En un mundo en el que muchos deportistas no se acuerdan de sus inicios, están los románticos cómo Dani Sarmiento que, tras ver como su equipo, Gáldar, fue azotado por numerosas lesiones, salió de su retiro para tratar de ayudar al club en el que empezó su carrera.
“No estaba planeado que volviese a jugar, pero Gáldar tenía muchas bajas. Entonces me pidieron ayudarles y acepté por todo lo que han hecho por mí”, señala el central.
El canario, que estaba entrenando en las categorías inferiores del Gáldar, volvió a las pistas hace dos semanas y le abordó la emoción de volver a jugar en su casa y ante su gente. “Fue muy especial jugar en casa porque vi las mismas caras que cuando yo empecé”, indica Dani Sarmiento.
No obstante, aclara que solo va a estar hasta final de la presente temporada para que los aficionados no se hagan falsas esperanzas. “Solo voy a echar una mano hasta el final de temporada. Ya toca dejar pasar a los jóvenes que vienen pisando fuerte”, dice.
Aunque este acto es precioso, la leyenda de los Hispanos reconoce que le está costando adaptarse al ritmo de competición después de dos años retirado.
“Aunque no estuve parado, hacer pesas e ir a correr no tiene nada que ver con jugar a balonmano. Tengo volver a engrasar el hombro, adaptarme a los entrenamientos y al ritmo de competición así que ahora estoy de pretemporada. Creo que estoy para diez o quince minutos”, asume entre risas.
Esa situación es algo que espera aprovechar hoy el Attica21 Hotels OAR Coruña (19.00 horas). El líder de la categoría no solo recibe a Dani, sino a un equipo en pleno ascenso y que es tercero.
“Va a ser un partido muy difícil para nosotros. El OAR está ahí por méritos propios. Tienen un muy buen equipo, con buenos laterales y centrales potentes. Llevan varios años luchando por los puestos de arriba. Vamos a ver si les podemos plantear un partido difícil y llegar al final ajustado y a ver si podemos traernos algo de allá”, señala el central que jugará por primera vez en su carrera en A Coruña.
“Es bonito ir a A Coruña a jugar y ver que el balonmano también empieza a subir un poquito en esa región”, apunta el central canario.
A pesar de la importancia de su figura, Dani Sarmiento asegura que su presencia no va a condicionar nada porque es un jugador más de la plantilla.
“No creo que mi presencia sea relevante. Cuando empiezas a jugar, nos olvidamos de todo. Estás centrado en lo que tienes que hacer, en saber que a va a hacer cada jugador y en el sistema defensivo. El resto no importa”, explica.
Con todo, su importancia en el balonmano es innegable. No por lo que ha conseguido –un Mundial, dos Europeos, un bronce olímpico, dos Champions, seis ligas, cuatro copas del Rey, cuatro supercopas y siete copas ASOBAL–, sino por lo que aportó a este deporte. Aun así, considera que eso es parte del pasado y que ya no importa. Solo quiere ayudar.
“Hay que vivir del presente porque el pasado no te da nada. El presente pasa por aceptar este reto que es llevar a Gáldar a la máxima categoría. Será complicado, pero ojalá se dé”, concluye la leyenda Dani Sarmiento.