El nuevo Liceo va en serio. Primer partido oficial, primera victoria. Contra todo y contra todos, como siempre, el equipo coruñés se creció en un ambiente hostil, ante un rival espoleado por su público y un arbitraje casero. El Liceo corrió cuando le dejaron y sentenció cuando peor pintaban las cosas. Superó al Reus y se plantó en la primera final del curso, la novena desde que Juan Copa ocupa el banquillo. El domingo a las 12.30 horas buscará su cuarta Supercopa de España contra el Barça, que apalizó al Calafell (11-2).

Fran Tombita firmó el 1-0 con un contragolpe a los 13 minutos de una primera mitad que empezó teñida por el rojo y el negro de la hinchada del Reus y acabó dominada por el verde del Liceo. El mejor fue Càndid Ballart, que evitó varias ocasiones del equipo coruñés.

El partido cambió por completo tras el descanso. Tiago Rodrigues, el elegido por Copa para ocupar la portería, respondió a la confianza del técnico en la primera pelota parada, una falta directa por el derribo de Dava Torres a David Gelmà, que hizo todo lo posible para irse al suelo. En el lanzamiento, el especialista Marc Julià no encontró el hueco ante Rodrigues, pero sí lo halló Gelmà con un cañonazo cuando el equipo de Jordi García jugaba en superioridad.

¿Sentencia?

El 1-1 no duró ni un minuto en el marcador. Cayó la décima falta de los rojinegros y Dava ejecutó la directa con maestría. Amagó con paciencia hasta que Ballart se tumbó en el suelo. Entonces la picó para definir por arriba. Pasada la media hora de juego, Tomás Pereira firmó el 3-1 con un disparo que se coló por el sobaco del portero catalán en su único error del partido.

En plena celebración del Liceo, la policía tuvo que sacar de la grada a un directivo del club coruñés, enfrentado con la afición rival. Fue el inicio del peor momento para los liceístas en el encuentro: el Reus empató con dos goles en dos minutos y pudo remontar. Eso sí, con la inestimable ayuda de un dúo arbitral condicionado por el ambiente y las actuaciones teatrales sobre la pista.

El muro Tiago

La tarjeta azul para Tombita por un piscinazo de Sergi Aragonès no se sostiene. Sonó el silbato y el '6' firmó el 3-2 ante Rodrigues. Segundos después, Julià logró el empate con una acción rápida y definición exquisita. La tercera directa para el Reus llegó en la décima falta del Liceo, otro contacto dudoso, pero ahí estaba Tiago, un muro para Aragonès. De área a área, el propio Aragonès se fue al suelo en media pista cuando era el último hombre de su equipo, un regalo que Dava aprovechó para fusilar a Ballart (4-3).

Aún faltaba un penalti para el Reus por otra caída 'oscarizable' de Gelmà. Una vez más chutó Aragonès y de nuevo se topó con Rodrigues, que se le aparecerá hasta en sus peores sueños. El meta portugués, uno de los nuevos fichajes del Liceo, fue el gran protagonista en la segunda parte. Y su compatriota Tomás Pereira fue el encargado de cerrar la victoria cuando el Reus ya jugaba con cinco jugadores y la portería vacía. 5-3 y el Liceo ya está en la final. Nunca subestimen el corazón de un campeón.