Pablo Martínez entona el mea culpa después de la derrota con el Castilla. No fue una de esas actuaciones que le habría gustado firmar cuando aceptó la oferta del Deportivo. Tiene 33 años, la familia de su padre es alicantina y la de su madre, francesa. Al otro lado de los Pirineos vivió los años del club “en Champions y en Primera”. Allí, asegura, “cuando hablas del Depor es como hablar del Madrid o el Barcelona, un club increíble”. Ahora lo vive dentro.
¿Cómo te estás encontrando en la ciudad y el equipo?
Pues antes del partido del domingo me sentía muy bien, pero después del error que tuve me siento un poco mal, pero esto va a pasar. Hay que mejorar y seguir trabajando. Ese error no lo tengo que cometer. Tengo 33 años y parecía un chaval contra otro chaval y eso no me gusta. Hay que mejorar y encajar menos goles. Me gustaría terminar un partido con la portería a cero.
¿Lo viste repetido o te llegó con el directo?
Me quedé con la imagen porque sabía lo que el rival iba a hacer y me equivoqué al defender, la tocó en el último momento, me hizo un caño, que hacía mucho tiempo que no me lo metían, y acabó en gol. Fue muy duro, pero hay que trabajar y nada más.
Tengo 33 años y parecía un chaval contra otro, fue algo que no me gustó
¿Eres de los que le da muchas vueltas a esos errores que cometes?
Después del partido te sientes culpable porque has perdido 1-0 y la culpa del gol es tuya. Duermes mal. Pero por la mañana ya se acabó, vienes a Abegondo para trabajar y ya estás pensando en el partido siguiente.
¿En el vestuario te han dado ánimo?
Todo el mundo. Al final del partido pedí disculpas, dije que era mi culpa, y me dijeron que no, que estamos todo el equipo jugando, que no juego solo.
¿Cómo está el grupo anímicamente?
Seguimos trabajando. Sabemos que hay cosas que mejorar porque partidos como el del domingo pasado no tenemos que perderlos. Tuvimos la pelota todo el partido, después de la expulsión seguramente le dejamos un poco la pelota pero tuvimos ocasiones incluso 10 contra 11. Hay que seguir trabajando. Estamos en una dinámica en la que los chuts no entran, puede ser por falta de confianza y hay que darle la vuelta a eso.
Hacía mucho tiempo que no me metían un caño y acabó en gol; fue muy duro
En la rueda de prensa posterior al partido el entrenador fue optimista y extrajo la parte positiva. ¿En el vestuario fue igual?
Sí, porque no tenemos que dejar que la cabeza se vaya. Seguramente cometimos errores pero hay que ver lo bueno porque, si nos quedamos en lo malo, vamos a seguir jugando mal. Tenemos que seguir trabajando lo que funciona y corregir lo que no funciona.
¿Cuál es esa parte buena?
Pues mira, que tuvimos la pelota casi todo el partido y que después de la expulsión también tuvimos ocasiones 10 contra 11. Son chavales que corren mucho, giramos muy bien el juego pero las ocasiones no entran y ellos tienen una y la meten. Hay que mejorar esto, ser más matador ya sea en ataque como en defensa.
Partidos como el del domingo pasado no tenemos que perderlos
¿Y la parte mala?
La parte mala es que perdimos, solamente eso. Este partido, si lo ves desde fuera, si lo ves otra vez, no lo puedes perder. Hicimos quince minutos, yo también, un poco malos. Luego, hicimos las cosas bien y funcionó. Tuvimos cinco o seis ocasiones, pero no entraron.
Estáis en una tendencia en que encajáis goles pronto.
Y en el primer partido con este entrenador, ganábamos 2-0 y antes del descanso encajamos un gol y entras en el vestuario diciendo que hay un gol menos y que hay que trabajar.
Viene un rival que marca la zona de playoff y os quedáis sin margen de error.
No hay margen, pero tampoco hay que mirar todo el tiempo la clasificación, hay que jugar nuestro partido para ganar, lo otro lo miraremos a final de temporada. Si nos concentramos en nosotros, seguro que va a salir bien.
¿Pero qué le dices al aficionado que ve al equipo fuera del playoff?
Que queda tiempo, que tranquilo, que quedan casi 30 partidos, casi una temporada entera. Es una carrera de fondo. Empezamos mal y puedes ir mejorando, así que tranquilito que va a cambiar.
Pero el deportivismo está curtido en eso por los últimos años...
Es normal, así que tenemos que centrarnos en el grupo para cambiar esta fase.
¿Cómo viviste el cambio de entrenador?
Me tocó vivirlo también la temporada anterior en mi otro club. Cuando cambias de entrenador, a veces todo el equipo está a tope para demostrar al nuevo entrenador que quiere jugar y eso es bueno.
Vas a cambiar de pareja en la zaga, ¿cómo está Jaime?
Tenemos calidad y tenemos que trabajar juntos. Acabo de llegar al equipo, no conozco mucho cómo juegan los compañeros... Yo juego con Jaime o con Lape, con el que sea. No me importa quién juegue y, si yo estoy fuera y otro juega, estoy contento por él, porque lo más importante es el equipo.
¿Cómo es el vestuario?
Es una familia, todo el mundo trabaja para todos, los mayores, los jóvenes... El grupo es una familia.
¿Cómo ves a la plantilla que te has encontrado en el Depor?
Veo mucha calidad. Cuando veo los entrenamientos del año pasado (en Francia) y los de este año hay un mundo. Aquí se juega mucho a la pelota, hay mucho ritmo, también patadas y todo el mundo se calla y juega.
Los delanteros no han marcado, ¿qué les pasa?
Yo creo que es falta de confianza. Cuando metan un gol cada uno, seguro que seguirán mejorando.
Llegaste con varios ascensos, ¿se sumará el del Depor?
Vine para eso, para ser parte de la historia del club.
Tu currículo es envidiable...
Sí, pero no es lo mismo jugar en Tercera, que todo el mundo quiere ganar al Depor, que cuando estás en Primera y tú eres el que quiere ganar al Marsella o al PSG. Tercera es más difícil que Primera.
“Iba a firmar en Francia; pero vino el Depor...” |
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