Pedro Gil Gómez (26 de abril de 1980 – Sant Sadurní d’Anoia, Barcelona) no necesita presentación. Es una leyenda del hockey patines, lo ha ganado (casi) todo a nivel de clubes y de selecciones. Nunca ha vestido la camiseta del Liceo, aunque reconoce que le hubiera gustado. Hoy vuelve a Coruña con el Forte en un decisivo duelo de Champions (20:30 horas). Puede que sea la última oportunidad para verle patinar sobre el parqué de Riazor y no podíamos desaprovechar la ocasión de hablar con él.
Pedro atiende la llamada desde Italia, habla en presente y, sobre todo, en pasado porque a sus 43 años y después de 27 como profesional del hockey rodado tiene mucho que contar. Tras media hora de charla se despide porque tiene cita con el dentista y le recordamos que venir a Riazor antiguamente era como ir al dentista. "Será por los palos que daban, que te arrancaban hasta las muelas", ríe.
Vuelves a Coruña para jugar contra el Liceo, ¿cuáles son tus mejores recuerdos en el Palacio de Riazor?
No he venido tantas veces porque he jugado 15 años en Portugal y siete en Italia, pero recuerdo cuando ganamos 7-8 con el Forte (en la fase de grupos de la Champions 2014/15), cómo para olvidar un partido con 15 goles, o la última vez, con el Sporting, que también ganamos y marqué dos goles (en la liguilla de la Champions, 2018/19). Riazor es una pista muy difícil y no gana cualquiera. Jugar contra el Liceo en La Coruña siempre es especial.
¿Qué tiene de especial?
Es un club histórico, de toda la vida, como el Barça o el Reus, de los que han ganado todos los títulos y en los que han jugado los mejores del mundo. Es un equipo que se crece en su casa y hace de la pista un fortín casi inexpugnable. El pabellón tiene algo diferente, con la pista de atletismo alrededor y una madera un poco más dura de lo normal...
El Liceo es un club histórico que lo ha ganado todo y hace de su pista un forín casi inexpugnable
¿Llegaste a tener alguna oferta del Liceo?
Nunca me llamaron.
¿Y por qué crees que sería?
Me fui con 20 años a Portugal y estando en clubes muy grandes como el Porto o el Sporting, supongo que sería difícil para el Liceo acercarse a mí, o igual es porque nunca les ha gustado mi estilo (risas).
¿Y a ti te hubiera gustado vestir la verde y blanca?
Me hubiera encantado jugar en el Liceo. Es el equipo de España que juega más parecido al hockey portugués, no sé si por la cercanía, con un estilo más rápido y directo que en España, que es más estudiado y pausado. No ha habido ocasión, pero no he estado mal donde he estado, he sido muy feliz.
Has declarado públicamente que eres madridista, mejor no te pregunto si has tenido ofertas del Barça, ¿no?
Tuve dos opciones, pero no se dieron: en el primer caso porque era muy joven y no me quería ir todavía del Noia y en el segundo porque ya tenía una edad y creí que no era el momento de aceptar la propuesta.
Tuve dos opciones para ir al Barça, en la primera era muy joven y en la segunda ya tenía una edad
Volvamos con el Liceo, que es campeón de todo pero no pasa por su mejor momento, fuera de la Copa del Rey por primera vez en 18 años y a 23 puntos del Barça en la OK Liga. ¿Qué crees que le pasa?
En los últimos años ha conseguido mantener un nivel muy alto pese a los cambios, creo que incluso estaba por encima del nivel de sus plantillas. Y este año ya le está costando engranar la cadena, le falta gasa y cuando los resultados no llegan empiezan las dudas y el miedo a fallar. Creo que necesita ganar tres o cuatro partidos seguidos para coger confianza. Espero que volverá a estar donde ha estado siempre, luchando por todo.
En la Champions sólo le vale la victoria para seguir con opciones de jugar la ‘Final Eight’.
El empate no nos sirve a ninguno de los dos. Sólo nos vale la victoria y esperar que el Barça gane en Barcelos. Creo que los dos saldremos a muerte
¿Espera s un partido parecido al de Palaforte, con mucha velocidad y ocasiones?
Creo que sí porque los dos hacemos un hockey muy abierto, dinámico, con presión a todo campo. Será un partido bonito para el espectador y también para los jugadores.
Es tu segunda etapa en el Forte.
Cuando salí del Sporting pensaba que era el momento de plegar, pero me llamaron otra vez del Forte y me hizo ilusión. Creía que todavía tenía fuerzas para seguir haciendo lo que más me gusta en un club con un proyecto que lucha por ganarlo todo en Italia y llegar lo más lejos posible en Europa.
Hablas de plegar y en abril cumples 44 años, ¿hasta cuándo Pedro Gil?
Llevo ya tres años pensando que es el último y cada vez está más cerca mi retirada. Si no es esta, será la temporada que viene.
Seis Mundiales, siete Europeos, tres Champions, una CERS, ligas y copas en tres países diferentes… no te queda nada por ganar.
