Maica Martí: “Nunca pensé en vivir algo así, pero ya tenía ganas de volver”
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Maica Martí: “Nunca pensé en vivir algo así, pero ya tenía ganas de volver”

Maica Martí: “Nunca pensé en vivir algo así, pero ya tenía ganas de volver”
La primera línea del CRAT, durante un partido de la pasada temporada | Patricia G. Fraga

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Isabel Martí Montoro (25 de octubre de 2000, Valencia) disputó el pasado domingo su primer partido de la temporada con el CRAT Residencia Rialta después de una experiencia de quince días en Sudáfrica con el equipo de la Academia Rhinos estadounidense. Maica, como le apodan desde pequeña por el parecido con su madre, jugó 49 minutos y le dio tiempo a estrenar su cuenta anotadora con un ensayo, el cuarto de la victoria en Burgos (7-39).

 

La potente primera línea afronta su cuarta temporada en el equipo coruñés, que compagina con sus estudios de Publicidad y Relaciones Públicas. Antes de empezar el curso y la temporada se tomó un paréntesis de dos semanas por y para el rugby en Sudáfrica, una experiencia que surgió gracias a la recomendación de Anna Caplice, internacional irlandesa con la que coincidió la pasada campaña en el CRAT.

 

“Necesitaban primeras líneas y le preguntaron a Anna, que estuvo aquí el año pasado y ha jugado por todo el mundo. Nos recomendó a Nicky (Dix, neerlandesa que también militó en el equipo coruñés) y a mí para formar parte del equipo. Agradezco un montón la oportunidad, nunca pensé que podría vivir algo así”, recuerda la valenciana, que pasó quince días en Ciudad del Cabo.

 

Tres partidos, poco turismo

 

“La verdad es que no tuvimos tiempo para hacer mucho turismo porque entrenábamos casi todos los días, sólo teníamos libres después de los partidos, pero estábamos muy cansadas. Me gustó mucho conocer Stellenbosch, un pueblito de allí cerca que se vuelca mucho el rugby”, reconoce Maica, que disputó tres encuentros, el primero contra una selección local, Western Province, y los dos siguientes contra los combinados nacionales de Sudáfrica y Kenia. “Si tuviera que destacar algo serían los contactos con gente muy grande y el sistema de juego de las ‘Springboks’, que es otra historia”, detalla.

 

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La jugadora del CRAT, con la camiseta del Rhinos | Cedida

Martí reconoce que se defendió “más o menos” con el idioma porque “hablaban tan rápido el inglés que no me daba tiempo a procesarlo todo, pero “dentro del campo era todo mucho más fácil porque las directrices son cuatro palabras que ya me sabía”, admite.

 

Maica reconoce que tenía muchas ganas de volver a vestir la camiseta del CRAT. “La experiencia en Sudáfrica fue súper guay, pero no se puede comparar a jugar con mi equipo, con mis compañeras: ya tengo el ‘timing’, sé lo que van a hacer”, destaca la valenciana, que a su vuelta se ha encontrado los cambios lógicos que imponen dos nuevos entrenadores.

 

“Noté la diferencia porque han cambiado todas las consignas. Vengo del sistema de juego del año pasado, del que utilizaban en Sudáfrica, y pillar los nuevos códigos y las nuevas palabras al principio me costó un poco”, añade la primera línea, que celebra la continuidad del bloque.

 

El poder del bloque

 

“Es súper importante mantener a las jugadoras cada año, porque con un proceso de renovación constante es más difícil hacer grupo, fuera y dentro del campo. Cuanto más nos conocemos es mucho más fácil trabajar”, arguye Martí, que define su rol dentro del campo: “Artime (Pablo, uno de los dos entrenadores) nos pide que cada persona sea un líder. Yo me dedico a ayudar a mis compañeras y a hacer lo mío, que es avanzar con el balón”, asume Maica, que se define como ‘ball-carrier’.

 

La primera línea del CRAT celebra la novedosa Copa FER: “El hecho de poder jugar contra equipos de División de Honor B, enfrentarse a gente contra la que no jugamos normalmente y que no haya tantos parones, nos viene súper bien para preparar la División de Honor”.
 

La primera línea valenciana admite su deseo de disputar “los playoffs” de la nueva competición –el CRAT buscará su pase el domingo 22 de octubre contra Eibar–, pero destaca la importancia de que el grupo “se sienta cómodo a la hora de jugar, volver a ser un equipo en base al nuevo sistema”.

 

Quince asignaturas, el equipo sub-16 y la primera plantilla

“He cogido tercero y cuarto para intentar acabar la carrera cuanto antes. Tengo quince asignaturas, un poco agobiada, pero es lo que hay”, ríe Maica, que compagina sus estudios con el banquillo del equipo sub-16 –“este año pedí una categoría más, entreno dos días a la semana y tres con el primer equipo”, desvela– y su compromiso con el División de Honor.

 

“No bebo café, duermo menos y aprovecho los ratos libres. Se trata de apretar un poco”, asume la valenciana, que mira de reojo la posibilidad de debutar con la selección española de XV: “Si tengo la oportunidad sería una alegría, pero lo principal es el CRAT y además hay compañeras en mi puesto que están muy afianzadas. No es algo que me agobie particularmente”.

Maica Martí: “Nunca pensé en vivir algo así, pero ya tenía ganas de volver”

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