A Atoumane Diagne (31 de diciembre de 1998, Dakar, Senegal), uno de los veteranos de la plantilla del Leyma Basquet Coruña (cumple su tercer curso con la marea naranja), la minicrisis del equipo le ha coincidido con el Ramadán, el mes del ayuno musulmán, una práctica religiosa que puede llegar a condicionar mucho el rendimiento de un deportista, aunque no es el caso de nuestro protagonista.
¿Qué tal estás físicamente?
Muy bien. Haciendo prácticamente lo mismo que hacía antes del Ramadán. Aunque algunas cosas cambian, mantengo el nivel en la medida de lo posible, y estoy aguantando bien.
Epi dijo que después de tu primer partido desde que empezó el ayuno, el de Gipuzkoa, te mareaste en el vestuario.
Sí, pero es que era sólo el segundo día de Ramadán. La primera semana cuesta mucho, pero ya lo tengo asimilado.
Pasados los días, ¿el cuerpo se va adaptando hasta que casi no se nota?
Sí. Como te he dicho, la primera semana es muy dura, pero luego el cuerpo se acostumbra y se lleva mucho mejor.
Siempre hay cosas que mejorar; y si no las mejoras, las perfeccionas
¿En que consiste exactamente el Ramadán?
Desde que sale el sol, o incluso un poco antes, y hasta que se baja, no se puede ni comer ni beber.
Este domingo, el partido contra el Cáceres arrancará a las seis de la tarde. No parece la mejor hora para ti...
No podré comer hasta casi el final del partido, pero creo que podré aguantar bastante bien el ritmo del juego.
¿Has pasado alguna vez por una situación complicada?
Alguna vez he tenido que pedir el cambio por sentirme asfixiado, pero ningún problema más allá de esto, a pesar de que ni siquiera puedo beber.
Estoy muy bien, y haciendo prácticamente lo mismo que hacía antes del Ramadán
Hay casos de deportistas que difieren el Ramadán. ¿Conoces alguno?
No directamente. Es cierto que hay mucha gente que lo hace, pero no está permitido. Yo intento cumplir con lo que toca y hacerlo hasta el final. Es uno de los cinco pilares (del Islam).
Cambio de tema, ¿Hay una explicación a la minicrisis que estáis atravesando? Me refiero a más allá de los resultados en sí, concretamente a la sensación de que habéis perdido un poquito la identidad.
Bueno... La crisis nos llegó en el peor momento posible. Llevábamos doce partidos seguidos ganando, y al perder en casa contra Gipuzkoa nos entraron algunas dudas. Y en Fuenlabrada empezamos muy mal el partido. Pero el equipo está dispuesto y preparado para reponerse. Tenemos muy buenos jugadores y estamos todos muy centrados en el objetivo de la temporada.
Un objetivo al que no le ponemos otro nombre, ¿no?
Lo dejamos en objetivo (risas). Pero ahora mismo el objetivo es ganar a Cáceres.
Nos hemos ganado estar arriba con bastante diferencia respecto a los otros
Que en una liga tan apretada, el hecho de que sigáis líderes en solitario tras perder dos partidos seguidos es tremendo. Las derrotas apenas os han afectado a nivel clasificatorio, salvo por pequeños detalles que atañen a los averajes particulares. ¿Sorprende?
Sí. También nos hemos ganado estar arriba con bastante diferencia respecto a los otros, y la última vez que perdimos dos partidos seguidos, depués ganamos doce seguidos.
Ahora no podéis ganar doce seguidos...
(Risas) Nueve seguidos sí puede ser. E intentaremos hacerlo. Para depender de nosotros mismos tenemos que ir partido a partido, hacer lo que toca en cada uno de ellos, intentar competir siempre hasta el final..., y luego ya veremos. Nuestro trabajo está centrado en nuestro objetivo, no en pensar en los otros, que ellos también tienen sus cosas.
Visto así, tal vez la minicrisis no llegó en el peor momento. También por lo que le ha pasado a otros equipos. Y quedan muchos cruces directos hasta el final de la fase regular.
A final de temporada todos se juegan algo. Del primero al último. Y la verdad es que siempre hay algo positivo en cada cosa. Tenemos que quedarnos con lo positivo e intentar cortar esta mala racha lo antes posible, porque cuando le llegó al Estudiantes, perdió cuatro seguidos; cuando le llegó a Burgos, igual, cuatro seguidos. Yo confío mucho en este equipo, no tengo ninguna duda de que somos capaces de ganar los nueve partidos que quedan.
