No se presupone ya ningún margen de error de aquí al término de la temporada ni para el Espanyol, por la permanencia, ni para el Atlético de Madrid, por el segundo puesto, enfrentados en su enésima y antepenúltima final en LaLiga Santander en el RCDE Stadium, un desafío total que comprueba la supervivencia blanquiazul y la vitalidad del equipo rojiblanco.
Aún en una situación límite, todavía en puestos de descenso, a un punto de la salvación, el Espanyol se la juega en las tres últimas jornadas, encomendado al efecto de su victoria en Vallecas (1-2).
En su mejor momento de la campaña, ya clasificado por undécimo año seguido para la Liga de Campeones y con diez victorias en las últimas doce jornadas, el Atlético defiende su segunda plaza del acecho a dos puntos del Real Madrid.
Como alerta añadida, el 1-1 de la primera vuelta en casa contra diez. O el partido del pasado curso en el Metropolitano, cuando ganó por 2-1 con un penalti con el tiempo ya cumplido.