Pese a que durante una larga época fueron un clásico entre los pocos foráneos que permitía el reglamento, solo trece futbolistas originarios de las repúblicas que formaban la antigua Yugoslavia —nación desaparecida como tal hace treinta años— defendieron la camiseta del Deportivo.
El rendimiento de los primeros componentes de este top 10 dejó mucho que desear. Aunque aún fue peor el de los tres únicos balcánicos que se quedan fuera: los recientes serbios Aleksandar Jovanovic y Sasa Jovanovic —miembros de la plantilla que descendió a Segunda B en 2020— y el ochentero serbo-montenegrino Zoran Batrovic, del que un socio de Preferencia Inferior, cuando alguien dijo que tenía 31 años, se preguntó en voz alta: “¿Y no será que nació en el año 31?”. Nemanja Tosic, el último balcánico en llegar a Riazor, no tiene demasiado complicado acceder al próximo top 10 de exyugoslavos.
10. Branko Milovanovic. Llegaba como la ‘gran esperanza blanca’ y se diluyó en el post-SuperDépor. Toshack se encaprichó con él y Lendoiro pagó unos cuantos millones de pesetas —se negó a desvelar el montante de la operación en su presentación— al OFK Belgrado por su traspaso. Jugó 13 partidos como blanquiazul, solo 4 de titular, antes de convertirse en moneda de cambio con el Vitoria de Guimaraes en el fichaje de Nuno Espírito Santo en diciembre de 1996, el primer pelotazo del entonces desconocido y ahora magnate del fútbol Jorge Mendes. La llegada de Rivaldo y Corentin Martins el verano anterior cerró las puertas del equipo a un centrocampista al que sus defensores comparaban con Bernd Schuster y sus detractores veían como una mezcla de Robert Prosinecki e Ilian Kiriakov.
9. Goran Djorovic. Llegó como un ‘robo’ al eterno rival, pero el atraco fue el que pegó el central serbio —aunque nacido en Pristina, capital de Kosovo— en A Coruña. En su favor hay que decir que las lesiones cercenaron su paso por el Dépor. Con la blanquiazul apenas jugó 15 partidos (10 de titular) en dos temporadas en las que disfrutaba de una de las fichas más altas de la plantilla, por encima de los dos millones de euros. Así que cada partido suyo le costó al Deportivo alrededor de 280.000 euros. En la tercera campaña se fue cedido al Elche, en Segunda. Y al final de ese préstamo, decidió colgar las botas con solo 33 años.
8. Stiple Pletikosa. Cuarto futbolista —tras Modric, Perisic y Srna— que a día de hoy más veces ha vestido la elástica de la selección croata, con 114 caps. Su fugaz paso por el Deportivo tuvo el punto culminante de su bizarra vuelta al ruedo en Riazor, cuando pocos sabían que aquel partido de la última jornada ante el Real Madrid (0-2) suponía su despedida como futbolista profesional. Aunque en sus dos únicos partidos oficiales con el Dépor encajó seis goles, dejó una gran actuación pese a caer 4-1 en San Mamés —aquella goleada pudo ser sonrojantemente histórica— y también en Riazor frente al conjunto merengue.
7. Haris Medunjanin. El mediocampista bosnio-neerlandés jugó un Mundial, el de 2014, siendo futbolista del Deportivo. En Riazor dejó muestras de la inmensa clase que destilaba su zurda, sobre todo en el golpeo a balón parado. Fichado en agosto de 2014 después del ascenso blanquiazul y de rescindir contrato con el Gaziantepspor turco, militó campaña y media en el Dépor. Participó en 27 partidos oficiales, 18 de ellos en el once inicial, y marcó 2 goles: uno de penalti en el 2-8 del Real Madrid y el otro de sensacional libre directo en el Sánchez-Pizjuán. Su residual participación en la segunda temporada le llevó a pedir la carta de libertad para marcharse al Maccabi Tel Aviv israelí en enero de 2016.
