Marcos Rodríguez Seijido (3 de octubre de 1974, Ferrol), nuevo entrenador del Attica21 Hotels OAR Coruña, tendrá un grandísimo reto por delante: igualar, como mínimo, lo conseguido hace dos años y lograr el ansiado ascenso.
El ferrolano afronta con optimismo e ilusión un reto que esperaba no haber tenido que asumir ya que llega para cubrir el espacio que dejó el fallecido Pablo Aguirregabiria.
¿Estás nervioso por el debut?
No. Estoy bastante tranquilo porque esto es jugar al balonmano. Es un reto ilusionante. Tengo muchas ganas de empezar ya a competir.
¿Cómo surgió la oportunidad de recalar en el OAR?
La oportunidad surge por una desgracia, que fue la muerte de Pablo (Aguirregabiria). Sinceramente, prefería que no hubiese surgido la oportunidad. A partir de ahí, por una parte, queda Jacobo (Novoa). Él no puede ejercer de entrenador de manera continuada por su trabajo y porque no tiene la titulación. Al final, hubo intereses comunes. Se dio la situación de estar en el sitio y en el momento adecuado. Yo no estaba entrenando a ningún equipo, pero si que estaba en Coruña. Había algunos jugadores que yo había entrenado y que ya me conocían. Entonces, el club decidió apostar mi. Todas esas circunstancias fue lo que propiciaron que yo fichase.
¿Tenías más opciones para dónde ir antes de la oferta del OAR Coruña?
Yo, en el momento de la oferta, estaba trabajando en otras cosas. Desde el mes de marzo no estaba metido en el balonmano. No era algo que tuviese en mente. Pablo llevaba en el OAR muchos años y lo lógico es que hubiese seguido. Era una parte muy importante del club. Yo no tenía ningún pensamiento. Simplemente, fui a ver los partidos de la fase pero por la relación que tengo con algunos de los jugadores que la jugaron porque los conozco desde hace mucho tiempo. A partir de ahí, está la necesidad del club, el proyecto. El OAR es un club en el que jugué hace 25 años, durante dos temporadas, cuando me vine para Coruña antes de cambiar de ciclo.
¿Qué te atrajo del proyecto?
Es un proyecto interesante, serio y con muchas aspiraciones. En este momento, reunía todo lo necesario. El balonmano es mi trabajo y mi pasión. A nivel personal, el estar en Coruña, es algo que tiene mucho peso. Cuando se juntan las motivaciones, el competir con un proyecto para ascender, darle un impulso a través de la base y seguir la línea de estos dos últimos años, pues la decisión fue bastante fácil de tomar.
Creo mucho en el trabajo, en entrenar, en marcar un camino y en insistir para lograr resultados
¿Qué vas aportar al equipo?
Voy a aportar mucho trabajo. Creo mucho en el trabajo, en entrenar, en marcar un camino, en insistir y en perseverar para ir por ese camino que te dé los resultados que tú quieres, aunque tarden en llegar. Yo creo que el trabajo de los jugadores es el que da el éxito. Que ellos crean en lo que haces y que lo hagan con la máxima intensidad y concentración posible.
El equipo, en los últimos años, se caracterizó por ser muy férreo en defensa y letal en los contraataques. ¿Vas a mantener esa filosofía?
A mi me gusta defender, correr y después saber que hacer con el balón. Creo que cualquier equipo que quiera destacar en este deporte necesita defender. Evidentemente, no podemos perder aquello que le da éxitos a un equipo. La forma de ver una defensa o un contraataque puede ser distinta, pero las bases son comunes para poder tener éxito. No es mi intención variar esa forma de jugar. No voy a decir que dejemos de defender y vayamos a marcar los máximos goles posibles. Queremos defender, marcar goles fáciles y que los rivales tengan muchas dificultades para ganarnos.
Llegas tras dos años en los que el OAR jugó la fase de ascenso. ¿Cuál es el objetivo?
