Albert Oliver: “El Leyma Coruña juega muy bien al baloncesto dentro de su estilo”
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Albert Oliver: “El Leyma Coruña juega muy bien al baloncesto dentro de su estilo”

Albert Oliver: “El Leyma Coruña juega muy bien al baloncesto dentro de su estilo”
Albert Oliver anima a los jugadores en un partido de la presente temporada en casa contra el Baskonia | ACB Photo/Miguel Henríquez

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Albert Oliver (Tarrasa, 1978) ostenta el récord de más temporadas (22) jugando en la ACB. Una de ellas, la 2105-16, está muy unida a A Coruña, concretamente al Coliseum, donde se proclamó subcampeón de la Copa del Rey con el Gran Canaria, rival mañana (20.45 horas) del Leyma Básquet Coruña y equipo en el que actualmente trabaja como ayudante del técnico, Jaka Lakovic.


En aquel torneo del KO, donde jugó a un gran nivel, ejerció como el anfitrión el Obradoiro, en el que el base catalán cerraría seis años después su sobresaliente carrera de jugador profesional, que incluye dos partidos con la selección española, a la que llegó con..., 39 años. Se jubiló con cuatro más en el DNI y como cuarto máximo asistente de la historia de la máxima categoría del baloncesto español.


Oliver militó en un total de siete equipos: Joventut (4 temporadas en dos fases), Manresa (4), Valencia (3), Estudiantes (2), Gran Canaria (6), Real Betis (1) y Obradoiro (2).

 

¿Cómo ve el técnico ayudante del Gran Canaria al Leyma Básquet Coruña?
Empezó jugando yo creo que a muy buen nivel. Cuando vino aquí, nos costó ganarle. Es un equipo con núcleo fuerte del año pasado y jugadores nuevos, con gente de muchos años de experiencia en la ACB. Dentro de su estilo juega muy bien al baloncesto. Es un equipo que quiere correr, le gusta tirar de tres puntos, que intenta ser disciplinado. Sabemos que en el Coliseum va a ser un partido muy complicado para nosotros. Y luego está la incógnita, entre comillas, de Heurtel.

 

A usted le ha tocado lidiar unas cuantas veces con él. ¿Qué cree que le puede aportar a un equipo en apuros?
Es un jugador con mucho talento. Capaz de decidir partidos él solo. Muy anotador, gran pasador, no se esconde en los finales de partido... Un jugador que por sí solo puede ayudar a ganar partidos. Esperemos que lo haga después del nuestro (risas), pero es un jugador que puede subir un punto o dos el nivel de un equipo. Aunque tienen otros, como Thompkins, que también te puede ganar un partido con triples o en el poste bajo. Huskic, en el poste bajo o pasando el balón, Burjanadze, tiradores como Barrueta, los bases... Tiene un equipo al que es díficil jugarle, aunque solo lleven cuatro victorias. Nosotros estamos en otra liga, pero sabemos de la dificultad que conllevan estos partidos. Por ejemplo, Lleida nos pasó por encima. Somos conscientes de que son equipos que se juegan la vida.

 

Hablemos de otra vida. La suya. Se jubiló con cerca de 44 años. ¿Cómo se llega activo a esa edad?
Cuidándose mucho. Que te guste mucho lo que haces, que si no llegas tan lejos. Y a mí me encantaba. También hay un factor suerte, sobre todo por las lesiones, pero cuando te cuidas tanto, seguramente el riesgo de lesión es menor, aunque siempre puedes pisar a alguien y se te puede ir la rodilla. Hace poco le pasó a Carlos Alocén [base del Gran Canaria, que se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha]. Marcelinho [Huertas, base del La Laguna Tenerife] va por buen camino y, si él quiere, me superará.

 

Hablando de Marcelinho, usted compartía –también con Sergio Llull–, la virtud de anotar canastas ganadoras de la máxima dificultad. Aunque no es tan famoso como las ‘mandarinas’ del jugador del Real Madrid o los tiros imposibles del brasileño. ¿Suerte? ¿Concentración? ¿Trabajo?
Primero, hay que tirar. Si no las tiras, no las metes. Eso sí, la gente se acuerda de las que metes, no de las que fallas (risas). Por ejemplo, fallé la de pasar a una final de la Eurocup. Hay que tener personalidad, creer en ti mismo. Y tirar. Yo no me escondía, salvo en algún partido que veía que tenía el día malo. En alguno me habré escondido. Seguro (risas). Me gustaba esa responsabilidad. Cuando la metes, está muy bien, pero cuando la fallas... Aunque no es más que otra parte del juego.

