Dos tarjetas azules en treinta segundos y dos perfectas definiciones de Bruno di Benedetto desde el punto de la directa marcaron la diferencia entre el Liceo y el Oliveirense con fuerzas muy niveladas. La derrota por 4-2 de los verdiblancos que irán a cuartos como cuartos de su grupo y ya no se jugarán nada la próxima semana en el cierre de la fase de grupos en casa contra el Trissino.

El Oliveirense salió mejor, sobre todo más cómodo en su pista, en la que los verdiblancos sufrieron continuos resbalones. Con Marc Torra sobre ella siempre hay peligro. Tuvo un intento, pero la ocasión más peligrosa en el arranque fue para uno de los exverdiblancos, Franco Platero, que marcó gol, pero fue anulado porque la bola impactó en su cuerpo antes de introducirse en la portería.

Juan Copa no dejó pasar más tiempo. Solo era el minuto cinco de juego, pero ese no era el plan y paró el partido para darle instrucciones a sus jugadores. Reaccionaron los suyos, que empezaron a inclinar la pista hacia el otro lado. Nil Cervera probó suerte desde fuera y en el rechace, dos jugadores se fueron a presionar al rival a la valla. Carballeira, inmenso defensivamente, robó y Xaus aprovechó para darse la vuelta y plantarse frente a Xano Edo, que le cerró el camino.

El Liceo siguió de menos a más, incluso cuando empezaron las rotaciones, con las que no bajó el nivel sobre la pista con el juego muy igualado. Así siguió hasta que en el minuto 14 el local Facu Navarro cometió un error que fue merecedor de tarjeta azul. Normalmente son los verdiblancos los que dan esos regalos. Así que había que aprovechar la ocasión. Volvió del banquillo Arnau Xaus para tirar la directa. Había fallado las últimas. A Xano Edo consiguió marearle a base de ganchos hasta que este bajó la guardia y encontró el hueco para batirle y abrir el marcador.

Sin mucho tiempo para celebrarlo porque a los treinta segundos llegó el empate con disparo lejano de Franco Platero que se coló por el primer palo que protegían tanto Fabrizio Ciocale como Martí Serra. Entró por el único sitio que había. Quedaban diez minutos hasta el descanso en los que los coruñeses prolongaron su maldición con los palos de los últimos partidos con otros dos para las estadísticas, uno para Jacobo Copa y otro para Dava Torres. Están ajustan al máximo los tiros. Pero también el Oliveirense pudo ponerse por delante con una combinación que llegó a Torra en el segundo palo, con intervención de Serra. Ni uno ni otro rentabilizaron sus ocasiones. Empate al descanso.

El Liceo salió mejor tras el descanso y en los cinco primeros minutos llevó peligro a la portería de Xano Edo, bien con Nil Cervera, bien con Tato Feruccio, necesitado de coger ritmo después de parar por unos problemas físicos. Y si en el primer tiempo Juan Copa se vio obligado a pedir tiempo muerto para asentar conceptos, el guión se iba cumpliendo.
 

Pero las tarjetas azules lo dinamitaron todo. Dos en el mismo minuto, separadas ambas por 32 segundos y con Bruno di Benedetto ejecutando las bola parada con tiros directos imposibles para Martí Serra. Parecieron una repetición. Primero azul a Carballeira. El francés, también ex del Liceo, marcó el 2-1 por la escuadra izquierda. Después azul a Ciocale. Y vuelve Di Benedetto al mismo punto con idéntico resultado.

Dada la igualdad, terminó siendo decisivo por más que aún restaran 16 minutos. Porque aunque Lucas Martínez, con una jugada personal, amplió el marcador, volvió a recortar Xaus siguiendo esos dos goles del jugador galo como lo que había marcado la diferencia. Di Benedetto aún tuvo una tercera directa, por la décima falta liceísta, que tiró fuera. Y a cinco para el final Dava Torres falló un penalti que hubiese permitido soñar con algo más. 

El Barça, eliminado

Se había quedado con solo un hilo de vida después de empatar contra el Reus y ayer se consumó la eliminación del Barça tras el empate entre el Noia y el Barcelos que dejó fuera a los azulgrana de los cuartos de final. Un gran fracaso para los culés en la era post Pau Bargalló, que por más que en la competición doméstica está intratable, su gran objetivo era volver a triunfar en Europa y no solo no podrá luchar por el título sino que se quedó apeado a las primeras de cambio.

Es cierto que le tocó el grupo de la muerte y que uno de los grandes se iba a quedar fuera. Ahora ya están los cuatro clasificados y solo queda ordenarlos. Barcelos es líder con 19, segundo se puso el Porto con 16, tercero es el Noia con 14 y cuarto el Reus. En la última jornada hay duelo directo entre los dos primeros y los dos siguientes.