El partido del jueves todavía no lo he ganado (risas). También me faltan otras muchas cosas: la OK Liga, la Intercontinental... pero estoy contento con todo lo que he conseguido.
¿Cuál es tu motivación para seguir?
Intento seguir con la ambición de ganar cada entrenamiento y cada partido, disfruto de lo que me gusta desde que soy pequeñito, eso es lo que me alimenta. No hay nada mejor que el día a día, cuando entro en la pista y cojo el stick me cambia la vida.
¿Cómo has conseguido alargar tu carrera hasta los 43 años?
Desde 2012 tengo un nutricionista que me sigue todas las semanas y he ido conociendo fisioterapeutas, preparadores físicos y otras personas de las que me he ido empapando en todos los aspectos: la recuperación, el descanso... Todo eso me ha ayudado muchísimo a seguir a un cierto nivel físico.
"Me han llamado nazi por decir que soy español" |
Pedro Gil no se esconde. Nacido en Cataluña, primero se considera español. En el conflicto catalán se ha posicionado siempre con claridad. Y eso le ha señalado dentro de las pistas cada vez que ha vuelto a su tierra. En la piel lleva 40 tatuajes que simbolizan lo que piensa: la bandera rojigualda, el escudo del Real Madrid, Jesucristo, el diablo, una pistola o una Biblia son algunos ejemplos.
“Soy catalán y español, creo que no digo nada raro”, ¿te cayeron muchos palos por aquel titular en una entrevista de 2013?
Dices que te llegaron a pitar e insultar.
¿Cómo has vivido el conflicto catalán?
¿Has sentido la discriminación hacia los hijos de los inmigrantes a los que en Cataluña les llaman charnegos?
¿Has notado esa discriminación con tus compañeros de equipo o de selección?
Has jugado con auténticas leyendas del hockey, ¿cuál sería tu equipo ideal si pudieras elegir a los cinco mejores? |
No hay nada mejor en el día a día, cuando entro en la pista y cojo el stick me cambia la vida
Eres un jugador del siglo pasado, ¿cómo ha cambiado el hockey desde que debutaste con el primer equipo del Noia en 1997?
El juego cambió radicalmente con las nuevas reglas, a partir de 2009 si no estoy equivocado, con las posesiones de 45 segundos que han hecho que todos vayan a hacer el mismo tipo de hockey: más dinámico, más directo a la portería, más bonito para el espectador. Además, los equipos son cada vez más profesionales y tienen más personas alrededor para ayudar al jugador en el día a día: preparadores físicos, fisios, médicos, psicólogos, nutricionistas... Antiguamente era imposible ver el hockey de otros países y ahora puedes ver cualquier partido de España, Portugal, Italia o Francia desde cualquier parte del mundo con las plataformas.
El liceísta Pablo Cancela, excompañero tuyo en el Forte, decía en una entrevista para este diario que el hockey era antes un deporte con “más contacto y tensión”, incluso en los entrenamientos, y que “ahora hay un ambiente mucho más sano y deportivo”.
Es verdad. Antes se pegaba mucho, sólo había un árbitro, y se iba a hacer daño con el stick. Ahora hay muchas cámaras, la vida ha ido cambiando y en ese aspecto ha sido para mejor. Antes llegabas al primer equipo con 15 o 16 años y te comían vivo, pero aunque ahora los chavales lo tengan más fácil llegan más tarde.
¿Por qué?
Creo que los chavales lo tienen todo demasiado fácil. No hay la constancia ni la dedicación que había antes. Cuando pedían que nos quedásemos a entrenar con los mayores, lo estábamos deseando. Ahora eso no pasa, si puede ni miran para atrás por si les llaman. Y eso pasa en general, en la vida.
Has conseguido vivir del hockey, ¿te consideras un privilegiado?
Soy un privilegiado porque vivo de lo que más me gusta y me he podido dedicar al 100% desde el 98, cuando me fui a hacer el servicio militar a Tenerife.
¿Has preparado ya tu futuro fuera de la pista?
Me lo han preguntado muchas veces, pero como hace años que puede ser el último, no quiero pensar en nada más que el próximo entrenamiento y el siguiente partido, no quiero saber qué pasará después del hockey. Cuando pliegue volveré a casa, a Sant Sadurní. Si puedo seguir en el hockey de alguna manera, ayudar con mi experiencia, perfecto. Y si no, a trabajar de lo que sea.
La relación con su hijo: "Le presionaba demasiado" |
Pedro Gil ha alargado tanto su carrera que ha tenido tiempo de jugar contra su hijo Kyllian (21 años, ahora en el Alcoi). Fue la pasada temporada, en un Noia-Forte de la fase previa de la Champions que se disputó en Sant Sadurní.
Dice LeBron James que no se va a retirar hasta que juegue en el mismo equipo con su hijo Bronny, ¿te gustaría compartir vestuario con Kyllian?
¿Has estado muy encima de su carrera?
¿Buscas un hueco para ver los partidos del Alcoi?
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