Llevábamos doce triunfos seguidos y al perder contra Gipuzkoa nos entraron dudas
Cáceres viene en una situación muy delicada. ¿Puede esto convertirlo en más peligroso? ¿En un equipo desinhibido porque tiene mucho que ganar y nada que perder?
Ellos se juegan no descender, nosotros nos jugamos ganar la liga. El que más deseo tenga, es el que más chances tendrá de ganar. Nos ganaron allí, se han reforzado bien y van a venir a muerte. Van a ser un peligro, pero como cualquier equipo en esta liga. Recuerda que lo pasamos muy mal en la pista del Clavijo, que va último. Eso sí, lo que no pueden tener ellos es más deseo que nosotros. Y además jugamos en casa. Si hacemos nuestro baloncesto, y con el deseo de ganar el partido, creo que somos mejores que ellos.
Este partido es el primero de cuatro en Riazor de los próximos cinco del calendario, entre ellos el de Tizona, otro que tendrá valor doble. ¿Puede ser el momento idóneo para dar un gran paso hacia el objetivo?
Sí, sí, por supuesto. Es buena oportunidad para poder confirmar nuestro liderato y consolidarlo. Creo que hemos conseguido hacer de nuestro pabellón un fortín; sólo hemos perdidos dos partidos aquí, algo que no es fácil en esta liga. Jugar cuatro de los próximos cinco aquí, es positivo para nosotros, también porque no tienes que moverte, porque cuando viajas te cansas más, y quedándote en casa puede preparar el partido con más tranquilidad.
Pero insisto en que tenemos que ir partido a partido, en los equipos que vengan y en el que vamos a visitar, hasta que llegue Tizona queda mucho. Y de los cuatro últimos tendremos dos más en casa. Sin olvidar lo que te dije antes: todos se están jugando algo. Unos el liderato, otros el factor cancha, otros el descenso, otros no acercarse a la zona peligrosa... Nos quedan nueve finales.
El equipo llega muy bien al tramo final; ojalá mantengamos esta forma física de todos
Y que no haya lesiones.
Sí. El equipo llega muy bien a este tramo final, y ojalá podamos mantener esta forma física de todos, porque todos sumamos. Todos.
¿Habéis alcanzado ya el pico máximo de rendimiento, o todavía hay margen de mejora?
Siempre hay cosas que mejorar. Y si no las mejoras, las perfeccionas. Una de las capacidades de este equipo es aprender de cada cosa, y eso nos ha valido para estar primeros ahora mismo, delante de Burgos y Estudiantes. La verdad es que yo lo hubiese firmado antes de empezar la temporada.
¿Crees que la marcha [esta misma semana] de Michael Carrera podría llegar a debilitar mucho a un rival directo como el Estudiantes?
Es un jugadorazo, pero que jueguen mejor o peor con o sin él [al equipo colegial le fue muy bien mientras estuvo sancionado y muy mal en los partidos tras su regreso] lo tienen que juzgar ellos y su afición.
Todos los equipos se juegan algo, pero no pueden tener más deseo que nosotros
Finalmente, Atoumane hizo un llamamiento a la afición coruñesa. “Los necesitamos mucho. Lo de Estudiantes fue espectacular, y si lo podemos repetir sería fantástico. Nos viene muy bien que venga mucha gente. Que vengan a animarnos, que nosotros nos vamos a dejar la piel en la cancha. Si hacemos todo el mundo lo que nos toca, las cosas buenas vendrán por sí solas”, indica el pívot senegalés de 2.15 metros de estatura.
La entrada del partido contra Gipuzkoa, cuatro días después del del Estudiantes, fue la segunda mejor de la temporada. La afición naranja todavía es joven; le falta el poso que da la experiencia de muchos años. “Poco a poco –comenta Diagne–. Como nosotros, que vamos mejorando cosas en la pista cada día, a afición va mejorando cada día como afición”, coloca como punto final el jugador más alto de la plantilla que dirige Diego Epifanio, que esta temporada está promediando 6.7 puntos, 4.0 rebotes y 0.8 tapones en 13 minutos y medio de media en cancha.