Pablo Muñoz: “Óscar Cano ha sabido identificar cuáles son los jugadores clave”
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Pablo Muñoz: “Óscar Cano ha sabido identificar cuáles son los jugadores clave”

Pablo Muñoz: “Óscar Cano ha sabido identificar cuáles son los jugadores clave”
El periodista coruñés Pablo Muñoz (agachado, segundo por la izquierda), junto al equipo que realiza el programa ‘Jugamos como nunca’ | Patricia G. Fraga

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‘Jugamos como nunca’ se ha convertido en un espacio obligado para el deportivismo y los amantes del fútbol coruñés, a pesar de que aún no ha cumplido los tres meses. Este programa, que se emite en Twitch y YouTube, congrega cada lunes por la noche a periodistas, jugadores, entrenadores y personalidades relacionadas con el Deportivo, el Depor Abanca, el Fabril y el fútbol modesto herculino. El periodista coruñés Pablo Muñoz (22 de junio de 1980) es el presentador y la cabeza visible de un proyecto que ayer celebró su capítulo número 12, pero al que le quedan muchos más por delante.

 

¿Cómo surgió el programa?
Es una idea de Diego Vidal y Jairo Aldana, de la productora Miraveo, que querían abrir un espacio para dar voz y visibilidad al fútbol coruñés. Yo había trabajado con Jairo en varios proyectos, pensaron en mí para presentarlo, porque sabían que me gusta todo lo relacionado con el Depor y el fútbol local, me lo propusieron y pronto llegamos a un acuerdo.

 

¿Cómo se gesta la emisión de cada semana?
Tenemos secciones fijas. El primer bloque se centra en el Depor, con la resaca de la jornada y la tertulia de prensa. Después, hay un espacio para el fútbol modesto, en el que invitamos a los capitanes de tres equipos. Y el resto depende de la actualidad. Intentamos seguir de cerca al Depor Abanca y al Fabril y estamos pendientes del fútbol base y los coruñeses que están en algún proyecto. Y, al menos una vez al mes, un entrenador repasa un aspecto del juego en la pizarra.

 

¿Qué tal la acogida?
Muy buena. Casi desde el principio notamos que la gente está ahí, nos da ‘feedback’ e intenta participar con los mensajes en directo. Estamos muy contentos con el recibimiento, tenemos una base de seguidores que hemos mantenido desde el principio y luego no paramos de crecer. Aunque somos conscientes de que podemos ir a más porque estamos en una etapa en la que la gente nos está conociendo todavía.

 

¿Habéis vivido alguna situación especial?
En uno de los primeros programas tuvimos al Turu Flores y estábamos muy contentos, yo especialmente porque es uno de mis delanteros favoritos de siempre en el Depor, por no decir el favorito, y me hacía mucha ilusión entrevistarlo. En un momento de la entrevista me quedé sin retorno, así que no le escuchaba e intentaba seguir sus respuestas fijándome en el lenguaje gestual. De pronto, yo creía que había acabado de hablar y le despedí en directo, cortándole en mitad de una respuesta, así que él puso una cara medio rara porque no entendía, pero luego se lo explicamos y quedó un poco como la anécdota de que le hicimos un regate al Turu en directo.

 

Llevas cubriendo partidos del Depor desde 2002. ¿Recuerdas el primero?
Sí, fue la ida de la Supercopa de 2002 contra el Valencia en Riazor, que el Depor ganó 3-0. Yo hacía prácticas en informativos en la SER, en Radio Coruña, pero surgió la necesidad de que alguien le hiciera el pie de campo a Manolo Castelo, él era consciente de que me gustaba el fútbol y se puso de acuerdo con los compañeros para que yo cubriera el partido. Fue una ilusión increíble porque, además, fue un partidazo.

 

Has trabajado en la televisión y en la radio, donde has narrado partidos. ¿Cuál de los goles que has cantado ha sido el más especial?
El de Xisco en Tarragona que supuso el ascenso a Segunda en mayo de 2012, con José Luis Oltra como entrenador. Se me ha quedado grabado porque de todos los goles que narré es el que se hizo más viral porque me volví loco literalmente. Al mismo tiempo, es el gol que probablemente peor haya narrado porque académicamente no fue el más ortodoxo porque fue un momento de muchos nervios y un estallido de alegría increíble, así que ahí me puse más el traje del aficionado que del profesional.

 

¿Cuándo sentiste que querías ser periodista deportivo?
Cuando era muy pequeño quería tener un kiosco para poder leer toda la prensa, pero luego, con 12 o 13 años, escuchaba mucho fútbol en la radio, en ‘Carrusel Deportivo’, leía toda la prensa deportiva y a esa edad se fue forjando la idea de que mi sueño era narrar partidos.

 

Como deportivista, ¿con qué recuerdo de Riazor te quedas?
Con la ilusión de los primeros partidos, cuando me llevó mi padre. En la temporada 92-93, la primera que el equipo se metió en Europa, mi padre me llevó a los últimos partidos, y recuerdo con mucho cariño todo, la emoción de entrar al estadio con bastante antelación, los mensajes de publicidad por megafonía y también el papelito que te daban con los patrocinadores de cada partido para poder seguir el marcador simultáneo. Desde el principio me enganchó el ambiente.

