Unas ruedas chirriando al frenar sobre el parqué. Un stick impactando con la bola y esta, contra la valla. No hace falta verlo para sentirlo. Vuelve el hockey sobre patines. Este lunes regresa el Liceo al Palacio de los Deportes de Riazor. El conjunto verdiblanco inicia la pretemporada de un curso 2024-25 que se presenta ilusionante. Al menos, un reto para superar el anterior, que si bien mejoró al final, supuso un borrón en la historia de un club grande que siempre aspira a todo. Ciclo nuevo. Año uno. Con acento coruñés. Y ya con el objetivo de acabar en lo más alto.
En la plantilla, la más local de la historia, seis que repiten. Cinco caras nuevas. Y otras cinco que ya no estarán. Aunque desde el inicio, ya con dos bajas, la de César Carballeira y Jacobo Copa que, preparando los World Skate Games con la selección española, uno con la absoluta, otro con la sub-19, no podrán hacer la pretemporada con el resto del equipo. Juan Copa no podrá contar con ellos prácticamente hasta la semana previa al inicio oficial de la competición, hasta que regresen de Italia.
Carballeira es de los del primer grupo, un pilar, junto al capitán David Torres, de los que siguen con respecto al curso pasado. También lo harán el portero Martí Serra, el coruñés Pablo Cancela, el argentino Fabrizio Ciocale y el santiagués Bruno Saavedra. Este es casi un fichaje, porque lesionado la mayor parte del curso anterior, dio unas pinceladas de lo mucho que puede aportar ya en el play off, para el que regresó como arma secreta.
Copa, en cambio, forma parte de los que se estrenan. Serán los más buscados. Hay curiosidad por ver cómo les sienta el verde. Y los que tengan más trabajo en estas primeras semanas en las que a la fatiga propia de la pretemporada, con toda la carga física, añadirán el esfuerzo para acoplarse cuanto antes a los compañeros, a la pista, a la forma de trabajar del cuerpo técnico, al ritmo de entrenamientos, pero también de la ciudad. El que menos lo necesita es el portero Martín Rodríguez porque, aunque haya pasado dos años en Francia (Noisy le Grand y Saint Omer), al fin y al cabo, es de la casa. Arnau Xaus (Calafell), Nil Cervera (Igualada) y el argentino Tato Ferruccio (Tomar), sí. Un hándicap para Jacobo Copa, pero en su caso es particular porque aunque es nuevo, conoce a la perfección las rutinas.
El proceso de adaptación es importante. En el caso de Tiago Rodrigues y Tomás Pereira, por ejemplo, dos de las bajas, no fue bueno y eso derivó en que su aventura liceísta durase solo un año para tomar rumbo de nuevo a Portugal para enrolarse en el Juventude Pacense. Sito Ricart, por otro lado, decidió por motivos personales y laborales bajar el ritmo y se unió al Sant Just, aunque a principio solo hasta finales de año porque en 2025 sus retos estarán lejos de España y del hockey. Mientras que Guido Pellizzari, que llegó como un parche para cubrir los huecos que dejaron los lesionados, vuelve a Francia una vez cumplida su misión, aunque con distinto destino, no al Saint Omer desde donde vino sino al Quevert. La quinta baja, en principio, solo es temporal. Tombita jugará cedido en el Lleida con la idea de que gane experiencia a través de minutos de cantidad y calidad.
Por delante, siete semanas con una clara meta final: las semifinales de la Supercopa de España. El 5 de octubre echa a rodar de manera oficial la temporada por todo lo alto con un Liceo-Barça que medirá el momento del defensor de todo, que tendrá que demostrar cómo se ha adaptado a los cambios (ya lleva dos semanas de rodaje, es decir, dos de ventaja) y del que se postula como su principal adversario y aspirante a disputarle todo lo que esté en juego.
Es una primera fecha marcada en rojo sobre todo porque el título se dirime en A Coruña. El fin de semana siguiente arrancará la OK Liga con la jornada inaugural también en casa, frente al Alcoi, y un inicio exigente porque en la cuarta volverá el Barça al Palacio de los Deportes de Riazor. Será el 25 de octubre. Dos duelos directos en menos de un mes. La temporada se irá complicando según entre en liza a finales de noviembre la otra competición que ilusiona en las filas liceístas, la Champions. Un renovado formato que implicará diez partidos de máximo nivel y cinco visitas a A Coruña de equipos de primerísimo nivel como el Benfica, el Oliveirense y el Trissino, a falta de conocer dos rivales más que saldrán de la fase previa. Otra fecha a marcar es la Copa del Rey, que será del 6 al 9 de marzo y que el Liceo no se quiere volver a perder este año. Dos meses después, empezará el play off. Un calendario plagado de objetivos. Y mucho trabajo por delante cuyos cimientos se pondrán en estos primeros días. Al lío, neno.