Yeremay Hernández (Las Palmas de Gran Canaria, 2002) y Antonio Cordero ‘Antoñito’ (Jerez de la Frontera, 2006) se han subido a la chepa de los más veteranos en su primera participación en Segunda División. Ambos, aún dos chavales, se estrenan en el fútbol profesional esta temporada, pero han demostrado no tener vértigo al salto de categoría. El canario es el principal referente del ataque del Deportivo y el gaditano, la gran sensación de la ofensiva del Málaga. 21 años tiene el deportivista, 17 el andaluz y los dos ya figuran entre los mejores de la competición en la mayoría de las estadísticas.
Tanto la perla del Dépor como el joven talento del Málaga son extremos. En el caso del canario, principalmente se mueve por el costado izquierdo, aunque Idiakez lo alineó en la derecha frente al Racing de Ferrol y ante el Granada. El andaluz, por su parte, ha actuado como extremo derecho en cuatro ocasiones en el presente curso, mientras que se ha desenvuelto por la izquierda en tres jornadas.
Yeremay es puro talento, fantasía, un futbolista de la calle, con imaginación, que encara, posee un cambio de ritmo endiablado y una capacidad de regate única. De hecho, es el mayor regateador de la competición con diferencia. 35 regates ha completado el joven astro blanquiazul, que supera en diez al siguiente, Nico Fernández, del Elche, y en trece al tercero, Cristian Carracedo.
Antoñito es un extremo veloz, con mucha intensidad, un fuerte carácter y un muy buen golpeo de balón. De hecho, es el segundo futbolista de la liga que más disparos ha efectuado, con un total de 25 remates —17 del deportivista— y el tercero, junto con Yeremay, que en más ocasiones ha enviado el balón entre los tres palos, con 9 chuts a puerta.
El jugador del Deportivo no solo lidera la competición en cuanto al número de regates completados, sino que, debido a su naturaleza de gambeteador y su predisposición a encarar a sus rivales, también es el futbolista de Segunda División que más duelos ha ganado, con un total de 66 —apartado en el que el jugador del Málaga alcanza los 32— y el que más faltas ha recibido, con 20, mientras que el andaluz es el octavo con catorce.
En el caso de Antoñito, su capacidad para dar el último pase es innegable. De hecho, lidera la clasificación de asistencias, junto a Marc Mateu, del Eldense, con tres pases de gol. Ranking en el que Yeremay es tercero con dos.
Ambos futbolistas también se encuentran entre los mayores artilleros de la categoría de plata con tres goles cada uno, y en el caso de Yeremay, su notable incidencia en el juego de ataque del Deportivo también queda reflejada al comprobar que es el octavo futbolista de Segunda que más pases clave ha dado, 16. Precisamente, el líder en este apartado es otro jugador blanquiazul, Lucas Pérez, con 27.
Formado en las categorías inferiores de Betis, Sevilla, Cádiz, Xerez y Jerez FC Alternativa, antes de ingresar en la cantera del Málaga en 2021, Antoñito debutó con el primer equipo malacitano la pasada campaña, con 16 años. Fue titular en las tres eliminatorias de la Copa del Rey que disputó el conjunto andaluz, así como en uno de los 16 partidos de la liga regular de la Primera RFEF en los que participó.
Pero fue en la final del playoff de ascenso a Segunda División donde se erigió en estrella. Tras no participar ni en la semifinal ni en la ida de la final, el joven jugador andaluz entró al campo en la prórroga de la pugna decisiva por ascender al fútbol profesional entre el Nàstic de Tarragona y el Málaga.
Apenas disputó 20 minutos y cuando el partido ya estaba en el tiempo de descuento, Antoñito firmó el 2-2 que convertía al Málaga en equipo de Segunda División.
“Llevaba mucho tiempo soñando esto y qué mejor manera que marcar el gol del ascenso. Kevin me ha dicho en el descanso que iba a marcar el gol del ascenso. Larrubia también me había dicho que lo iba a marcar. Ha sido inexplicable, la verdad. Esto es el Málaga, aquí ningún compañero se rinde. Nuestra gente se merecía que llevásemos al Málaga a Segunda”, estalló de júbilo el joven futbolista tras el intenso duelo en Tarragona.
En la presente campaña, el técnico del Málaga, Sergio Pellicer, le metió desde el banquillo en las dos primeras jornadas. Jugó 13 minutos en el estreno de la Liga en Ferrol ante el Racing y marcó el 2-2. Una semana después, tuvo 21 minutos ante el Mirandés en La Rosaleda y firmó el tanto del empate contra el conjunto burgalés (1-1).
Desde entonces, ha sido titular en las cinco últimas jornadas. Participó en los dos tantos frente al Albacete (2-1), al dar la asistencia del primero y marcar el segundo. Circunstancia que también repitió en Granada (2-2), donde anotó la primera diana de los malacitanos y asistió a Nelson Monte en la segunda.
Yeremay, por su parte, dio los 3 puntos al Dépor frente al Racing de Ferrol con una genialidad, marca de la casa, y anotó dos de las cinco dianas de los blanquiazules en Albacete la pasada semana.
Además, el extremo canario asistió a Ximo en el gol del lateral derecho en Huesca (2-1) y a Lucas Pérez en la diana que sirvió para que el cuadro herculino sumara un punto en Granada (1-1).
Otros dos jóvenes que han entrado por la puerta grande en Segunda División son David Mella y Aarón Ochoa. El extremo del Deportivo ha marcado dos goles, ha repartido dos asistencias y es el jugador número 29º de la competición en regates completados (7), el 20º en pases clave (10) y el séptimo que más disparos ha efectuado, con 19 remates. Ochoa, de 17 años, ha sido citado por la sub-19 de Irlanda para un torneo amistoso en Croacia desde el 6 al 15 de octubre, y es un mediapunta que aunque aún no ha estrenado su casillero de goles y asistencias, es el encargado de dirigir el ataque del Málaga.