El gran desafío de Luis de la Fuente se tiñe del azul Saboya que viste Italia en el duelo de dos equipos en plena regeneración. Un clásico del fútbol europeo que cumple su cuadragésimo capítulo. Un duelo mayúsculo que mide al técnico español como seleccionador. La oportunidad para España de conquistar un título once años después, en una Liga de Naciones en la que ya acarició la gloria.
El inesperado adiós de Luis Enrique tras un Mundial 2022 decepcionante dio paso a la apuesta por Luis de la Fuente. Perfecto conocedor de la cantera de la selección en tiempos de relevos generacionales, su perfil era el adecuado para la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Se estrenó con mejor resultado que sensaciones en su triunfo (3-0) frente a una Noruega sin el temible Haaland y se estrelló en Escocia (2-0).
A su sorprendente apuesta, hasta ocho cambios en diez jugadores de campo que iniciaron el partido, se sumó la mala imagen de España y la falta de autocrítica tras una derrota que sembró dudas. Las ha silenciado la RFEF para trasladar confianza al técnico y jugadores antes de la fase final de la Liga de Naciones, pero De la Fuente es consciente de lo que se juega. “Lo veo como si fuera mi último partido”, aseguró en la víspera. La exigencia es máxima.
Ante ella, ha recurrido al regreso de jugadores que vivieron la etapa gloriosa. Los últimos supervivientes del Mundial conquistado en 2010 o la Eurocopa en 2012.
Jesús Navas con 37 años y Jordi Alba con 34, sin equipo tras cerrar su ciclo en el Barcelona. También Sergio Canales, de 32 años, o Nacho Fernández, también de 32. Experiencia entre revolución y revolución de cada convocatoria. De los titulares en la dura derrota de Glasgow tan solo cinco estarán en la Liga de Naciones.
Italia, actual campeona de Europa, llega a la cita con la doble herida todavía abierta de haberse perdido las dos últimas citas mundialistas y con ganas de demostrar que sigue siendo competitiva.