El objetivo es jugar la fase y ascender. Lo primero es llegar a la fase, a la que intentaremos estar en las mejores condiciones. Esperemos hacer todo correctamente y dar todos los pasos bien. Los dos últimos años hubo esa mala suerte de que algún jugador no estaba bien físicamente y eso se notó en las opciones del club.
En la Copa Galicia, al equipo se le vio encadenar rachas muy buenas en ataque y otras en las que no salía nada. ¿Te preocupa que el equipo tenga esas dos caras?
Llegaron una serie de jugadores nuevos y cada uno traía su forma de jugar. Hay otros que ya llevaban mucho tiempo jugando juntos y estaban más en conjuntos. También estaba yo que soy nuevo... Entonces, poder estar todos en la misma línea y jugar igual pues requiere tiempo y entrenamientos. También esa paciencia y esa calma para que salga porque al principio no va a salir todo perfecto. Eso se traduce en que los partidos no son regulares. Es normal que ahora cueste un poco más y que los jugadores desconecten un poco. ¿Preocupante? Eso nos va a obligar a defender más. Si defendemos más, en ataque podemos ir con más paciencia porque conjuntar a todos los jugadores es complicado. Entonces, no me preocupa porque es parte de todos buscar ese camino común y mantenerlo. Ahora no buscamos esos resultados porque estamos en ese período de aclimatarnos. Lo importante es que todos vayan teniendo su sitio en el equipo y, aunque no estemos acertados, podamos tener nuestro minutos para que en los momentos importantes seamos una plantilla amplia.
Debutas contra el Balonmano Porriño, un recién ascendido. ¿Es un partido trampa?
Está claro que en la categoría los equipos tienen objetivos distintos. Obviamente, el objetivo de Porriño será salvarse. ¿Enfrentarse ahora es malo? Creo que no. Sería peor a mitad de liga porque ya que están más unidos. Si el enfrentamiento fuese al final de la liga, con todo lo que hay en juego, sería muy complicado. Al principio de liga, cuando los equipos que tienen objetivos a largo plazo no están tan bien es el momento de buscar puntuar. Es un partido complicado porque es un equipo que sube de categoría y debuta en casa. La motivación que tendrán será muy alta. Querrán iniciar esta nueva andanza en Primera, que ya estuvieron hace un tiempo, consiguiendo puntuar delante de su afición. Será un partido muy intenso porque va a ser como si se jugasen el último partido de liga. Pensar que por ser un recién ascendido será fácil, es malo. Ya lo vimos en la pretemporada. Nosotros tenemos nuestras armas que si las utilizamos, tendremos ciertas ventajas, pero en el momento en el que bajemos la intensidad, cualquier equipo nos va a hacer daño.
Será muy importante mantener la cabeza fría en esos momentos calientes del partido.
Sí. Hay que pensar que no es un recién ascendido, sino uno de nuestra categoría y que tiene los mismos puntos que nosotros. Estamos todos iguales. En la teoría, podemos decir muchas cosas pero luego hay que demostrarlo. Como entrenador puedo decir muchas cosas, pero la realidad es lo que pasa en la pista. Por ahora, todos estamos igual aunque tengamos objetivos diferentes. Hay que estar centrado, con la cabeza en el sitio y pensar que es un rival complicado.
Ahora mismo no hay favoritos, hay que equipos que tiene intenciones
¿A quién ves favorito para jugar la fase de ascenso?
En este momento, no sabría decirte ningún favorito. Podría decir equipos que tienen intenciones. Es una categoría muy compleja para decir que equipo es superior a otro. Entre esos equipos diría que el Lanzarote, que hizo una gran plantilla, el Teucro, Lalín, que siempre saca jugadores muy buenos de categorías inferiores, o nosotros mismos... También podríamos meter a algún equipo canario que no sabes como pueden responder. Hay que tener cuidado con los favoritismos. Habrá que ver como evoluciona la liga durante las seis o siete primeras jornadas para ver donde está cada uno.
Un sueño para este año.
Más que sueño es una intención. Jugar al balonmano de la forma que queramos hacerlo y que eso nos lleve, a final de liga, a jugar 33 partidos y poder ascender a la División de Honor Plata.