 

Somos conscientes de la dificultad de jugar contra los equipos que se juegan la vida

 

¿Y cómo se recibe una llamada de la selección española a punto de cumplir 40 años?
Muy contento. Di positivo por usar un producto para la caída del cabello antes de un verano que iba a ir con la absoluta, que entrenaba Mario Pesquera, después de los Juegos Olímpicos de Atenas. Me dijo que pensaba incluirme en una preselección de quince. Y no puede ir a causa del positivo.

 

Yo tenía claro que tenía que jugar bien para que mi nombre estuviese ahí. Y esa temporada empecé jugando a muy buen nivel. Luego me llamó Sergio Scariolo para las ventanas FIBA [en noviembre de 2017]. Y lo disfruté como un niño. Además, mucha gente dudaba de nosotros porque no estaban los NBA, y al final ganamos en Montenegro y en casa a Eslovenia, que el verano anterior había sido campeona de Europa. Aunque ellos le faltaban Doncic  y un par de jugadores importantes más, a nosotros nos faltaban todos (risas). 


Después me llamó para la segunda ventana [en febrero de 2018], pero no pude ir porque acabé muy mal físicamente la Copa del Rey que se jugó aquí, en la que llegamos a semifinales. Tuve que renunciar. Fue una de la decisiones más difíciles que tuve que tomar como jugador.

 

Por su manera de jugar, y también porque, tal vez, el sentimiento colectivo es que los bases están mejor dotados para ello, se le veían trazas de futuro entrenador. ¿Había vocación o fue surgiendo durante su carrera de jugador?

Como jugador siempre me gustaba ayudar a los compañeros, escuchar al entrenador, corregir a los jugadores... Y con el tiempo empecé a ver que era una cosa que podía ser muy buena para mi futuro, ya que quería seguir ligado al baloncesto, porque es lo que hecho toda la vida, creo que puedo ser útil y creo que se me puede dar bien. Y de cara al futuro, intentar ser primer entrenador. Ya se verá si valgo o no valgo. Si no valgo, ya me echarán (risas). 

 

Heurtel es un jugador capaz de decidir partidos él solo

 

¿Qué recuerdos tiene de la Copa del Rey de 2016?
Muy buenos. Lástima que al final no la pudimos ganar al, seguramente, de los mejores Real Madrid de los últimos años. Empezamos en cuartos contra el Valencia, que era el favorito porque había acabado la primera vuelta sin derrotas. Aguantamos y en el último cuarto le dimos la vuelta. Después, en semifinales, contra el Bilbao, nuestra primera parte no fue buena, pero al final ganamos después de remontar diecisiete o dieciocho puntos. Y ganamos bien, entre comillas. En la final competimos muy bien, hasta que ellos se fueron doce arriba faltando creo que dos minutos. Pudimos ponernos a dos, y luego le hicimos falta a Sergio Rodríguez, faltando diez segundos o algo menos. Y metió los dos libres. El primero, llorando.

 

Hay buena memoria ahí.
Sí, sí. Lo disfrutamos mucho, porque además fue una sorpresa para todos. Era la primera vez que el club llegaba a la final de la Copa, y a día de hoy sigue siendo la única. Vamos a ver si somos capaces de igualarlo [su equipo es el anfitrión del inminente torneo del KO].

 

Hay que tener personalidad, creer en uno mismo y no esconderse

 

Los jugadores no piensan en temas individuales, pero, ¿era consciente de que, de haber levantado aquella Copa, seguramente hubiese sido elegido MVP?
Bueno... Era algo que podía suceder. Pero otros como Eulis [Báez] también jugaron a un gran nivel. Yo hubiese cambiado jugar mal por ganar la Copa. En el deporte, por suerte o por desgracia, siempre se valora a los que ganan y parece que quedar segundo no está bien. Aquel año jugamos un muy buen baloncesto, de ritmo, de cómo defendíamos, de cómo movíamos el balón... No ganamos nada, pero fue una temporada excelente. Estuvimos a punto de meternos en la final de la Eurocup.

 

¿Está esa Copa del Rey en su podio de mejores momentos a nivel individual?
Sí, sí. Sin duda es de los mejores. Primero, porque son muchos partidos seguidos, tres en cuatro días, y la mayoría de los jugadores de la plantilla no estábamos acostumbrados a esto. Fue un momento muy bueno para mí. Me acuerdo de otros en Manresa, en Valencia, mi último año en el Joventut antes de irme al Gran Canaria. Fui MVP de un mes, aunque, curiosamente, no lo fui de ninguna de las jornadas de ese mes. Seguramente ese mes en Badalona, alguno en Manresa y esos tres días de la Copa del Rey en A Coruña fueron mis mejores momentos. Y cuando ganamos la Supercopa, pero esto más a nivel colectivo.

Albert Oliver: “El Leyma Coruña juega muy bien al baloncesto dentro de su estilo”

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