El inglés Lando Norris (McLaren) le robó cierto protagonismo, en su propia casa, al neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder destacado de Mundial de Fórmula Uno, al relegarlo al segundo puesto en los entrenamientos libres para el Gran Premio de los Países Bajos, en Zandvoort. Un circuito en el que este viernes se lograron los mejores registros en la sesión vespertina; en la que su compañero, el mexicano Sergio Pérez, firmó el séptimo crono y en la que los españoles Fernando Alonso (Aston Martin) y Carlos Sainz (Ferrari) se inscribieron décimo y decimosexto, respectivamente, en la tabla de tiempos.
Norris, de 23 años -y que, justo antes de acabar séptimo en Spa-Francorchamps (Bélgica) la última carrera antes del parón vacacional, firmó dos brillantes segundos puestos en Silverstone (Gran Bretaña) y en Hungría- cubrió, en su mejor intento, los 4.259 metros de la pista neerlandesa en un minuto, once segundos y 330 milésimas, sólo 23 menos que Verstappen, que había sido el más rápido por la mañana; y que tan sólo efectuó esa concesión ante su entusiasta afición en la jornada de ensayos para la primera de las diez últimas pruebas de un campeonato que se cerrará a finales de noviembre en Abu Dabi.
Teniendo en cuenta que al súper-depredador neerlandés, ganador de diez de las primeras doce carreras -las otras dos se las apuntó ‘Checo’, segundo en el Mundial, a 125 puntos-, sólo lo apartará de la consecución de un tercer título seguido una desgracia superlativa; únicamente queda por ver con cuánta antelación dejará matemáticamente resuelto el certamen. Y si Red Bull será capaz de ganar todas y cada una de las pruebas de la temporada.
Si no pasa nada excepcional, el insaciable Verstappen seguirá lustrando su muy sobresaliente palmarés en lo que queda de torneo; y, aparte de intentar mejorar su propio récord de victorias en una misma temporada (las 15 del curso pasado), de mano, tiene a tiro igualar este fin de semana la plusmarca histórica de triunfos seguidos (nueve) que logró, hace diez años -asimismo para la escudería austriaca y a bordo de uno de los muy superiores monoplazas diseñados por el inglés Adrian Newey, el guru de la aerodinámica-, el cuádruple campeón mundial alemán Sebastian Vettel.
Norris y 23 milésimas evitaron que el Mundial se reanudase con un rotundo ‘más de lo mismo’. Aunque, efectivamente, parece claro que en la cúspide no va a cambiar nada; tras una jornada ventosa y que tampoco parece del todo significativa; ya que el tailandés Alex Albon (Williams) -a 269 milésimas-, marco el tercer tiempo del día; y el japonés Yuki Tsunoda (Alpha Tauri) -a 390-, el quinto. En unos entrenamientos en los que todos firmaron su mejor vuelta con el neumático blando, en la abrasiva pista que baña el Mar del Norte, que requiere de una elevada carga aerodinámica.
Verstappen había sido el mejor en el primer entrenamiento, en el que quien más se le acercó fue Alonso, a dos décimas del nuevo monarca de la categoría reina. En una sesión en la que el otro Red Bull, el de ‘Checo’, marcó el cuarto tiempo; a 471 milésimas de ‘Mad Max’ y a poco menos de una décima del séptuple campeón del mundo inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que marcó el tercer crono del primer ensayo y que acabaría la jornada en el cuarto puesto de la tabla de tiempos. A tres décimas de su compatriota Norris.
Sainz no rodó por la mañana. Es preceptivo que todos los participantes en el Mundial cedan al menos en una ocasión su puesto a los pilotos jóvenes en alguno de los entrenamientos libres; y en esta ocasión le tocó al talentoso piloto madrileño, que le dejó su SF-23 al probador israelí Robert Shwartzman; que marcó el decimonoveno tiempo del primer ensayo, a 2,951segundos de ‘Mad Max’.
El canadiense Lance Stroll, compañero de Alonso -tercero en el Mundial-, no salió a pista en la matinal, por un problema en la unidad de potencia de su Aston Martin, según informó, a través de su chat de prensa, en el que está incluido Efe, la propia escudería de Silverstone (Inglaterra). En una sesión interrumpida durante unos minutos, con bandera roja, a causa del accidente -sin mayores consecuencias- del alemán Nico Hülkenberg, que perdió el control de su Haas en la decimocuarta y última curva de la pista, antes de chocar contra las vallas de protección.
El entrenamiento vespertino también quedó interrumpido casi a las primeras de cambio, de nuevo con bandera roja, a causa de sendos accidentes en la curva 3 de los dos australianos: Oscar Piastri (McLaren), primero; y Daniel Ricciardo (Alpha Tauri), justo después. Motivo por el cuál se redujo en casi un cuarto de hora el tiempo de rodaje en el segundo acto, para que las grúas retirasen de pista los coches del mejor debutante de la temporada y del veterano ‘aussie’, retornado a la F1 poco antes del parón, en Hungría; donde reemplazó en el equipo nodriza de la todopoderosa Red Bull al neerlandés Nyck de Vries.
Ricciardo, sin visos de lamentar una lesión mayor, fue trasladado, no obstante, a una clínica local, para evaluar posibles daños en una muñeca. Si no pudiese seguir pilotando este fin de semana, sería el piloto reserva neozelandés Liam Lawson el que se pusiese al volante del Alpha Tauri.
Alonso, la gran sensación de la primera mitad del campeonato, con seis podios y el tercer puesto en el Mundial, a 165 unidades de ‘Mad Max’, firmó el décimo crono por la tarde, después de haber sido segundo en el primer ensayo. ‘Checo’ bajó del cuarto al séptimo; y Sainz firmó el decimosexto. En una jornada en la que conviene recalcar que la tabla de tiempos no parece ser del todo significativa.
Los entrenamientos libres se completarán este sábado, horas antes de la calificación, que será muy importante -en una pista en la que será muy complicado adelantar- y que ordenará la parrilla de salida de la carrera del domingo. Prevista a 72 vueltas, para completar un recorrido de 306,5 kilómetros.
