campeón vigente. En un abarrotado pabellón de La Casilla, el Real Madrid, liderado por Chechu Biriukov (32 puntos) y Brad Branson (26), se impuso por 76-92 gracias a una gran segunda parte (35-51).

CÁCERES (1992-93)

Pritchard y Berwald abrieron el club ante el Joventut   El escolta Kevin Pritchard (26 puntos) y el pívot Lance Berwald (23 y 9 rebotes) guiaron al Cáceres al hasta el pasado domingo único triunfo de un equipo novato, en su primer partido en la ACB, contra el defensor del título, en este caso el Joventut de Badalona (84-78).

OBRADOIRO (2009-10)

El Barça no dio opción alguna al conjunto compostelano En su debut en la ACB, a la que accedió gracias a un fallo judicial, el Obradoiro se topó en su puesta de largo en la máxima categoría con un Barça que no le dio opción (63-80). Juan Carlos Navarro (19 puntos) y Erazem Lorbek (15) dirigieron la ofensiva del equipo de Xavi Pascual.

BÁSQUET GIRONA  (2022-23)

El Real Madrid aplacó  Mario Hezonja (23 puntos), Guerschon Yabusele (17) y Dzanan Musa (15) pilotaron el apurado triunfo (88-94) del Real Madrid ante el equipo –en varios sentidos– de Marc Gasol, heredero del CB Girona, que estuvo en la ACB entre 1988 y 2008, y en el que jugó el propio Marc.