Arsenio Iglesias es un hombre que siempre estará ligado a la historia del Deportivo. No sólo contribuyó a forjar su identidad y le llevó a conquistar su primera Copa del Rey, sino que creó un sentimiento que se extiende hasta hoy en día.
El equipo de sus amores, con el que debutó como futbolista en el año 1951, quiso corresponderle este año, apenas unos meses después de su fallecimiento, dedicándole las tres indumentarias de la presente temporada.
Todas tienen algún distintivo que hace referencia a su pasado como deportivista, pero, sin duda, hay una de las tres equipaciones que destaca por encima del resto, la tercera, aquella que hace referencia a la bandera gallega y que tiene su silueta levantando la primera Copa del Rey que ganó con el Dépor en la temporada 1994-95.
Una competición con la que tuvo un feeling especial que se remonta a su época de jugador. Pero no fue en su etapa con el cuadro coruñés sino con el Granada, el próximo rival blanquiazul.
Y es que el mito de Arteixo llevó al conjunto andaluz a sus mayores cotas cuando vestía su camiseta. Para eso hay que remontarse a la temporada 1958-59, un año después de que recalase en la entidad nazarí procedente de un Sevilla en el que no cuajó un gran campaña.
En su primer año como rojiblanco, Arsenio, que había sido traspasado junto a Ramón Martínez ‘Ramoní’, al Granada de Alejandro Scopelli, no fue como esperaba ya que a pesar de disputar 17 encuentros, no logró ver portería y su equipo acabó en los puestos de promoción de permanencia.
Esto provocó que su técnico fuese despedido, entrando en su lugar Jenő Kalmár. Con el húngaro, tanto el equipo andaluz como el propio Arsenio, cambiaron radicalmente, especialmente en la Copa del Generalísimo.
El de Arteixo comenzó la competición como un tiro anotando dos goles contra el Elche en el partido de ida de los dieciseisavos de final (8-1). En la vuelta, se quedó sin marcar y su equipo cayó por 5-1, pero pudo pasar a la siguiente ronda.
En octavos, marcó otros dos goles contra el Cádiz en un choque que acabó 6-0. En la vuelta, al igual que pasó en la eliminatoria anterior, se quedó sin marcar, pero esta vez su equipo sí que pudo ganar (4-3).
Tras esta victoria, el Granada estaba a sólo cuatro partidos de poder hacer historia, pero antes tenía que superar a un sorprendente Plus Ultra, el actual Real Madrid Castilla.
Continuando con su idilio con el gol, el Zorro de Arteixo anotó tres tantos más para permitir que su equipo siguiese soñando. Además, en esa ocasión, marcó tanto en la ida como en la vuelta, siendo un punto de inflexión en esa Copa.
Sin embargo, en las semifinales el delantero arteixano no jugó ningún minuto debido a unos problemas físicos. Esta baja la notó mucho su equipo ya que en Los Cármenes sólo pudo vencer por 1-0 al Valencia, mientras que en la vuelta cayó por 1-0, lo que obligó a jugar un partido de desempate en el Santiago Bernabéu.
En él, Arsenio volvió al once inicial y anotó uno de los tres goles de su equipo para meterse en la primera y única final de Copa del Granada. Allí les esperaba el Barça de su paisano Luis Suárez –único Balón de Oro español– y Sándor Kocsis, que competía con él por el pichichi. El húngaro había anotado nueve goles, mientras que el arteixano ocho. En la final, que también se disputó en el Bernabéu, golpeó primero el cuadro catalán por medio de Eulogio Martínez y el propio Kocsis. El Granada, recortó distancias por medio de Arsenio que se volvió a situar a un gol del pichichi. Sin embargo, su rival volvió a marcar y aseguró el triunfo de su equipo.
De esta manera acabó la otra Copa de Arsenio, una que estuvo a punto de llegar, en la que se topó contra un equipo muy superior y ante el que nada pudo hacer para vencer. Aun así, el gran rendimiento que tuvo el delantero de Arteixo en esa Copa propició que la afición del Granada le cogiese mucho cariño, no sólo durante las seis temporadas que jugó allí, sino cuando dio el salto a los banquillos y visitaba la ciudad.
Como entrenador nunca llegó a dirigirlos, pero sí a su Dépor, al que llevó a conquistar su primera Copa del Rey y otorgarle una nueva identidad. Este sábado, a las 16.15 horas, dos de los equipos de su vida se enfrentarán en un partido que bien podría servir de homenaje a un hombre que hizo historia con ambas camisetas.
Los blanquiazules, aunque no vestirán la elástica que más justicia le hace, seguirán honrándole con una segunda equipación que también tiene detalles que recuerdan al grandísimo Arsenio Iglesias.