Dani Moukoko se ha estrenado como boxeador profesional con una victoria por KO frente al malí Yossouf Koné esta noche en el Frontón de Riazor, donde se ha celebrado 'Coruña en loita', la primera velada de boxeo en España con retransmisión para invidentes y personas con problemas de visión.
Ante más de 900 espectadores entregados con el púgil camerunés afincado en A Coruña, 'el hombre tranquilo' —como le apodan sus compañeros de la Escuela Azteca Box, organizadora del evento— se ha mostrado superior a su oponente, al que ha mandado a dormir en el tercero de los cuatro asaltos en los que se había fijado la pelea del peso Supermedio.
El camerunés, que vistió calzón morado, dominó el combate desde el inicio y ya había hecho hincar la rodilla al malí en el primer round.
Entre el público que llenó el Frontón, se encontraban distintas personalidades del deporte coruñés como el expresidente del Deportivo Augusto César Lendoiro, el exportero blanquiazul Dani Mallo y el excampeón de España de los pesos supermedio y semipesado Xesús Ferreiro 'Cachorro'.
La velada, que contó, además, con ocho peleas amateurs antes del broche de oro entre Moukoko y Koné, pudo ser seguida a través de Escoita, una aplicación que creó el coruñés Jesús Suárez para la audiodescripción de eventos deportivos para ciegos y personas con deficiencias visuales. Una experiencia que en la capital herculina ha permitido, desde hace dos años, disfrutar de diferentes deportes, partidos del Deportivo y, recientemente, del amistoso entre la selección española de fútbol e Islandia en Riazor.
Miguel Díaz fue el encargado de narrar, a pie de ring, la vibrante noche pugilística que culminó con el estreno exitoso de Moukoko, que en 2014, con apenas 17 años, huyó de Camerún y, tras saltar la valla de Melilla, se buscó la vida en España. El africano, que en el pesaje previo a la pelea paró la báscula en 74,7 kilos, primero residió en Madrid y, a partir de 2018, se instaló en la capital herculina, donde durante sus tres primeros combates durmió en la calle, hasta que su entrenador y director de Azteca Box, Luis Suárez, le buscó un techo.