La seña de identidad del Granada que introdujo el gallego Candi
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La seña de identidad del Granada que introdujo el gallego Candi

La seña de identidad del Granada que introdujo el gallego Candi
Georgiy Tsitaishvili, del Granada, durante el partido de la tercera jornada frente al Huesca en el Nuevo Los Cármenes | Europa Press

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Una de las señas de identidad del Granada, próximo rival del Dépor, son las rayas horizontales rojiblancas que luce en su camiseta. Una novedad que introdujo el gallego Cándido Gómez Álvarez ‘Candi’ en 1973, durante su presidencia al frente del club andaluz.


Nacido en O Porriño en 1928 y fallecido esta semana, Candi fue un portero que disputó 222 partidos como profesional entre 1947 y 1961. Defendió la portería del Valencia, Valladolid, Zaragoza y Levante, pero fue en el Granada donde desarrolló la mayor parte de su carrera, con 174 partidos.


Tras retirarse, siguió vinculado al conjunto andaluz, convirtiéndose en el presidente más longevo de la entidad nazarí, con 15 temporadas al frente del Granada.


Durante su mandato, el cuadro granadino vivió una de sus épocas más doradas. El equipo andaluz encadenó ocho temporadas consecutivas en Primera División entre 1968 y 1976, y alcanzó su mejor clasificación en la Liga durante los cursos 1971-72 y 1973-74 con un sexto puesto.


El periodista e historiador del Granada Ramón Ramos explica en su libro ‘Los años del Pichichi’ que Candi buscaba una seña de identidad que caracterizara al equipo, con el fin de darle individualidad, así que se centró en introducir alguna novedad en las camisetas.

 

Diferentes propuestas


El presidente tenía claro que las equipaciones mantendrían el color rojiblanco, pero valoraron cambiar las rayas verticales que habían lucido hasta el momento. Se propusieron diferentes modelos —arlequinados; a cuadros, como la selección de Croacia; a dos bandas, como el Feyenoord—, pero Candi se decantó por las franjas horizontales. Un aspecto que el cuadro nazarí lució por primera vez el 22 de agosto de 1973, durante la semifinal de la primera edición del Trofeo Ciudad de Granada, contra el OFK Belgrado, y que mantuvieron durante la temporada 1973-74 sin que hubiera ningún tipo de debate ni queja por parte de la afición. Además, el nuevo ‘look’ trajo suerte a los nazaríes, ya que repitieron el sexto puesto que habían logrado dos años antes en Primera División.


En la campaña 1975-76, el Granada recuperó las rayas verticales, debido a que el entrenador Miguel Muñoz prefería lucir el modelo clásico y Candi hizo caso a su petición, según explica Ramón Ramos en su libro.


Desde entonces, alternó ambos modelos hasta que recuperó las rayas horizontales de forma definitiva durante el curso 2004-05.

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