Los coruñeses que creyeron ver este martes por la calle a Borja Iglesias seguramente estén en lo cierto. El futbolista del Betis se dejó ver por la ciudad y accedió amablemente a hacerse fotos con todos los fans, que fueron muchos, que le reconocían en los locales de hostelería donde se lo encontraron.
Uno de ellos fue O Cabo, en la calle Picavia, a donde acudió El Panda, como es conocido, a comer en esta visita a A Coruña. Allí tomó zamburiñas, otros productos gallegos y la famosa tortilla, una de las especialidades del local.
El jugador está de plena actualidad debido a los insultos homófobos que recibió en redes sociales por la indumentaria que vistió en una boda a la que acudió con su compañero de equipo Aitor Ruibal. Los comentarios han llevado a Borja Iglesias, que suele pintarse las uñas con una manicura llamativa y así lo demuestra en sus stories de Instagram, a manifestarse en Twitter sobre el camino que todavía queda por recorrer para evitar actitudes retrógradas y machistas.
Para el delantero bético, 'cada vez que suceden este tipo de situaciones en referencia a las fobias que todavía existen', le dan 'fuerza para seguir peleando para que cada uno haga y disfrute consigo y con los demás como le dé la real gana'.
'Y a los que estáis todavía en la prehistoria os mando mucho ánimo, tiene que ser muy difícil no evolucionar y seguir condicionándose a uno mismo en lugar de disfrutar de lo preciosa que es la vida', subraya.