 

Mauro Silva aunaba todas las cualidades que debe tener un futbolista

 

¿Qué jugador del Depor no te cansarías jamás de ver?
Por espectáculo, fantasía y ser un jugador absolutamente distinto, no me cansaría de ver a Djalminha. Por elegancia siempre me impactó Djukic y como constancia, profesional y una nota media siempre muy alta, Mauro Silva.

 

Un momento, un jugador y un técnico con el que te quedes.
El momento que en realidad tengo más grabado a fuego, aunque no es feliz, es el penalti de Djukic. Lloré un montón, pero es el que tengo más nítido en mi mente y el que más me marcó como deportivista. Como entrenador me quedó con Arsenio, obviamente, por el valor que tiene en el mundo del fútbol su forma de ser. Y un jugador, Mauro Silva, porque aunaba todas las cualidades que debe tener un futbolista.

 

¿Cómo explicas esa pasión por el Depor, pese a la mala situación actual del equipo?
Es el sentimiento de pertenencia que te da ser del Depor, que, además, crece cuantas más experiencias vives porque ves que hay gente como tú que está a las malas y a las buenas.

 

¿Cuando has tenido más la sensación de que jugamos como nunca y perdimos como siempre?
Últimamente, por desgracia, jugamos como siempre y perdemos, empatamos o ganamos, pero hace tiempo que el equipo no juega bien.

 

¿Cómo ves lo que sucedió en las once primeras jornadas?
Ha sido un inicio de liga marcado por las deudas del pasado. Es decir, no era un proyecto que se sintiese como algo nuevo, sino como una continuidad de la temporada pasada, con todo lo malo que eso implica tras no haber conseguido el objetivo. No estoy convencido del despido de Borja. Sin embargo, y aunque parezca contradictorio, sí con que no hubiera empezado la temporada, porque se ha demostrado que no había confianza en él. Pero, como siempre en este club, nos dedicamos más a lo urgente que a lo importante.

 

Las decepciones, por ahora, son el rendimiento de Raúl y de un hombre que se suponía importante

como Ibai Gómez, pero están a tiempo de sumar todavía

 

¿Aprecias un cambio en el equipo con el nuevo técnico?
Creo que el principal cambio es que ha sabido identificar cuáles son los jugadores claves y a partir de colocarlos, ha ordenado el resto de las piezas. No ha supuesto una revolución, pero colocar de esa manera a los jugadores ha naturalizado más el equipo. Por ejemplo, ha concedido mucha importancia a Rubén Díez, al que quiere en el once sí o sí; se dio cuenta de que Álex Bergantiños no pasaba por un buen momento y le está buscando un reemplazo; y, sobre todo, ha tenido la virtud de ver en Svensson la pieza para liberar a Quiles. En esa línea de colocar a todos en su sitio, el único que ha salido perjudicado es Mario Soriano.

 

¿Es esta plantilla inferior a la del curso pasado?
Para mí, sí. Creo que hay, sobre todo, tres factores claves. Los laterales, el enganche del centro del campo con la delantera y el ‘9’. Creo que Víctor García y Héctor rindieron muy por encima de los laterales que están jugando ahora. Juergen era un jugador de otra categoría al que no se le ha encontrado sustituto y tapaba muchos de los problemas que había en el centro del campo. Y en Miku el equipo tenía un referente. Aunque Svensson lo está haciendo bien, no está al mismo nivel.

 

¿Cuáles han sido las sorpresas positivas y negativas?
Como decepción, por ahora, el rendimiento de Raúl y de un hombre que se suponía importante como Ibai Gómez, pero están a tiempo de sumar todavía. Y como gustar, Rubén Díez porque se ve que tiene calidad, buen pie, se asocia bien, y cuando el equipo lleva la iniciativa, le da dinamismo al juego, pero le falta un poco de rigor para jugar en la posición en la que lo está haciendo. balón. Y Pablo Martínez es un perfil de jugador que le faltaba al equipo porque va bien por alto y es muy agresivo, pero le falta un puntito para convencerme.

 

Es una plantilla demasiado larga, si de verdad quieres que los canteranos tengan presencia

 

¿Qué te ha gustado más y menos?
Lo que menos, constatar que los problemas defensivos del curso pasado se siguen produciendo. Y lo que más, los escasos minutos en los que hemos visto juntarse a Soriano, Rubén y Quiles, que son lo mejor.

 

¿Ves al Depor en Segunda el próximo curso?
Ahora mismo, no, pero hay que darle tiempo al nuevo entrenador, porque es evidente que hay margen de mejora porque muchos jugadores están por debajo de su rendimiento.

 

¿Echas en falta la confianza en la cantera?
Absolutamente. No se entiende la configuración de plantilla que ha hecho el club, cuando el propio mensaje es que hay que tirar de la cantera. Es una plantilla, para mí, demasiado larga, si de verdad quieres que los canteranos tengan presencia. Pensé que iba a ser el año de gente como Trilli, Barcia y Yeremay, cada uno en su nivel de dar un pasito más y seguir avanzando, y está siendo decepcionante para todos. Para empezar, Barcia tenía que ser el cuarto central. A Trilli lo están parando las lesiones y Yeremay ha demostrado que está para lo que quiera el entrenador, porque cuando ha salido, ha estado por encima de los demás.

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