23 de enero de 2008. Es su fecha de nacimiento. Es decir, tal día como hoy, miércoles 29 de mayo, cuenta con 16 años, 4 meses y 6 días. Se llama Pablo García y aparece en la lista de convocados facilitada por el Deportivo para el partido inaugural de la Copa de Campeones de Primera Federación, que le enfrenta esta noche el Castellón. En esa relación ocupa el último lugar y figura con el dorsal 43, lo que reafirma su condición de recién llegado.
Pablo es uno de los jugadores de los equipos de categorías inferiores que el pasado sábado pisaron el césped del municipal de Riazor en el descanso para ser agasajados y que, a posteriori, dieron la vuelta de honor al campo. Lo hicieron tan lentamente que no les dio tiempo a completarla antes de que los profesionales volviesen a saltar al campo. Algunos de ellos, al pasar junto a los Riazor Blues, botaron al ritmo de esa canción que alude al vecino vigués.
De pisar hoy de nuevo el césped, pero como debutante en el primer equipo, se convertirá en el segundo futbolista más joven en vestir la camiseta blanquiazul en un compromiso oficial.
El primero, el más joven en vestir esa elástica, es una leyenda que tiene una estatua en las afueras de Riazor, un hombre que ganó cuatro veces el trofeo Zamora en Primera División y que en su día dio nombre a un trofeo de verano organizado por el club. Juanito Acuña se estrenó con 15 años y 6 meses el 15 de junio de 1938, en un partido del Campeonato Gallego ante el Racing de Ferrol en O Inferniño. García adelantaría al ahora segundo, que es Quique Fornos, quien se estrenó en 2013 en un partido de la segunda eliminatoria de la Copa del Rey frente al Córdoba CF en el Nuevo Arcángel cuando contaba con 16 años, 8 meses y 10 días.
Lateral derecho, Pablo es uno de los chavales de la factoría de Abegondo que más ha dado que hablar. Es cadete y juega en el juvenil A; por tanto, va más de dos años adelantado. En realidad, ha estado “promocionado” desde que fue infantil de segundo año.
Es muy potente. Tiene capacidad para superar rivales en duelos individuales tanto en defensa como en ataque. Dotado de mucho recorrido, llega mucho a línea de fondo y tiene buen pie para lanzar centros o pases atrás. Tremendamente competitivo, los que lo conocen lo definen como un hombre de club. En lo personal, es un chaval muy responsable y trabajador.
Estudia en el Compañía de María. Ayer no fue a clase porque, debido a la epidemia de bajas, fue citado por el técnico Imanol Idiakez para el entrenamiento a puerta cerrada celebrado precisamente en Riazor.
Empezó a destacar en el equipo de benjamines del colegio, junto a su hermano Iago, que en su día también jugó en el Depor. Los hermanos eran también unos habituales de la cancha de fútbol sala de la plaza de San Pablo, donde la calidad del hoy convocado llamó la atención nada menos que de Arsenio Iglesias, cuyo nieto pequeño, Pedro, es compañero de clase de Pablo. En el Compañía de María también destacaba mucho jugando al minibasket.