Esta semana hace 30 años, el Deportivo certificó por primera vez su billete a Europa. El ‘Eurodepor’ llevó el selló de Arsenio Iglesias y la clasificación se consumó con el único gol del coruñés Marcos Vales como blanquiazul. Una volea de primeras, con la izquierda, para superar en Riazor al Zaragoza, uno de los clubes a los que luego defendió en su carrera. 

“Fue un golazo”, rememora tres decenios después. “El equipo y la afición tenían un estado de ánimo y confianza en que todo te sale. En Riazor hacían la ola en cada partido y mi gol fue una parte más de la fiesta que había todo el año. Era muy ilusionante y emocionante para jugadores y afición”, explica. 

Él debutó como deportivista con 17 años. Hijo de otro exblanquiazul, Pepe Vales, el salto al primer equipo le sobrevino en plena adolescencia. De Tercera División a Primera.

“Me cogió muy de sorpresa verme metido en todo eso. El salto fue muy grande, pero también fue maravilloso. Si me dan a elegir, me habría gustado estar más rodado cuando llegué al primer equipo y así haberme quedado en él. Es lo que yo quería, jugar muchos años en el Deportivo. Pero en aquel equipo había jugadores de primer nivel mundial y yo en aquel momento estaba muy verde. Tenía 17 años y venía de Tercera”, admite. 

El salto de nivel futbolístico venía acompañado, además, por un salto cualitativo en cuanto a instalaciones. “Yo jugaba en campos de tierra, en sitios con 300 aficionados en la grada. Pasas de eso a un Riazor lleno. Luego, te vas acostumbrado, pero con 17 años...”, reflexiona treinta años después. 

El técnico que le dio la alternativa fue el recientemente fallecido Arsenio Iglesias. “Solamente le puedo estar agradecido. Me hizo debutar y es un entrenador muy querido en el Deportivo. Hizo feliz a mucha gente. El equipo hizo feliz a la afición. Es de lo que se trata. En eso fue un diez”, valora.

Vales trabaja en la gestoría familiar, que patrocina al Depor Genuine. El pasado fin de semana estuvo con el resto de patrocinadores en Riazor en el 4-0 al Algeciras. El campo, el ambiente, le cautivaron. “No puede ser más bonito e impresionante. Es un pedazo de estadio”, precisa.

Por esa afición y esa grandeza, el Deportivo es un equipo atractivo para los jugadores. “Sabiendo que los futbolistas quieren venir, a poco que se acierte debería ir para arriba”, comenta antes de analizar el playoff de ascenso. “Cuando te metes ahí es un cara o cruz... Igual que eres un club atractivo para los jugadores, tienes una presión añadida por ser el Depor. Ahí puede pasar cualquier cosa”, sostiene. 

Aquel Deportivo en el que se estrenó Marcos Vales acabó en el podio de Primera División con 54 puntos (la victoria valía dos), a tres del Real Madrid y a cuatro del Barcelona. Fue el inicio del Superdepor y la primera experiencia continental en la Copa de la UEFA, una aventura que acabó en octavos de final ante el Eintracht de Frankfurt el 7 de diciembre de 1993.