“Casi que lo de menos es el resultado, es una fiesta del baloncesto”. Así define Iván Castiñeira su experiencia en la Copa del Rey de baloncesto 2025, que tuvo lugar la semana pasada en Gran Canaria. Iván es aficionado del Basquet Coruña y miembro de una de las peñas que animan al club en el Coliseum: Los Cuñaos. Su mujer, Nanda Roca, también forma parte de ese colectivo.
Iván y Nanda se despertaron el jueves pasado alrededor de las cuatro de la mañana para coger un vuelo que les llevó directos a su destino desde Santiago. Allí les esperaban unos amigos a los que visitan con asiduidad, aunque este año aprovecharon la coyuntura del baloncesto. Tras cuatro días en Canarias, ambos han regresado a Galicia este lunes con un nuevo madrugón y una maleta cargada de experiencias y buenos recuerdos.
A pesar de que estuvieron en la Copa que se celebró en A Coruña en 2016, Iván considera esta como la primera que vive en persona, ya que “no es lo mismo”, asegura. El plan era sencillo (y envidiable): “por la mañana playita y por la tarde baloncesto”. Ya el propio jueves, recién llegados a la isla, ambos se dieron un paseo por la Fan Zone para ver el ambiente antes de ir a ver los dos primeros partidos de cuartos de final, siempre con algo representativo del Leyma encima. Además, tuvieron su momento “koruño” en la Gran Canaria, ya que se encontraron con una leyenda del Deportivo como Juan Carlos Valerón.
Tras la segunda jornada de cuartos, llegó una de las citas más esperadas por muchos, entre ellos Iván: el encuentro de aficiones. Las estimaciones se situaron alrededor de las 15.000 personas en las calles canarias, cada una de ellas representando a su equipo para dotar de un colorido único a la ciudad. Entre esa “marabunta” había aficionados de clubes que no se habían clasificado para la Copa, como el caso de Iván y Nanda, aunque también se pudieron ver camisetas y bufandas de otros conjuntos gallegos como Breogán, Obradoiro o incluso BAXI Ferrol.
“Entré un rato y no daba salido. Unos chicos de Gran Canaria decían ‘esto ni en Carnavales, nunca vimos la calle Triana así’, era una auténtica locura”, asegura Iván. Se fue de viaje preparado con tres bufandas del Leyma, sabiendo que alguna iba a intercambiar. De ellas, solo una era intocable para él: la de “Fagamos lenda”. Las otras dos se fueron a manos de aficionados de Gran Canaria y Valencia Basket. “A la gente, los nuevos le hacen ilusión”.
Aunque el baloncesto fuera la excusa para desconectar y disfrutar de muchos de los que viajaron a Gran Canaria la pasada semana, allí se disputaron siete partidos de Copa del Rey. Sin embargo, para Iván fue algo “descafeinada” a nivel baloncestístico, ya que asegura que solo disfrutó de la final entre Unicaja y Real Madrid y del encuentro de cuartos de final entre Tenerife y Barcelona. Volvió fascinado con dos actuaciones: la del histórico Marcelinho Huertas contra el Barça, firmando 22 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias; y la de Unicaja en la final, un equipo al que define como “un bloque, tienen un equipazo. Si no anota Kaloniski, anota Taylor…”
A la pregunta de “cómo valora la experiencia de la Copa”, Iván tuvo la respuesta clara: “ya estamos esperando Valencia 2026. Soy un tío demasiado sociable, me lo pasé genial porque me puse a hablar con gente de todas las aficiones. La gente siempre está dispuesta a ayudar, lo pasas en grande. Casi que lo de menos es el resultado, es una fiesta del baloncesto”. “Si llega a jugar el Leyma ya sería…”, sueña Iván, aunque, eso sí, admite que yendo como espectador neutral, “también es bonito venir y disfrutar del partido sin sufrir”.
Iván define el ambiente de la Copa como “algo que solo se puede hacer en el baloncesto, porque en otros deportes no hay este buen ambiente, este rollo de animar todos juntos. Luego en el pabellón, cada uno anima a su equipo, pero 10 minutos antes están todos juntos tomando cañas y dando saltos”.
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