El quinto y último refuerzo deportivista en la ventana del mercado de enero, Arturo Rodríguez Pérez-Reverte, se ejercitó ayer por primera vez junto a sus nuevos compañeros en el RC Deportivo.
El potente atacante lo hizo en la sesión a puerta cerrada en el estadio de Riazor, a partir de las 10.30 horas de ayer, en el escenario donde hoy el club herculino recibirá al Mérida a las 19.00 horas.
Las circunstancias le permitieron al ex del San Sebastián de los Reyes tomarse con calma su incorporación, habida cuenta de que este fin de semana no ha podido tomar parte en la lista de convocados debido a que arrastra una sanción por acumulación de tarjetas con su anterior formación.
La otra baja en la nómina de 22 citados por Óscar Cano es el lateral izquierdo Raúl Granero, todavía aquejado de unas molestias musculares que le impiden estar en condiciones de entrenarse al mismo ritmo que sus compañeros.
El futbolista que sí ha retornado a una convocatoria oficial ha sido el mediocentro Isi Gómez, tras la fractura de un dedo en la mano que padeció ante el Rayo Majadahonda; el ‘6’ se perdió el partido del pasado fin de semana ante el San Fernando pero ya está en condiciones de actuar esta tarde.
A lo largo de la presente semana, el pivote madrileño ha trabajado con una férula protectora pero ya se halla en perfectas condiciones para la práctica del fútbol —recibió ayer el alta competitiva para estar ante el Mérida—.
Con el hermetismo propio de un entrenamiento sin aficionados ni medios de comunicación, el plantel blanquiazul llevó a cabo un test de intensidad ligera pero en el que los jugadores efectuaron diversas actividades como un calentamiento, una tarea de finalizaciones, un partido táctico y, como colofón, un último repaso de acciones a balón parado.
El míster Óscar Cano no quiere bajo ningún concepto que se repitan los desajustes que originaron el 2-2 en contra ante el San Fernando, por lo que prestó atención especial a las jugadas de estrategia, faltas y saques de esquina.