Ourense acogió por primera vez el Campeonato de España por clubes en pista cubierta, tanto en categoría masculina como femenina. En los últimos tres lustros la competición ha sido sinónimo de un enfrentamiento FC Barcelona-Playas de Castellón. El club azulgrana lidera la clasificación histórica con 20 títulos, de los cuales 12 han llegado en los últimos 18 años. De los últimos 15 en juego, el Barça ha ganado 10… y los otros cinco han ido a parar a las vitrinas del Playas.
Mientras que el club catalán se impuso en las dos últimas ediciones, celebradas en Madrid y Barcelona, el equipo castellonense venció por última vez en 2020, en Valencia. Atletismo Numantino, Real Sociedad, Fent Camí Mislata, Trops-Cueva de Nerja, Unicaja Jaén Paraíso Interior y el organizador Sociedad Gimnástica Pontevedra fueron los otros participantes.
El resultado fue el tercer título consecutivo para el Barça, que no tuvo oposición y se impuso por un margen de 9 puntos. SU dominio se forjó principalmente en el triplista Jordan Díaz, que en su regreso a la competición, y tras un primer salto nulo, en el segundo voló hasta 17.49 metros, pulverizando su anterior récord de España establecido el pasado año en el Nacional sub-23 con 17.27.
En categoría femenina un claro favorito, el Valencia, campeón en 27 de las 41 ediciones disputadas, incluidos 18 títulos consecutivos entre 1999 y 2016 y el último, en Madrid, el pasado año.
Pero en la Pista de Expourense había dos clubes listos para acabar con su hegemonía. El Playas, campeón en 2020 y 2021, y el Barça, que buscaba su segundo entorchado tras el de 2017. Atlético San Sebastián, Grupoempleo Pamplona, Manresa, Cuevas de Nerja y Gimnástica de Pontevedra completaron la nómina de participante. Las chicas del Valencia revalidaron el título, en dura pugna con el Playas de Castellón, segundas a solo 2 puntos, completando el podio el equipo azulgrana.
No podían faltar los atletas coruñeses entre las figuras que se fajaron en el tartán ourensano, todos integrando el combinado anfitrión, la Gimnástica de Pontevedra. Sergio Rodríguez Teixeira corrió una prueba inusual en él, 60 lisos, y terminó octavo con una marca de 7.18. En una exhibición sacó su gen competitivo y el tarro de las esencias para hacer una primorosa posta en el relevo 4x400: recogió el testigo en tercera posición y fue cocinando a fuego lento a los atletas que lo precedían, para entregar en primera posición el testigo a su compañero Roberto Tello, quien cedió en los metros finales la primera posición de su serie.
Pablo Bocelo se enfrentó al 1.500, prueba que afrontará en el Campeonato de España, en Madrid. En una carrera táctica, donde se empezó a correr a partir del 1.000, aguantó bien para terminar cuarto con 3:55.44. El triplista Anxo Blanco tuvo el honor de competir en una final con récord nacional. Acabó séptimo, con un mejor salto de 14.42, después de una serie de 13.82, 13.77, nulo, 14.42, renuncia y nulo. El pertiguista Tomás López se resarció de su actuación en el Nacional sub-23 celebrado una semana antes en Antequera, donde no logró pasar la primera altura con tres nulos. En esta ocasión hizo un concurso brillante al franquear el listón a la primera en 4.00, 4.20, 4.40, necesitando los tres intentos para pasar 4.50 y 4,60, quedándose a solo un centímetro de su mejor marca personal, al no poder con los 4.70.
En categoría femenina, la incombustible Eugenia Gil corrió el doble hectómetro en unos sensacionales 25.36, marca personal tanto en pista cubierta como al aire libre. Refrendando su gran actuación con una posta marca de la casa en el relevo 4x400.
La discóbola María Ezquerro compitió en peso, con un mejor tiro de 12.33 metros y una serie de 12.33, 11.82, 12.07 y tres nulos, lo que le valdría la sexta plaza.