El Deportivo ha visitado Cartagena en diez ocasiones, aunque solamente ha jugado tres partidos en el estadio Cartagonova, inaugurado en 1988. Los otros siete tuvieron como escenario El Almarjal, un recinto ya desaparecido. Los blanquiazules pisarán este sábado el actual feudo del Cartagena por cuarta vez. Uno de los tres encuentros anteriores corresponde a uno de los momentos más memorables de la historia deportivista, pese a tratarse de un amistoso: el día en que el SuperDépor le hizo un siete al Bayern Múnich.

14 de agosto de 1995. La ciudad de Cartagena acoge el I Trofeo Cartagineses y Romanos. Frente a frente, Deportivo y Bayern Múnich. Los blanquiazules acuden como flamantes campeones de la Copa del Rey. Los bávaros, en plena transición después de un mal año: sextos en la Bundesliga y semifinalistas de la Champions League, donde caen a manos del Ajax de Louis van Gaal.

Hay cambio de ciclo en ambos banquillos. Al Dépor llega John Toshack, para suplir a Arsenio Iglesias, que en la final del diluvio dice adiós al vestuario deportivista para siempre. En el Bayern se estrena Otto Rehhagel tras la salida del italiano Giovanni Trapattoni.

Es el verano en que ‘JB’ trae a Rafa Martín Vázquez, ‘Txiki’ Begiristain, Branko Milovanovic y Dmitri Radchenko. El primero no puede jugar en Cartagonova. Se lesiona de gravedad a los tres minutos del primer partido de pretemporada, la semifinal del Trofeo Cidade Invicta, en Das Antas ante el Oporto. El técnico galés tampoco puede contar con Mauro Silva, Villarroya y Liaño.

El Bayern invierte un buen dinero en el mismo número de incorporaciones: el suizo Ciriaco Sforza, el austríaco Andy Herzog y los internacionales germanos Thomas Strunz y, sobre todo, Jürgen Klinsmann. Ni el primero ni el último viajan a tierras murcianas. Tampoco lo hacen otros hombres importantes, léase Oliver Kahn, Christian Ziege, Markus Babbel, Alain Sutter o el sempiterno Lothar Matthäus.

Pese a todo, el Bayern forma un once competitivo: Probst; Kreuzer, Helmer, Frey; Strunz, Hamann, Nerlinger, Herzog, Zickler; Papin y Kostadinov. A lo largo del partido saltan al césped dos futuras estrellas como Kuffour y Scholl, además del portero suplente Tomic y Witeczek.

El Deportivo se presenta en Cartagena con Canales; Voro, Djukic, Ribera; Alfredo, Manjarín, Donato, Fran, Nando; Begiristain y Bebeto. También juegan Paco, Milovanovic, Aldana, Julio Salinas –que días después pone rumbo al Sporting de Gijón– y López Rekarte.

Los blanquiazules hacen trizas la zaga alemana en los primeros diez minutos. Un pase en profundidad de Fran lo cruza Bebeto, tras ganar la carrera a Kreuzer, al fondo de las mallas (1-0, min. 6). Una maravillosa combinación entre Bebeto –de espuela–, Manjarín y Begiristain la corta en falta Strunz en la media luna. Donato, incrustado en la barrera, desvía el libre directo del brasileño, el palo devuelve la pelota y Fran remacha cual delantero centro (2-0, min. 9).

El internacional ‘canarinho’ aumenta su cuenta con el tanto más bello de la noche. Bebeto remata acrobáticamente, de media chilena, una pared por alto con Manjarín (3-0, min. 36). El hat-trick del ‘11’ llega ya en la segunda mitad. Manjarín encuentra el desmarque de Begiristain, que se planta ante Tomic y cede a su derecha para que Bebeto anote a puerta vacía (4-0, min. 51).

Begiristain, después de colarse hasta la cocina, casi desde la línea de fondo y con la ayuda en última instancia de Strunz, amplía distancias dos minutos después (5-0, min. 53). El propio lateral germano deja a su equipo en inferioridad al ver, segundos después, la segunda amarilla por una patada sobre Manjarín.

Con superioridad numérica, el Dépor anota dos goles más. Begiristain sirve al hueco para Aldana, que cruza el esférico ante la salida del portero alemán (6-0, min. 62). La cuenta la cierra Fran, que recibe completamente solo dentro del área una asistencia de Aldana (7-0, min. 66). Los coruñeses no se ensañan con un rival superado en todos los aspectos. Pese a todo, Tomic evita goles cantados de Alfredo o Begiristain. El vasco, además, estrella un remate en el travesaño. El Bayern incluso marca por medio de Papin, aunque el tanto es anulado por fuera de juego.

El Deportivo se alza con un trofeo único, el más grande de los más de dos mil que guarda en sus vitrinas. Una moneda de poliester chapada en bronce antiguo sobre dos columnas y una enorme peana. Su altura es de 2,28 metros. Su peso supera los 100 kilogramos. Las malas lenguas dicen que los alemanes, nada más ver la mole, deciden perder para no tener que llevársela a su país.

La Federación de Tropas y Legiones, organizadora de las fiestas locales y del trofeo, se compromete a enviarlo a A Coruña por carretera. Primero, tiene su lugar en las viejas oficinas de La Marina. Desde su cierre, vaga por diferentes dependencias del estadio.