El defensa central del Deportivo Pablo Martínez ha roto una lanza en favor de Óscar Cano, después de los cánticos pidiendo la dimisión del técnico de parte de la afición blanquiazul que se desplazó a León el pasado domingo, donde el conjunto coruñés perdió por 1-0.
"Yo puedo entender que la afición esté enfadada, pero tiene que estar enfadada con nosotros porque hemos fallado nosotros. El míster nos dio todas las cosas para ganar el partido, pero fallamos a nivel individual y colectivo. Perdimos muchísimos duelos, el primero yo. El delantero era muy fuerte y perdí los duelos. Fallamos a nivel personal y colectivo. Hay que cambiar esa cosa. Cuando pierdes, hay que dejar un sentido de batalla, de guerra, pero no se puede dejar esta sensación. Fallamos en todo", ha manifestado esta mañana el zaguero francés en rueda de prensa.
El defensa galo ha confesado el mal trago que pasaron los futbolistas al escuchar esos cánticos contra su entrenador: "Son cosas que pasan en el fútbol, pero no gustan a nadie. Cuando estamos en el bus y vemos que piden la dimisión del míster, sabemos que somos parte de eso, tenemos gran parte de culpa de que la afición pida eso, pero el míster no está en el campo para jugar. Si escuchamos lo que tenemos que hacer, lo hemos hecho bien durante 30 minutos contra el Castilla, lo hicimos de locura, y luego hemos bajado. Y en este partido ha pasado lo mismo, que nos dijo lo que teníamos que hacer, pero hemos fallado nosotros. Ya desde hace tiempo sabemos lo que tenemos que hacer fuera de casa. Hay que dejar de hablar, de decir tonterías. Estamos centrados en el partido del 'finde' porque sabemos que es muy importante para nosotros y para la afición".
Para Pablo Martínez, lo más duro fue la forma en la que se produjo la derrota en León, ya que reconoce que la plantilla no rindió al nivel adecuado.
"El orgullo hay que dejarlo en casa, pero pienso en la afición que ha hecho kilómetros para vernos y que vea un espectáculo así me cuesta mucho. Perder un partido puede pasar, pero que no nos dejemos todo en el campo no puede pasar. Si la afición ve que damos todo, puede pasar cualquier cosa, pero en este partido la afición ha visto que no lo hemos dejado todo, y eso no puede pasar", ha indicado.
El Depor volvió a estrellarse la pasada jornada fuera de Riazor, donde su rendimiento baja muchos enteros: "Sabemos que en casa, de la manera en que jugamos, podemos ganar a todo el mundo, pero fuera de casa jugamos como un equipo normal. Fallamos muchísimo fuera de casa y hay que arreglarlo. Todo el mundo ayer hemos pasado un día de descanso muy mal. Yo ayer estaba en casa pensando qué tenemos que cambiar para ganar un partido fuera de casa. Ahora la gente cuando viene a entrenar está muy centrado en lo que tenemos que cambiar para ganar fuera", ha dicho.
El francés ha desvelado el contenido de la charla que el pasado lunes mantuvo en Abegondo con el secretario técnico Juan Giménez: “Cuando pierdes, hay que hablar con la gente que manda. Hablé de lo que pensaba del partido, que hemos fallado a nivel individual y colectivo, y de lo que tenemos que hacer. Si no respetamos el fútbol, no vamos a ganar un partido. Tenemos que trabajar mucho más, más duro. Creo que hemos bajado el ritmo un poco las últimas semanas, pero he visto las caras hoy y veo que todo el mundo está concentrado y lo va a dar todo”.
A pesar de que el tropiezo contra la Cultural ha dejado al Depor a cinco puntos del Alcorcón, el central francés considera que aún hay tiempo de finalizar la liga como campeón del grupo y lograr el ascenso directo.
"Quedan diez partidos, 30 puntos, es muchísimo. Hasta el final, si quedan puntos para coger, lo podemos hacer. Hay que cambiar cosas, lo sabemos todos, fuera de casa no jugamos como tenemos que jugar, pero si lo cambiamos, va a haber sorpresas. Quedan partidos y si queremos subir, hay que ganar partidos. Hay que dejar de hablar ahora y concentrarnos en el campo", ha argumentado.
Sobre el enfrentamiento del próximo domingo contra el Celta B en Riazor, ha dicho: "Creo que es el partido que necesitamos ahora, porque es un partido especial para la afición y también para nosotros, porque tenemos que ganar sí o sí, y tenemos que ganar a este equipo. Sabemos que juega muy bien, pero jugamos en casa y tenemos que ganar sí o sí, no importa la manera. Hay que ganar y que los tres puntos se queden en casa".
"¿Para quién, para ellos o para nosotros?", ha respondido cuando se le ha preguntado si enfrentarse al filial celeste resulta complicado para un conjunto como el Deportivo.
"Cada partido es complicado y cualquiera le puede ganar a cualquiera. Hay que ganar partidos seguidos, darlo todo en el campo. Sabemos que será un partido difícil, pero estamos en casa y confío al cien por cien en mi equipo y más con la derrota que hemos tenido este fin de semana. Estamos centrados, hemos fallado, pero estamos en el sitio que teníamos que estar", ha sentenciado.