El deportivismo no pierde la fe y se ha convertido una temporada más en un motivo para la esperanza de cara a conseguir el objetivo de la temporada, el ascenso a la Liga SmartBank.

Con cerca de 20.000 abonados, la afición del equipo coruñés no falló a la primera cita liguera de su club —una semana más tarde de lo inicialmente previsto—.

Un total de 15.270 seguidores registraron una entrada sobresaliente en la Primera Federación, la categoría de bronce del fútbol estatal, frente a la Balompédica Linense.

Precisamente el tanto inicial de los andaluces, unido a una primera parte gris del equipo herculino, propiciaron los primeros silbidos de desaprobación de la temporada al intervalo.

Eso sí, en el segundo acto la parroquia de Riazor puso toda la carne en el asador hasta que Mario Soriano, con un doblete, le dio la vuelta al marcador hasta el 2-1 final.

Tras el pitido final de Pérez Muley hubo de nuevo comunión con el primer equipo, que salió ovacionado con los tres primeros puntos del curso.