Hubo un tiempo que José Luis Adarraga era una de las principales promesas del golf español. Entonces ni se hablaba de Jon Rahm. Número 1 amateur de nuestro país a principios de siglo y ganador de la Orden de Mérito en 2016, además de sumar varias victorias en el circuito francés,el Campeonato de España y una medalla de oro en los Juegos del Mediterráneo 2005, el coruñés de 40 años sigue persiguiendo su sueño: conseguir una plaza para el circuito europeo (ahora bajo la denominación de DP World Tour).
Adarraga disputa desde el jueves 2 de noviembre hasta el domingo 5 la segunda fase de la Q School (escuela clasificatoria) después de pasar el corte hace un mes en Moliets (Francia): fue 15º con una tarjeta de 281 golpes (-7).
La segunda criba se divide en cuatro torneos, todos en España y en las mismas fechas. El coruñés se jugará su acceso a la fase final de la escuela del circuito europeo en el campo Desert Springs de Cuevas del Almanzora (Almería). El viernes saldrá en el tercer partido del día, a partir de las 8.50 horas, junto al irlandés Marc Boucher y el neerlandés Mike Toorop.
Sólo los 20 primeros clasificados del torneo –hay 79 participantes— accederán a la tercera y última cita, que se disputará del 10 al 15 de noviembre en el Infinitum Golf de Salou (Tarragona).
La fase final de la Q School pondrá en juego 60 tarjetas completas para el Challenge Tour –el segundo en importancia del golf europeo– y 25 billetes de acceso al DP World Tour del próximo año, el sueño que Adarraga persigue desde que dio el salto al exigente mundo del golf profesional hace casi dos décadas. Nunca es tarde si la dicha es buena.