Lucía Paz Aldrey, más conocida como Luchy (15 de febrero de 1999, Santiago de Compostela), es el claro ejemplo de una persona volcada con su equipo, el HC Coruña Feminino.
La santiaguesa, aparte de ser jugadora y capitana también es directiva, por lo que la victoria contra el Cerdanyola tuvo un sabor especial.
¿Qué supuso lograr la primera victoria de la historia del HC Coruña Feminino?
La verdad es que fue un chute de confianza. Tuvimos una pretemporada corta por culpa de que se adelantase el inicio de liga y no tuvimos muchas oportunidades de jugar juntas. La victoria sirvió como alivio y nos dio confianza.
Vencisteis por 6-1, eso refuerza el trabajo que hacéis.
Totalmente. Además, el Cerdanyola había hecho muy buen mercado de fichajes y no sabíamos muy bien lo que nos íbamos a encontrar. Ellas, si no me equivoco, habían jugado la copa catalana o algunos amistosos por allí, entonces teníamos dudas de que íbamos a tener en frente. Al final, salió bastante bien y estamos muy contentas con el resultado.
Antes del partido, le disteis un detalle a las jugadoras del Cerdanyola. ¿Fue algo conmemorativo por ser vuestro primer partido?
Sí, es algo que vamos a intentar hacer en todos los partidos. Desde el Concello de Coruña nos facilitaron unas bolsas con cosas de turismo. Es algo que pretendemos hacer en todos los partidos pero no sé si se será posible. Les daríamos mapas de la ciudad vieja, también un neceser con productos de aquí... Sería un detalle y esperamos que lo puedan aprovechar, aunque no sabemos con que planificación vienen aquí los equipos de Cataluña.
Al final, eso sirve para hacer más unión entre los equipos.
Nos conocemos todas pero realmente se hace mucha amistad entre los equipos. Por ejemplo, el Gijón lo hace muy bien porque hace un tercer tiempo después de todos los partidos y es una iniciativa muy chula. Todos los padres y los aficionados llevan comida y bebida para que, después de jugar, estés con la gente con la que llevas años compitiendo.
Respecto al proyecto deportivo. ¿Hubo dudas por la viabilidad económica?
No. Las dudas las hubo al principio. Pero era cuando no sabíamos si iba a haber proyecto. Al final, cuando vimos que era viable, fue cuando pudimos lanzarlo. Las dificultades económicas siempre existen pero si hubiésemos tenido algún signo de que no se hubiese podido salir, no lo habríamos hecho. Primero, quisimos tener todo eso cubierto antes de que viniesen las jugadoras. Aunque lo cierto es que los apoyos económicos nunca sobran.
¿Cuándo te decidiste a meterte en el proyecto?
Cuando nos plantearon la situación y nos dijeron que estaban intentando hacer un proyecto nuevo, dije que sí. Tenía muy claro que no quería jugar en ningún otro lado. Quiero jugar aquí y si puede ser en Primera División y continuar con lo que habíamos empezado, mejor. No me veía en otro proyecto ni con otras compañeras.
¿Convenciste a alguna?
No. Las de aquí teníamos claro que queríamos continuar, pero las de fuera tenían que valorar. Tenían que mirar dónde iban a vivir, qué condiciones de vida y todos esos aspectos. Realmente no tuvimos que convencer a nadie. Todas querían quedarse si se garantizaban unos mínimos. Las siete que continuamos del proyecto anterior teníamos muchas ganas de seguir todas juntas.
Además ser jugadora y capitana, también eres directiva. ¿Cómo lo gestionas?
Con una agenda y teniendo el móvil siempre con sonido (risas). En cada cosa que pueda ayudar, lo hago. Hacemos reuniones todas las semanas. Soy un poco el nexo entre la directiva y las jugadoras. Si alguna tiene algún problema o alguna duda, me lo dicen y lo transmito a la directiva.
Es un papel distinto al que tenías en el Liceo.
Sí, porque conmigo nunca hablaban. No había toda esta transparencia. Yo me enteraba de las cosas a la vez que las otras jugadoras. Simplemente era la capitana.
Volviendo a la competición. ¿Qué objetivos os planteáis?
A nivel deportivo, seguir en la senda del año pasado. Queremos volver a entrar en la Copa de la Reina, queremos luchar por puestos altos. En Europa, si podemos, queremos mejorar los cuartos del año pasado. Aún así tenemos que tener en cuenta que es un proyecto muy nuevo y que las temporadas son muy largas, entonces siempre vamos con perfil bajo. No nos consideramos un equipo asentado en los cuatro primeros puestos como son el Gijón o el Palau, que llevan muchos años. Queremos competir en todos los partidos.
El equipo se ha reforzado muy bien con los fichajes de Fernanda Muñoz, Anna Bulló y Mar Franci. ¿Crees que os van a aportar cosas distintas a lo que había el año pasado?
El estilo de juego será muy parecido al del año pasado al seguir Stanis (García, entrenador del HCCF). Creo Anna nos aporta mucho en ataque porque es una jugadora muy versátil, con envergadura y que usa muy bien el cuerpo, entonces en el área es muy buena. Fernanda tiene mucho desborde y Mar es muy rápida. Entonces, nos dan esos extras.
A nivel personal, ¿ya dejaste atrás esas molestias que te impedían rendir al máximo?
Bueno... Tengo una especie de hernia en la espalda. Ahora la tengo mucho más controlada. Espero que este año ya no me dé esos problemas y que pueda llegar a mi máximo nivel. Ese problema sigue ahí pero haciendo ejercicios, espero que esté mitigada.
Para acabar, ¿qué meta te pones a nivel personal?
Dar lo máximo en los entrenamientos para que el equipo crezca. Luego, en los partidos, hacer un buen papel. No tengo un objetivo de goles tampoco porque no soy una jugadora que marque muchos goles (risas). Me gusta jugar mucho en equipo, entonces quiero subir el nivel en lo que pueda y dar intensidad al equipo.