El Barça, que ya había celebrado la Supercopa de España y la Primera Iberdrola, completó el triplete nacional de la temporada al revalidar el título de la Copa de la Reina tras derrotar con autoridad prevista al Sporting de Huelva (6-1) en Alcorcón.

El cuadro de Jonatan Giráldez, que tan solo ha dejado escapar la Liga de Campeones ante el Olympique Lyon, cumplió con el guión ante un rival inferior, aunque, como es habitual, muy bien armado atrás, y que incluso hasta pudo adelantarse en el marcador a los 19 minutos, cuando, tras un cabezazo al palo de Anita Marcos, la estadounidense Hannah Keane, a puerta vacía y dentro del área pequeña, remató alto.

Incluso tuvo arrestos el equipo andaluz para no rendirse, para mantener su idea de encuentro, y acortó distancias poco después de la hora de partido (2-1) por medio de su capitana, Sandra Castelló. El choque ganó en emoción, pero se quedó ahí. Duró once minutos, hasta que la helvética-croata Ana Maria Crnogorcevic volvió a ampliar la ventaja y Claudia Pina, la neerlandesa Lieke Martens y Alexia Putellas dieron la puntilla.

Fueron los únicos sobresaltos que tuvo el Barça para certificar el triplete, su noveno título copero -el tercero consecutivo-, porque su superioridad quedó manifiesta ante el Sporting, que perseguía el segundo tras haber ganado en 2015 al Valencia y tras plantarse en la final después de sorprender a conjuntos como Atlético de Madrid y Granadilla Tenerife.

Volvió a dar la cara el equipo que dirige Antonio Toledo pero no le dio para culminar su sueño ante el tremendo potencial del conjunto azulgrana. Solamente cedió en el tramo final.

Su planteamiento, basado en el bloque y en las ayudas atrás, a la espera de encontrar alguna contra con Anita Marcos y la veloz Fatou Kanteh, complicó de entrada la vida a las de Giráldez y hasta les propinó ese susto y otro, menor, con una vaselina de esta última que se marchó fuera.

Perdonó el Sporting Huelva y ante rivales del nivel del Barça se paga. Para colmo tuvo hasta mala fortuna. Poco después de la clamorosa ocasión que desperdició Keane, se cumplió la máxima.

Marta Torrejón enganchó un cabezazo que se estrelló en el palo. El balón tocó en la espalda de Dolan y cuando entraba Fish trató de sacarlo en la misma línea, pero se estrelló de nuevo en la portera estadounidense y se convirtió en el 1-0.

Sin tiempo apenas para que el Sporting pudiera reponerse, otro testarazo, esta vez a la salida de un córner de Mapi León se convirtió en el 2-0, marcador que comenzaba a ser claro, pero no definitivo porque las pupilas de Toledo nunca tiraron la toalla y el Barça no aprovechaba sus opciones.

En este contexto, el equipo onubense se sintió vivo. Giráldez comenzó a hacer cambios, pero no le dio tiempo a que dieran sus frutos porque al poco un par de errores seguidos en el despeje dejó el balón en las botas de Sandra Castelló. La capitana no falló y con un disparo elevado al palo contrario acortó distancias.

El anhelo onubense seguía más vivo que nunca. Pero al Barça no le tembló el pulso. Siguió mandando y llegando al ataque. Once minutos más tarde del tanto onubense, en otra acción a balón parado, en otro córner, sentenció el triunfo con un remate de cabeza Crnogorcevic, que había entrado en escena en el segundo periodo.

Claudia Pina, con un disparo desde fuera del área, la neerlandesa Lieke Martens, de cabeza, y Alexia Putellas, la mejor jugadora del mundo, pusieron la guinda en el tramo final ante un Sporting ya desfondado que resistió lo que pudo ante un Barcelona que sigue intratable en el panorama español.