Aunque fuera de Monte Alto, Mario Soriano no podría haber hecho más por regresar al Deportivo esta temporada en propiedad tras un curso cedido por el Atlético de Madrid. Eso dijo Carlos Rosende, secretario técnico del conjunto coruñés este mismo viernes al hacer balance del mercado. Ahora con el ‘10’ a la espalda y en la posición en la que se siente más cómodo, disipó con un doblete las dudas que le había metido en el cuerpo al Depor y a la afición el Linense.
Soriano acabó el curso pasado con la flecha hacia arriba y la mantiene. Cuando se fue del campo en el playoff el equipo tenía el ascenso encaminado ante el Albacete. Ahora, está de vuelta para quitarse una espina, para llegar al fútbol profesional como blanquiazul.
El conjunto coruñés apostó por la continuidad, con solo tres caras nuevas en la alineación (Raúl Carnero, Víctor Narro y Gorka Santamaría), aunque, eso sí, con nuevo dibujo, el 4-2-3-1 que suple al 4-4-2 de la temporada pasada. Antoñito, recuperado de las molestias que le produjo un ‘bocadillo’ en el muslo izquierdo, formó en el lateral derecho en detrimento de Trilli.
Había ganas de fútbol en la grada y en el césped después del aplazamiento de la primera jornada para los blanquiazules. La salida fue impetuosa en el césped tras recordar con un minuto de silencio a los deportivistas que perdieron la vida en las últimas semanas.
No se tantearon, fueron a cara descubierta, tanto los deportivistas como los balonos, que cogieron confianza en la primera jornada con el 2-2 en su visita al Real Madrid Castilla. Alberto Monteagudo había anunciado que acudirían a Riazor con ambición e ilusión y sus jugadores lo plasmaron. Lejos de tener miedo, asustaron con su posicionamiento alto en el mejor campo de la categoría.
Avisó a los 4 minutos Toni García, su mejor jugador, con un disparo con la izquierda, desde fuera del área, que obligó a Mackay a desplegar los puños para desviar a córner. El primero de muchos. En la estrategia, Jesús Muñoz conectó de cabeza pero se le marchó alto.
Un resbalón de Bergantiños volvió a suponer otra advertencia en el camino, esta vez de Nacho Heras, que no encontró portería en su disparo con la derecha.
El Deportivo se rehizo con un remate de Quiles a centro de Antoñito antes del cuarto de hora, pero estaba en fuera de juego.
La sensación de inseguridad no se corrigió en los de Borja Jiménez a pesar (o quizás por eso) de que la columna vertebral es muy similar a la del curso pasado. No hubo contundencia al contrarrestar al Linense. Los blanquiazules permitieron a los andaluces desplegar sus argumentos ofensivos, que los tenían. Y tanto que los tenían. A la media hora, en el enésimo córner, Delmonte, como en Madrid, saltó para superar de cabeza a la cobertura del Depor y a Mackay.
El gol espoleó a los deportivistas, que tuvieron sus mejores momentos de la primera parte tras el gol. Rozaron el empate en el 33 en un centro de Raúl Carnero al que no llegó Gorka, pero sí Quiles, apareciendo en el área, para acabar encontrándose con Varo.
El lateral volvió a intentarlo con un zapatazo muy lejano que sacó de la escuadra el exportero del Lugo y Heras sacó bajo palos un remate del máximo goleador del Deportivo la temporada pasada. No hubo forma.
El Deportivo volvió a dar síntomas malos en la recta final del primer periodo y la grada le despidió con silbidos.
Paso adelante
El equipo pisó más tiempo campo contrario en el arranque del segundo periodo, que tuvo polémica. El equipo y la grada pidieron dos penaltis, el primero en una caída de Gorka ante Morante y, después, por mano de Delmonte en el área.
Los blanquiazules estaban decididos a ir a por el Linense, que se encogió. Ya no era capaz de presionar alto, esperaba. Tuvo cabeza el equipo de Borja y fluyó el fútbol con paciencia, pero con determinación. Apareció Bergantiños para hacerse con un balón en tres cuartos de ataque, combinó con Quiles, este asistió con un taconazo a Soriano y el ‘10’, que había hecho un partido discreto, cruzó con la derecha al palo largo para empatar antes de la hora de encuentro.
Se gustó Antoñito con un túnel a Masllorens y el míster retocó el once con la entrada de Rubén Díez por Santamaría justo antes de que el Deportivo rugiera de nuevo con Soriano, que recogió el balón en la frontal, fintó ante tres rivales, entró en el área y con la derecha convirtió el segundo para completar la remontada.
Tuvo el tercero Rubén Díez, pero su remate de cabeza a centro de Narro le tocó en la mano y Varo, además, la sacó sobre la línea.
Antoñito, que había sido duda para el partido, tuvo que pedir el cambio por unas molestias musculares, Varo evitó que Soriano firmara un hat-trick y el Deportivo acabó sufriendo en un balón lateral, como no, en el descuento.
Deportivo 2 - 1 Linense |
Deportivo: Mackay; Antoñito (Trilli, m.75), Lapeña, Jaime, Raúl Carnero; Bergantiños, Villares; Quiles, Soriano (Isi Gómez, m.85), Narro (Ibai Gómez, m.85); y Gorka Santamaría. Balompédica Linense: Varo; Loren, Morante, Delmonte, Jesús Muñoz; Alhassan Koroma (Alusine Koroma, m.63), Romero, Masllorens, Omar (Álex Guti, m.63); Heras y Toni García (Joao Pedro, m.75). Goles: 0-1, M.21: Delmonte. 1-1, M.57: Soriano. 2-1, M.68: Soriano. Árbitro: Pérez Muley, del Comité madrileño. Mostró amarilla a Romero (m.37) y Nacho Heras (m.68), del Linense; y a Antoñito (m.42) y Villares (m.83), del Deportivo. Incidencias: Partido de la segunda jornada de Primera Federación disputado en el Estadio Abanca-Riazor ante 15.270 aficionados. |
Soriano de Monte Alto
