Mauricio Pellegrino se estrenó en el Cádiz con un empate sin goles, contuvo la sangría defensiva de su equipo y apagó la euforia del Athletic, que no encontró la forma de desarbolar el entramado planteado por el técnico argentino.
En un encuentro sin apenas ocasiones, un par de acciones de Unai Simón, a disparos de Rubén Alcaraz y Chris Ramos, fueron suficientes para convertirse en el mejor jugador del partido.
El partido enfrentaba a dos equipos con objetivos muy diferentes. Mientras el Athletic buscaba asentarse en posiciones de Champions, tras su éxito copero frente al Barcelona, los amarillos no habían ganado ninguno de sus últimos 17 encuentros de la liga. Esta pésima racha supuso la destitución de Sergio González y la llegada de Mauricio Pellegrino, que se estrenaba en el banquillo gaditano.
Pellegrino introdujo en su primer once titular dos cambios, entrando Iza Carcelén y Sobrino en las posiciones de Zaldúa y Sergi Guardiola. Por su parte, Valverde optó por siete cambios en el Athletic para refrescar al equipo tras el esfuerzo de jugar la Copa del Rey el miércoles.
En los primeros compases del partido, el Cádiz se ubicó en el campo con un sistema de 4-4-2, actuando Rubén Sobrino como delantero cerca de Chris Ramos. Precisamente de Ramos fue el primer intento cadista en ataque, pero su cabezazo al saque de una falta se marchó desviado.
El Cádiz, que en las jornadas anteriores parecía hundido y sin capacidad de reacción, iba ganando confianza a cada minuto. Que en el partido no ocurriesen apenas acciones en las áreas ayudaba a asentarse al nuevo equipo de Pellegrino.
Ninguno de los dos equipos lograba hacerse dueño del partido, tanteándose mutuamente sin existir un dominador claro.
Desde muy lejos disparó Alcaraz, que estampó el balón en una pierna visitante. El Cádiz se atrevía más en ataque, pero sin apenas peligro. Enfrente, un Athletic que sólo generó peligro en saques de esquina, pero la defensa local ganó la partida.
Salvó Unai Simón el gol del Cádiz con una gran parada a un lanzamiento directo de falta de Alcaraz. Vesga había cortado de raíz una acción individual de Robert Navarro, lo que le supuso la primera tarjeta amarilla del partido y la opción de disparo a balón parado para los amarillos.
A la media hora, Iván Alejo probó fortuna dos veces. Primero con un disparo que se marchó alto y al instante con un remate de cabeza que se perdió cerca del poste rojiblanco. Acto seguido, Adu Ares también se atrevió a disparar tras un recorte, pero su punto de mira estaba demasiado alto. Parecía animarse el partido, hasta entonces dominado por el juego en el centro del campo.
El Athletic cedía terreno a un Cádiz más atrevido y obligado por su situación. Con este panorama, también cadista fue la siguiente ocasión, esta vez de Sobrino, que remató tras control y giro, pero abortó el peligro Unai Simón de nuevo.
Al Athletic, espeso, no le salían las jugadas a la contra. El poderío ofensivo vasco era evidente, pero el equipo de Valverde no tenía su mejor tarde y apenas generó en ataque.
Tras el paso por los vestuarios, el guion del partido no varió, así que Valverde tomó cartas en el asunto con un triple cambio en el minuto 52: entraron Yuri, Sancet y Jauregizar en los lugares de Lekue, Vesga y Unai Gómez, los dos primeros amonestados.
Con estas variantes, el equipo vasco se hizo con el timón del partido y le comió el terreno al Cádiz, pero Pellegrino no tenía previstos cambios de momento.
Un centro mal despejado por Ledesma envió el balón hacia atrás provocando un nuevo saque de esquina para los visitantes, aunque se botó sin consecuencias.
Un golpe dejó fuera de combate a Adu Ares, el futbolista más activo en ataque de los rojiblancos. En su lugar entró Nico Williams para coincidir con su hermano mayor sobre el terreno de juego.
Quemó las naves Valverde a falta de veinte minutos. Villalibre dejó su sitio al habitual delantero centro titular: Guruzeta. Y reaccionó por fin Pellegrino en el minuto 72 dando entrada a Sergi Guardiola en lugar de Sobrino, formando así una doble punta más clara, pero perdiendo la ayuda en defensa que siempre ofrece Sobrino.
Insistía en ataque mucho más el Athletic, con más titulares en el verde, pero no terminaba de hilvanar jugadas claras ante un Cádiz cada vez más nervioso.
A falta de cinco minutos, Pellegrino pareció dar por bueno el empate, retirando a Chris Ramos para dar entrada a Álex Fernández en un movimiento que reforzó el centro del campo a costa de dejar aislado en ataque a Sergi Guardiola.
Guruzeta estampó el balón en Fali al sacar una falta al borde del área en el último minuto del tiempo reglamentario, al que se sumaron cinco minutos más, pero sin opciones de ganar para ninguno de los dos equipos.
Cádiz: Ledesma; Iza, Fali, Chust, Pires; Alcaraz, Escalante; Alejo, Robert Navarro (Brian Ocampo, m. 79), Sobrino (Sergi Guardiola, m. 73); y Chris Ramos (Álex Fernández, m. 85).
Athletic: Unai Simón; De Marcos, Yerai, Vivian, Lekue (Yuri, m. 52); Mikel Vesga (Sancet, m. 52), Ánder Herrera; Adu Ares (Nico Williams, m. 61), Unai Gómez (Jauregizar, m. 52), Iñaki Williams; y Villalibre (Guruzeta, m. 70).
Árbitro: Busquets Ferrer (comité balear). Amonestó con cartulinas amarillas a Vesga (m. 23), Lekue (m. 45+1), Alcaraz (m. 47), Fali (m. 73), Alejo (m. 78) y Escalante (m. 89).
Incidencias: Partido de la jornada 22 de Primera División, disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 18.839 espectadores.