El español Fernando Alonso, gran protagonista a los 41 años del arranque del Mundial de Fórmula Uno, con dos podios en sus dos primeras carreras con Aston Martin, intentará frenar a los dominantes Red Bull -para los que el mexicano Sergio Pérez encabezó un nuevo doblete hace dos domingos en Arabia Saudí- en el Gran Premio de Australia, que se disputa este fin de semana en Melbourne.
'Checo', de 33 años, logró hace dos semanas, saliendo desde la 'pole', su quinta victoria desde que corre en la F1, al brillar en la noche de Yeda. En una pista urbana en la que su compañero, el neerlandés Max Verstappen -vencedor en Baréin-, conservó el liderato del Mundial después de remontar desde la decimoquinta plaza en parrilla; y sólo después de marcar (en la última) la vuelta rápida en carrera. Lo que le da una ventaja de un punto sobre el mexicano en la clasificación del certamen (44-43).
Alonso, tercero en el Mundial, con 30 puntos, firmó en Arabia -donde su compatriota Carlos Sainz (Ferrari) fue sexto- su podio número cien en la categoría reina. El segundo en sólo dos semanas; el tercero en un año y cuatro meses (desde el de Qatar 2021); y el cuarto en casi nueve: espacio de tiempo que pasó desde el que había logrado en su último año con Ferrari, 2014, cuando fue segundo en Hungría.
El doble campeón mundial asturiano, la gran sensación del comienzo de temporada, firmó a orillas del Mar Rojo un podio `de ida y vuelta´, que se había ganado en pista y que recuperó después de que -una vez festejado el tercer puesto en la ceremonia de entrega de premios, junto a Verstappen y a 'Checo'- lo sancionasen con diez segundos. Por lo que durante un par de horas el tercer puesto fue del inglés George Russell (Mercedes), finalmente cuarto en Yeda.
Alonso había sido sancionado con cinco segundos por no encuadrar perfectamente el AMR23 en su cajetín (el segundo) de la parrilla de salida. Mientras cumplía esa penalización, durante su 'pit stop', uno de sus mecánicos rozó ligeramente su coche con el gato; motivo por el que, después de no haberlo hecho durante 35 vueltas, le anunciaron, tras la ceremonia del podio, la imposición de una segunda sanción de otros diez segundos.
Fernando, que en la salida había adelantado a 'Checo' -que más adelante recuperó el primer puesto- ni se inmutó por una sanción ridícula, exultante al comprobar que su coche, después de haberlo sido en Sakhir -una pista bastante abrasiva y con varias curvas lentas-, también había ido bien en Yeda. En un circuito, el más rápido de los urbanos, con unas características muy diferentes al anterior, con mucho menos desgaste para los neumáticos.
Aston Martin reaccionó con celeridad tras la carrera de Yeda. Presentó hasta siete pruebas audiovisuales de otros tantos coches que, en idéntica situación a la vivida por Alonso, no habían recibido sanción alguna; y a la FIA (Federación Internacional del Automóvil) no le quedó más remedio que rectificar y devolverle la tercera plaza al genial piloto asturiano -en su vigésima temporada en la F1, tras dos ausente: en las que ganó, entre otros, el Mundial de Resistencia (WEC) y (dos veces) las 24 Horas de Le Mans (Francia)-. Que se enteró de la noticia cuando estaba prácticamente subido ya al avión de salida de Arabia Saudí.
La F1, en la que cada vez cobra más importancia el idioma español (Sainz ocupa el cuarto puesto de la general, con 20 puntos: los mismos que suma el séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton, de Mercedes), llega este fin de semana a su tercer escenario de la temporada: el circuito semiurbano de Albert Park.
La de Melbourne es una pista de 5.278 metros y catorce curvas (cinco de ellas a la izquierda); de tracción y curvas de celeridad media, en la que la velocidad punta no es tan determinante. Y en la que, en seco -el martes llovió en la capital del estado de victoria-, se rodará con neumáticos de la gama de compuestos intermedia. La misma que se usó en Yeda; es decir: los C2 (duros, reconocible por la raya blanca), los C3 (medios, raya amarilla) y los C4 (blandos, roja).
Por las características de la pista, diferentes a las de las anteriores; después de este Gran Premio se podrá tener una proyección más aproximada de lo que se puede esperar de una temporada, la más larga de la historia, que se cerrará en Abu Dabi el próximo 26 de noviembre después de un total de 23 carreras.
Alonso vuelve al circuito en el que debutó en la F1 hace ya 22 años; y en el que logró, en 2006 -el año de su segundo título- una de sus 32 victorias en la categoría reina, en la que obtuvo la primera hace casi veinte años; y la hasta ahora última hace casi diez.
En Albert Park, el año pasado 'Checo' acabó segundo, por detrás del monegasco Charles Leclerc, compañero de Sainz en Ferrari. La escudería más laureada de la historia, que no pasa del cuarto puesto en el Mundial de constructores, encabezado ya claramente por Red Bull; y en el que Aston Martin y Mercedes comparten la segunda plaza.
En Australia, Fernando también sufrió el accidente más espectacular de su carrera en la F1, en 2016; cuando, tras tocar, cuando iba a adelantarlo, el Haas del mexicano Esteban Gutiérrez, salió disparado, dando varias vueltas de campana; antes de salir, por fortuna, prácticamente ileso (dada la magnitud del percance) del McLaren que pilotaba esa temporada.
Los entrenamientos libres para el tercer Gran Premio del curso arrancarán el viernes (durante la noche de este jueves al viernes, en horario centroeuropeo) y se completarán el sábado, horas antes de la calificación; que ordenará la formación de salida de la carrera. Prevista a 58 vueltas, para completar un recorrido de 308,1 kilómetros; y cuya salida se dará a las 05:00 horas GMT: las siete de la mañana en horario peninsular español.
Alonso volverá a ser el centro de atención. No deja frío a nadie. Y desde Miami (EEUU) recibió el mensaje de apoyo de otro grande del deporte español: el número uno del tenis mundial, Carlos Alcaraz, astro murciano; que al firmar en la cámara tras eliminar al estadounidense Tommy Paul en octavos del torneo de Florida, advirtió de que "la 33 llegará pronto". En clara referencia a la siguiente victoria del genio astur; esperada con ansias por todos sus seguidores.