Los cerca de 300 seguidores blanquiazules que se liaron la manta a la cabeza para desplazarse el pasado sábado a Tarazona regresaron muy bajos de moral después del ‘palo’ anímico que supuso el 1-1 en el tiempo añadido.
Una sensación de ‘déjà vú’, de haber revivido el pasado, se adueñó del subconsciente de la grada herculina, que todavía no se explica cómo Cubillas pudo rematar tan solo en una de las últimas jugadas del partido para el empate final.
Agustín López, presidente de la peña deportivista ‘Barcelona’, reflejaba el sentir generalizado del deportivismo. “La verdad es que el regreso fue muy triste, los chavales de nuestra agrupación volvieron con la sensación de haber visto un partido muy malo que ni siquiera terminó con triunfo blanquiazul; fue como ver una película de miedo que antes ya habíamos visto todos, un encuentro para el olvido”, destacaba a este diario.
“Duele pegarse un desplazamiento de cuatro horas de ida y otras tantas de vuelta para asistir de nuevo a esto, hay que exigir un mínimo de concentración”, agregó.
En una línea similar de pensamiento se expresó Anita Guerra, alma máter de la peña afincada en Madrid ‘Chamberí Blanquiazul’, que se movilizó en coches particulares para estar en feudo aragonés.
“Nos lo tomamos con resignación, no queda otra; llama mucho la atención la falta de gol que tenemos, nos daban ganas de subir nosotros a rematar porque no era normal lo que estábamos fallando”, expuso.
“Fue un partido desesperante y lo cierto es que el viaje de vuelta se hizo largo, no nos explicamos la falta de tensión de este equipo”, agregó.
Por último, la cabeza visible de la asociación blanquiazul ‘A Pilarica’ de Zaragoza, Mariasun Hierro, precisó que “volvimos chocados de este encuentro, nos dejó el cuerpo muy mal; en el último minuto y con gol de Cubillas”, lamentó.