Este domingo se disputa una de las carreras más legendarias del automovilismo mundial, las 500 Millas de Indianápolis, y el español Álex Palou (Chip Ganassi) sueña con ganarlas desde la histórica pole conseguida hace una semana.
"La recompensa que te dan a nivel mediático y de reconocimiento es para toda la vida", afirmó a EFE.
"Es una carrera muy difícil. Son 200 vueltas, 500 millas, cinco o seis pit-stops. Es una carrera muy mental", agregó.
Pero a su vez, el prestigio es inmenso dentro del mundo del automovilismo: "A los pilotos que lo han logrado se les presenta como 'ganador de las 500 Millas'. Y sobre todo en Estados Unidos es muy grande".
Con una enorme ilusión por triunfar en esta carrera, Palou tiene ante sí la opción de completar un mes perfecto en Indianápolis tras ganar el GMR Grand Prix hace un par de semanas en el mismo trazado y obtener la pole de las 500 Millas. El monoplaza, además, es uno de los más rápidos de la parrilla.
"Usaremos otro coche diferente. No todos los equipos tienen la posibilidad de tener un vehículo completamente distinto. Nosotros, sí. Tiene otra aerodinámica, cambian el suelo, pontones, alerones delantero y trasero... Nosotros tenemos el mismo que el año pasado. Era muy rápido y espero tener la misma velocidad", explicó.
Será su cuarta carrera en el legendario óvalo y en las tres anteriores sucedió de todo, accidentes incluidos.
"He aprendido un montón cada año. Sobre todo cómo estar más cómodo en tráfico. Lo más complicado es llegar al último tramo siendo primero o segundo, que es lo más importante, lo que más opciones te da para ganar. El año pasado lideramos cuarenta de las primeras sesenta vueltas y no sirvió para nada. Si no aciertas con la estrategia te vas al final. Estamos mejor que el año pasado, espero que sea suficiente para ganarlas", argumentó.
Hay tres nombres destacados para beber el domingo la botella de leche, que es el honor reservado al ganador de las 500 Millas. Uno de ellos es el de Palou y junto a él aparecen el mexicano Pato O'Ward (McLaren) y el veterano australiano Scott Dixon (Chip Ganassi).
O'Ward las correrá por cuarta ocasión y en las tres anteriores siempre acarició el triunfo: sexto en 2020, cuarto en 2021 y segundo el año pasado tras el sueco Marcus Ericsson.
Esta vez partirá desde la segunda línea con el quinto mejor tiempo en la clasificación.
Dixon ya las ganó en 2008 cuando, como Palou, también logró ser el más rápido en la clasificación. El australiano partirá esta vez desde la segunda línea de parrilla con el sexto mejor registro.
El neerlandés Rinus Veekay (Ed Carpenter) y el sueco Felix Rosenqvist (McLaren) supieron sacarle también mucho partido a sus motores Chevrolet y saldrán desde la primera línea de salida.
No obstante, no se puede hablar de la Indy 500 y no contar con Helio Castroneves (Meyer Shank) entre los favoritos. El brasileño ya lo ha ganado en cuatro ocasiones y aspira a ser el piloto con más victorias de la historia en ese óvalo. Superaría en ese caso a leyendas como Rick Mears, Al Unser y AJ Foyt, que también son 'tetracampeones'.
Tras el 'Carb Day', el japonés Takuma Sato (Chip Ganassi) volvió a demostrar su sintonía con esta carrera, que ya ganó en dos ocasiones (2017 y 2020), y obtuvo el mejor tiempo del viernes con 86 vueltas completadas.
Agustín Canapino (Juncos Hollinger) debuta en las 500 Millas y lo hará portando orgulloso las franjas albicelestes. Será el cuarto argentino en pilotar allí, 83 años después del último (Raúl Riganti en 1940).
El piloto de Juncos sorprendió en la última práctica del viernes consiguiendo el sexto mejor tiempo y fue el primero durante unos minutos. Este domingo partirá desde atrás: la novena fila con el 27º mejor crono.