La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, volvió a señalar este lunes a los aficionados del Liverpool que, según ella, son quienes provocaron el caos a la entrada del partido final de la Liga de Campeones el sábado, que obligó a retrasar su inicio 35 minutos.
"Hay que tener presente que había un flujo de aficionados británicos del Liverpool sin entradas o con entradas falsas. El prefecto estimó esta acumulación en entre 30.000 y 40.000 personas, lo que supone un exceso de personal de más del 45 %", dijo Oudéa-Castéra en la emisora RTL.
Tras la polémica actuación de las fuerzas del orden, que intentaron dispersar a la multitud que se agolpaba en torno al Estadio de Francia, situado en la periferia de París, con gases lacrimógenos, la ministra defendió que las fuerzas de seguridad recibieron una presión "excepcional".
"Fueron los que más dificultades tuvieron para controlar los flujos. Luego se optó por levantar la primera zona de filtrado, sobre todo por la proximidad de la autopista, que creaba riesgos para la población", continuó.
Según Oudéa-Castéra, que hasta su entrada al Gobierno hace una semana era directora general de la Federación Francesa de Tenis, la decisión de la policía fue finalmente dejar entrar a la gente en la explanada, en una segunda zona donde había torniquetes, pero "como las entradas eran falsas, los torniquetes estaban bloqueados".
"Se produjo una concentración en la explanada, lo que creó problemas de seguridad y una congestión que generó una espera extraordinariamente frustrante para la gente", añadió.
Este lunes, a las 11.00 hora local (09.00 GMT) las autoridades que intervinieron en la organización del partido se reunirán en París para intentar evaluar los problemas que se registraron el sábado y garantizar que estos no se repitan en el futuro, especialmente con el temor de Francia a verse señalada a dos años de la organización de los Juegos Olímpicos. En 2023, Francia acoge, además, el Mundial de Rugby.
Interrogada sobre los numerosos vídeos que mostraban a jóvenes sin colores que los identificaran como seguidores del Liverpool o el Real Madrid saltando las vallas, la ministra le restó importancia vinculándolo a la concentración de espectadores en la explanada.
"Cuando tienes esta concentración de personas, hay tentativas de forzar las puertas del Estadio en las que, efectivamente, los jóvenes del barrio intentaron colarse. Hubo un conjunto de dificultades", admitió.
Según ella, la actuación de la Policía buscaba evitar que se produjera una catástrofe de invasión del estadio que perturbara el partido.
Además, lamentó la decisión de la UEFA de aceptar la entrega de entradas en papel.
La UEFA "aceptó que no hubiera un uso exclusivo de la aplicación móvil, que genera billetes inclasificables e intransferibles. El Liverpool pidió que no hubiera uso de esta aplicación móvil. La UEFA aceptó y creo un circuito de entradas de papel que creó un desbordamiento", apuntó.
La ministra alabó que el Real Madrid, que se impuso en el partido logrando su decimocuarta Liga de Campeones, preparara la llegada de sus aficionados con autobuses desde el aeropuerto y otros ejes de organización, y lamentó que el Liverpool no controlara a sus aficionados de la misma forma.