Paco Liaño, ganador del Premio Zamora de Primera División en dos ocasiones con el Deportivo, en las temporadas 1992-93 y 1993-94, condena los ataques dirigidos a Ian Mackay en las redes sociales tras los errores del portero coruñés en la vuelta de la semifinal contra el Castellón en Castalia, y analiza la temporada del equipo blanquiazul, que finalizó en el tercer fracaso consecutivo por regresar al fútbol profesional.
En primer lugar, es inevitable hablar de esos ataques a Mackay en las redes sociales.
Por desgracia, es algo que se está haciendo muy habitual, todo el tema de los ataques en redes, y el peligro es que se le quiera dar normalidad a algo que es anormal y fuera de todo respeto. Si hay alguien aquí que está jodido desde el domingo es Mackay, porque sabe que ha tenido el peor partido en el día menos oportuno, y nadie puede dudar de su deportivismo. Simplemente hay que hacer un repaso a lo que ha sido la temporada y todos coincidiremos en que es un portero que nos ha dado puntos. Al margen de que tuvo una mala actuación, nadie se merece por lo que él está pasando.
¿Los porteros estáis demasiado expuestos a la crítica?
Sí, está claro que una parte del puesto tiene que ver con la responsabilidad de cualquier acción que tengas. Mackay podía haber acertado en el 95% de los pases que dio no solo en ese partido, sino en cualquier otro, pero fallas uno y siempre se recuerda ése. La jugada previa a la expulsión es un córner que él bloca, viene de una gran parada que hace, pero en los mismos 30 segundos fue el héroe y el villano. Ése es el puesto de portero y da igual que tengas cinco o diecisiete, que la responsabilidad que se te adjudica es la misma.
Enseguida han salido compañeros a defenderle, incluso Unai Simón, arquero de la selección española.
Me parece un gesto de solidaridad claro y que sería innecesario de no existir las redes sociales porque fallos como el de Mackay los hemos cometido todos, yo el primero, pero en mi época no existía este tipo de fenómeno, afortunadamente. Yo he tenido fallos y te podían atizar ese día en los periódicos o en las radios, pero ya está y al día siguiente ya lo llevabas bien, pero con las redes, unos pocos hacen ruido y se les da demasiada relevancia.
Fallos como el de Mackay los hemos cometido todos, yo el primero, pero en mi época no existían las redes sociales
¿Hasta qué punto puede una actuación como la del otro día marcar a un guardameta con la veteranía del coruñés?
Lo único que se me ocurre es que ojalá los problemas del Deportivo fueran tan fáciles como que Mackay se recupere de ésta y pueda encadenar las buenas actuaciones que ha tenido en el Deportivo. Si todo fuera así de fácil, me precuparaía muy poco el futuro del Deportivo. A día de hoy, hay otras cosas que son más difíciles de solucionar.
¿Qué cosas?
Me preocupa que ese cambio drástico que necesita el Deportivo ahora mismo dependa de la toma de decisión de los que nos han llevado al fracaso. Han dimitido Carlos Rosende y Juan Giménez, pero el inmediatamente superior a ellos sigue al cargo y tomando decisiones para el futuro del club, empezando por la renovación del entrenador y si éste acepta los nombres que se escuchan para estar por encima en la parcela deportiva, que no se sabe ni quién los propone. Ahí está el problema del Depor, que tiene músculo financiero, pero sin conocimiento futbolístico para variar su trayectoria inmediata.
El propio Álex Bergantiños dijo que hace falta ese cambio.
El domingo todos nos llevamos un gran palo, pero no lo compararía con el de hace un año contra el Albacete, porque en esta ocasión estábamos todos muy temerosos de lo que podía ocurrir. Al fin y al cabo, lo del domingo, los fallos, la inseguridad defensiva, los goles fallados, es algo que se ha repetido durante toda la temporada. Se han dejado sin solucionar los problemas que afectaban al equipo, pero el responsable de no haber solucionado esos problemas sigue ahí, sin que pase nada y tomando decisiones, que se llama Villasuso.
¿Es cierto que esa eliminación ante el Castellón parecía la crónica de una muerte anunciada?
En la liga regular quedamos cuartos y a mucha distancia del primero y el segundo, eso ya no es normal, y quedamos cuartos probablemente porque este club es muy grande e incluso haciendo las cosas mal, en esta categoría puedes optar a pelear, pero lo normal es que cuando se hacen las cosas mal, salgan mal. Creo que nos ilusionamos mucho a última hora con el cambio y el discurso de Rubén, pero no se puede convertir a un asno en un caballo de carreras. Había muchas debilidades que, por mucho que se quisiera, no se podían pasar por encima, y los rivales lo sabían y se han aprovechado de ellas.
