Vítor Borba Ferreira, Rivaldo, confiesa en una entrevista concedida al portal de apuestas betfair los detalles de su marcha del Deportivo al Barcelona en verano de 1997 a cambio de 4.000 millones de las antiguas pesetas (el equivalente a 24 millones de euros).
Una inesperada llamada de teléfono por parte de la entidad azulgrana cambió su destino. "Me quedé un poco sorprendido. Era el último día del mercado, yo estaba muy contento en A Coruña. Había hecho una gran temporada, iba a empezar mi segunda campaña. Entonces me llamó mi representante para decirme que el Barcelona estaba interesado en ficharme. Recuerdo que yo estaba con Mauro Silva en la habitación", detalló.
"A mí me entró miedo porque yo estaba feliz en el Deportivo. Me había comprado una casa, me encantaba A Coruña, estaba muy feliz. No quería irme, así que le dije al representante que pidiese el triple de lo que cobraba en el Deportivo para no irme. Él me contestó que sería muy difícil que llegasen a esas cantidades, pero que hablaría con el Barcelona", prosiguió en su discurso.
Para infortunio del deportivismo, la entidad azulgrana aceptó la propuesta del brasileño. "Diez minutos después me volvió a llamar mi representante y me dijo que habían aceptado. Luego me enviaron un documento y yo lo firmé", indicó Rivaldo.
El sueño del entonces presidente deportivista Augusto César Lendoiro de ver juntos al rombo del Palmeiras (Flavio, Rivaldo, Djalminha y Luizao) se desvanecía y el portentoso jugador sabía que en parte había traicionado a la afición herculina.
"La Federación Española había dicho que yo sería jugador del Barcelona a partir del día siguiente. La afición del Deportivo me empezó a abuchear y a llamarme pesetero. Me lanzaron monedas al campo. Fue difícil. No tuve tiempo para nada, ni siquiera para hablar con mi mujer. Yo no me quería ir, pero ellos aceptaron la propuesta y firmé. Me acuerdo que tomé el avión desde Santiago de Compostela porque no quería ir al aeropuerto de A Coruña, ya que estaban enfadados conmigo", expuso.