6. Borce Sredojevic. El puesto de líbero adquirió una gran relevancia en los años 80. Tras la retirada de Ballesta, el Dépor lo buscó más allá de los Pirineos en numerosas ocasiones, con Hrstic, Arzubialde, Martín Lasarte... También con este serbo-bosnio, ya talludito, procedente del Partizan de Belgrado. ‘Relojevic’, como era conocido por algunos en la grada, dejó constancia de su clase en una sola temporada, la 1989-90, la de la promoción perdida frente al Tenerife, en la que se despidió ya con 32 ‘primaveras’.
5. Milos Hrstic. Compañero de Sredojevic en el Rijeka que estuvo a punto de eliminar al Real Madrid en la Copa de la UEFA meses antes de fichar por el Dépor. Dejó su sello también en una sola temporada, mucho antes, la 1985-86, la de los ‘niños del ascenso’. Elegante y fino líbero de gran planta que había sido internacional con Yugoslavia, pero que a día de hoy defendería a la selección de Croacia. En A Coruña jugó 31 partidos, todos de titular. El último de ellos fue aquella dramática derrota frente al Oviedo con más de 5.000 deportivistas en las gradas del viejo Carlos Tartiere.
4. Dragi Kanatlarovski. Único macedonio en la historia del Deportivo, aunque a su llegada a A Coruña, en el verano de 1990, era internacional por Yugoslavia, todavía en pie —y no de guerra—. Principalmente mediocentro defensivo, aunque en numerosas ocasiones jugó como central, rindió a buen nivel pese a que estaba lejos de ser un esteta, pues jugaba aún más tieso que Juan Domínguez. En su fútbol mandaban la practicidad y la contundencia. ‘Katakloski’, como le llamó alguna vez el desaparecido speaker José Luis Naya a través de la megafonía de Riazor, asistió a ‘Stoja’ en el gol que cerró el regreso a Primera en 1991 y en dos temporadas —una en cada categoría— sumó 69 encuentros (58 en el once inicial) y firmó un tanto, en un 4-2 al Sabadell.
3. Slavisa Jokanovic. Uno de los mejores mediocentros que han pasado por Riazor. El internacional serbio fue crucial en la conquista del título liguero de Primera División 1999-00. Su parecido con el actor de cine de acción Jean-Claude Van Damme iba más allá del físico, porque dominaba el arte del sopapo como pocos y, además, se escondía muy bien de ello ante los árbitros. Fue titular en 20 encuentros de la Liga del Dépor —por 33 de Mauro Silva y 25 de Flavio Conceiçao— y, recién comenzado el curso siguiente, tras ser titular en la Supercopa frente al Valencia, se marchó a la Premier para jugar en el Chelsea de Claudio Ranieri, Gianfranco Zola y Jimmy Floyd Hasselbaink. Totalizó 33 presencias y 3 tantos con el Dépor. Y solamente le mostraron 9 cartulinas amarillas y una roja.
2. Zoran Stojadinovic. Autor de los históricos goles del ascenso de 1991 ante el Murcia, marcó 12 durante aquella campaña, al inicio de la cual llegó procedente del Mallorca y en la que compartió delantera con Peio Uralde. Boronat no contó con el ariete serbio en Primera —Claudio le adelantó por la derecha— y acabó yéndose al Figueres, entonces en Segunda, en el verano de 1992, con la llegada de Bebeto. Su balance en A Coruña es de 34 partidos y 13 goles, pero aquellos dos tantos para la eternidad le elevan a la segunda posición de este ranking.
1. Miroslav Djukic. Llegó para apuntalar al equipo que buscaba devolver el fútbol de Primera a Riazor tras 18 años de ausencia, aunque lo hizo de casualidad. Ballesta se fue a Belgrado a por Ilija Najdoski, pero vio a un desconocido centrocampista que, justo ese día, jugó de líbero por necesidades de su equipo. Y aquí se quedó aquellos últimos cinco partidos —antes se podía fichar hasta que restaban esas jornadas para el final— del curso 1990-91 y otras seis temporadas. El serbio disputó 271 partidos oficiales y anotó 12 goles. Para la eternidad queda el penalti que tuvo en sus botas para dar al Dépor el primer título liguero, pero también su elegancia, su clarividencia y sus inimitables arrancadas desde la defensa.