El Atlético de Madrid derrotó nuevamente a Osasuna (0-2) gracias a los tantos del francés Antoine Griezmann y Rodrigo Riquelme en un choque plagado de polémica tras el gol anulado a David Garcia en una segunda mitad dominada por los navarros de inicio a fin.
Los colchoneros, repletos de bajas, salieron al césped de El Sadar imponiendo su calidad del centro del campo. Álvaro Morata tuvo la primera con el exterior de su bota derecha, pero el balón se fue lejos de la meta defendida por Aitor Fernández.
Osasuna defendió con cinco jugadores cada vez que los rojiblancos iniciaban acción, mientras que Mojica se posicionaba en la banda izquierda para atacar.
Torró estuvo a centímetros de poner el 1-0 con un zurdazo desde la frontal tras pase de Aimar. Un centro de Samu Lino al primer palo dio lugar al falló de Morata en el remate. Griezmann, escorado y con poco ángulo, adelantó a los suyos de semivolea.
Los de Arrasate buscaron por arriba a un Budimir siempre preparado para la batalla aérea. Un incisivo Johan Mojica se topó con el palo después de un potente tiro.
Osasuna quiso creer volcándose hacia la meta rival y controlando la posesión sin que el Atleti sufriese demasiado. La falta de ideas entorpeció la ofensiva local.
Buena combinación de Aimar y Areso en la banda derecha. Este último metió un fuerte pase atrás para la llegada de Chimy Ávila, pero el argentino no tuvo la puntería necesaria para igualar.
El vendaval navarro era total. Apretaron con constantes llegadas que no lograron traducir en gol. El ritmo era agotaron y el público se vino arriba. El Atlético achicó balones como buenamente pudo. Azpilicueta se llevó la ovación cerrada de El Sadar cuando ingresó en el minuto 60.
Simeone se desgañitó desde la banda para mantener a su equipo vivo y Lino se esforzó en defensa, mientras Osasuna picaba y picaba piedra en busca del premio.
El Sadar estalló, pero no por un gol. Martínez Munuera decidió anular un tanto de David García que pareció legal por falta de Aimar Oroz sobre Witsel. El estadio aumentó de decibelios mientras Arrasate se fue al vestuario expulsado con un enfado monumental.
La historia tantas veces vista se volvió a repetir. El Atlético aprovechó la única que tuvo para finiquitar un partido que se le puso muy cuesta arriba. Riquelme marcó el 0-2 en el minuto 81.
Seis minutos después, Morata, con segunda amarilla, y Chimy Ávila, con roja directa, salieron del campo tras una acción en el córner en la que se engancharon. Finalmente, el Atlético elongó su buena racha frente a Osasuna con la undécima victoria seguida.