El Ayuntamiento de Madrid ha inaugurado este miércoles un busto con la efigie de Luis Aragonés en el distrito de Hortaleza, donde nació y se crió el legendario futbolista del Atlético de Madrid y luego entrenador de numerosos clubes, alcanzando su mayor reconocimiento como seleccionador nacional.
Coincidiendo con el noveno aniversario del fallecimiento de Luis Aragonés, el Ayuntamiento ha organizado un homenaje al que han asistido los familiares del ‘Sabio de Hortaleza’; numerosos exjugadores del Atlético de Madrid y de otros clubes, como Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid; el actual presidente del Atlético, Enrique Cerezo; o el exalcalde José María Álvarez del Manzano.
Decenas de vecinos y aficionados del Atlético de Madrid se han congregado en la plaza de Chabuca Granda, donde se ha colocado el busto, para presenciar el acto, que ha contado con el periodista Petón como maestro de ceremonias.
El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha destacado que, aunque son los hinchas colchoneros los que sienten “más suyo” a Aragonés, “Luis es de todos”, pues con su trayectoria “traspasó las fronteras de las aficiones”.
Ha destacado además la necesidad de recordar “en mayúsculas” a aquellos “que fueron grandes en esta ciudad” y que “nos hicieron mejores a todos”.
Y ha aplaudido la labor del concejal presidente del distrito de Hortaleza, Alberto Serrano, promotor de la iniciativa y que ha demostrado, a ojos de Almeida, que “se puede estar en política y estar muy cercano a la gente”.
También ha tomado el estrado el hijo mayor de Luis Aragonés, que comparte su nombre, quien ha agradecido este homenaje al Ayuntamiento y la asistencia de los aficionados, algunos de los cuales se han animado a corear el nombre de Aragonés.
Aunque se formó en varios equipos madrileños, entre ellos el Real Madrid, Luis Aragonés pasó los mejores años de su carrera en el Atlético de Madrid, donde ganó tres Ligas y dos Copas y, por añadidura, disputó la final de la Copa de Europa de 1974, que el conjunto rojiblanco perdió en el partido de desempate contra el Bayern de Múnich.
Al año siguiente, Aragonés debutó en el banquillo del club de su vida, ganando la Copa Intercontinental contra el Independiente argentino.
Iniciaría después un largo periplo por los banquillos españoles que le llevaría a recalar en Betis, Barcelona, Espanyol, Sevilla, Valencia, Oviedo y Mallorca.
Volvería en varias etapas al Atlético de Madrid, la última en el año 2001, cuando los colchoneros estaban en Segunda División, logrando el ascenso de la mano del técnico madrileño.
Pero Aragonés alcanzaría la inmortalidad como seleccionador nacional, asumiendo el mando del combinado español en 2004 y dirigiendo un ciclo de cuatro años que culminó con la conquista de la Eurocopa de 2008, punto de partida de la etapa más exitoso en la historia del fútbol español.
Tras dejar la selección, dirigió un año al Fenerbähce turco antes de retirarse definitivamente.