El presidente del Lugo, Tino Saqués, asumió su responsabilidad en el descenso del equipo gallego después de once temporadas seguidas en LaLiga SmartBank (con él desde 2015), reconoció que ningún protagonista del club "se libra" de culpa, abogó por "reinventarse" y anunció una reestructuración.
Un mes después de que se consumara el descenso a Primera Federación, el dirigente dio explicaciones en una rueda de prensa en el Anxo Carro que había programado para el jueves, pero que se pospuso un día y que superó la hora de duración.
"Estuvimos muchas temporadas en el alambre, pero nunca piensas que (el descenso) puede pasar. En nombre del club y del mío propio, pido disculpas por el resultado de esta temporada. El primer responsable soy yo. Lo asumo sin medias tintas y siento el fracaso como propio", admitió.
El accionista mayoritario del Lugo dijo que "todos los protagonistas" que estuvieron "implicados en la construcción" de la plantilla y "en el desarrollo de la temporada, en la toma de decisiones", tienen "responsabilidad".
"Nadie se libra. Ni consejo de administración, ni presidente, ni cuerpos técnicos, ni jugadores. No estuvimos a la altura de la categoría", reconoció.
Saqués recordó las limitaciones presupuestarias que ha tenido el Lugo en la categoría plata.
"Nosotros prácticamente no nos podemos equivocar en nada para conseguir la permanencia. El límite salarial es de 4 millones de euros, no llega a eso, y el siguiente más bajo es de 6 millones. Tenemos que darnos cuenta de lo difícil que es confeccionar un equipo competitivo con estos condicionantes", declaró.
El presidente señaló el partido ante el Racing de Santander el 19 de marzo, con polémica arbitral en los últimos segundos, cuando los cántabros le empataron (1-1), como clave en el descenso.
"No hay ingredientes mágicos. Magia es lo que hubo que hacer para estar once temporadas en Segunda. Hay equipos con potencial de Primera División que han estado o están en la tercera categoría, Mallorca, Elche, Murcia, Deportivo, con masas sociales importantísimas, con ciudades con un potencial brutal", precisó.
El dueño del Lugo también se refirió a los encontronazos de varios jugadores con la afición, tanto en el Anxo Carro, con Javier Avilés como protagonista, como en las redes sociales, caso de Xavi Torres.
"Cuando las cosas van mal afloran conductas que no son deseadas. La temporada fue dura para todo el mundo", indicó el mandatario rojiblanco, quien desveló que el club habló con Xavi Torres, este pidió disculpas y la entidad tomó "medidas correctoras para que no vuelvan a suceder" estos episodios.
Saqués indicó que "no queda otra cosa que aprender de los errores, mirar adelante, reinventarse y empezar un proyecto nuevo".
"Es viable el Lugo en Primera Federación. El Lugo tiene una historia. Data de 1953 y lleva once temporadas seguidas en fútbol profesional. Eso le avala para competir en Primera Federación por volver al fútbol profesional. Ese es el objetivo. No hay otro", sostuvo.
El dirigente consideró al Lugo un "club atractivo" en Primera Federación y dijo que así lo están "percibiendo" porque "nunca tantos entrenadores, técnicos o jugadores" se han ofrecido al equipo para la próxima temporada.
Saqués anunció "una reestructuración importante" en el club, empezando por la dirección deportiva, que tendrá un nuevo inquilino y de la que seguirá formando parte Wagner Molina, actual secretario técnico.
El presidente indicó que el nuevo responsable del área deportiva "va a participar" en la decisión de quién será el entrenador, puesto al que opta el actual, Íñigo Vélez de Mendizábal, con el que "hubo conversaciones".
Igualmente, anunció que el Lugo pondrá "mecanismos a nivel social para que el proyecto sea sólido, sostenible y salga con unos buenos cimientos" en la categoría de bronce.
Saqués promoverá un "plan de expansión y desarrollo social en Lugo y provincia" y dio la bienvenida a lo que denominó "la nueva 'era albivermella' (rojiblanca)".
"Necesitamos de todos para que todo el mundo se suba al barco. Dejemos de una vez por todas tanta fractura social, tanta crispación. Llevamos ocho años diciendo que el club va a bajar. Claro, algún año toca. Si vemos clubes similares, en estos once años, la Ponferradina estuvo tres años en Segunda B y el Mirandés, dos", advirtió.