¿Cuáles consideras que han sido las claves de este nuevo fracaso?
La concepción de una plantilla donde inicias la temporada con un entrenador que estaba condenado al fracaso desde el año pasado. Ése es el primer error. Siguiendo por una defensa que al principio la conformaban los mismos que el año pasado quedaron señalados durante la temporada. De hecho, de los cuatro centrales que había, luego se fueron dos en el mercado de invierno, que, por otra parte, fue intrascendente porque la mayoría de los fichajes casi no jugaron nada. Y después, por alargar demasiado la continuidad de un entrenador, Óscar Cano, que sólo tenía discurso. Y luego podemos hablar del tema de cantera, que al final, el jugador más destacado y desequilibrante en el playoff ha sido Yeremay. Y Trilli, si hubiera tenido más minutos durante la liga, habría llegado bien.
La llegada de Rubén de la Barrera permitió mayor presencia de canteranos en el equipo, que debería ser la base del futuro proyecto.
En más de una ocasión he manifestado mi gusto por dar oportunidades a la cantera, pero que no deja de ser una filosofía de como yo entiendo el fútbol. Yo, cuando se fichó a Rubén de la Barrera, hasta hubiera renunciado a un ascenso directo si esto suponía que el Deportivo, de una vez por todas, generaba un proyecto a corto o medio plazo donde la cantera supusiera una base fundamental de cara a ahora y al futuro. Prefiero dar paso a la cantera, que genera un patrimonio para el club, que incluso puede solucionar los problemas de la deuda, en lugar de fichar a quince jugadores todos los años que no te aseguran un ascenso.
¿Te gustaría que siguiera Rubén?
Sí, pero no a costa de cargar con lo que le pongan, que estoy seguro de que no lo va a hacer porque así lo manifestó tras el partido en Castellón. Sí, con la condición de que el club le permita hacer un trabajo en la línea que él pretende.
Me gustaría que siguiera Rubén, pero con la condición de que el club le permita hacer un trabajo en la línea que él pretende
Se habla de que el club va a fichar un director de fútbol, un director deportivo y un secretario técnico. ¿No son demasiados cargos para un equipo de Primera RFEF?
Absolutamente. Primero, no sé si piensan de la misma manera, si son de la misma cuerda, si saben al club que llegan y lo que se tiene. Yo creo que la solución para la dirección deportiva está más cerca, mirando a Abegondo, gente que ya está trabajando allí, que conocen el club perfectamente y a los que la afición vería con buenos ojos porque ya saben cómo piensan. Estamos sacando de quicio una situación, pero es que repito lo mismo, que la toma de decisión depende de gente que sabe mucho de otras cosas, pero no de fútbol.
La solución para la dirección deportiva está más cerca, mirando a Abegondo, gente que ya está trabajando allí
¿Qué lección debemos sacar de esta temporada?
Que cuando las cosas se hacen mal, estás condenado a que todo salga mal, y que no por querer correr muy deprisa, se llega antes al sitio al que quieres llegar. La inmediatez no es buena, porque todos entendemos que el lugar del Deportivo no es esta categoría, pero hay que pensar mucho las cosas antes de tomar decisiones y precipitarse no es bueno.
En el deportivismo confío, por supuesto, pero no tanto en los que dirigen el club
¿Con qué te quedarías?
Será un tópico, pero lo único con lo que nos podemos quedar es que el único patrimonio que tiene el Deportivo a día de hoy es su afición, su gente. Tal y como estamos, no es poco para sentar las bases de un proyecto a corto y medio plazo que, sobre todo, hay que explicarle muy bien a la gente. La afición está deseando conocer y saber por dónde quieren que pase el futuro del club. En el deportivismo confío, por supuesto, pero no tanto en los que dirigen el club a día de hoy. Eso es lo que me da miedo.
El próximo curso habrá rivales como Lugo o Ponferradina.
Eso es lo de menos, porque yo diría que el único rival de toda la categoría que puede estar al mismo nivel que vas a encontrar es el Málaga, a nivel de empuje, socios y demás. Ni la Ponferradina ni el Lugo van a tener nunca detrás la fuerza social que tiene el Deportivo.