Córdoba ha sido sinónimo de decepciones para el Deportivo en los últimos tiempos salvo en contadas ocasiones. Aunque el extenso listado de empates en El Arcángel en la última década, además de un par de victorias y una derrota, cuenta con un asterisco que el deportivismo guarda en su memoria con especial cariño. El 11 de septiembre de 2013, en la segunda ronda de la Copa del Rey, el Dépor superó la eliminatoria a partido único contra el Córdoba con una alineación plagada de debutantes y tras una tanda de penaltis histórica con 28 lanzamientos, la más larga de la historia del club en partido oficial y sólo superada por una ante el Betis, en el Emma Cuervo de 1985, con 32 lanzamientos. Una anomalía tanto por los protagonistas del choque como por el transcurso de la noche.
Eran los últimos coletazos de un verano que fue un calvario para el Deportivo. El club coruñés llegó al 31 de julio asfixiado por las denuncias por impagos y salvó in extremis el descenso administrativo, con el peligro de desaparición que eso conllevaba. En ese contexto de estrecheces económicas, el Deportivo inició la pretemporada bajo mínimos. Fernando Vázquez fue el encargado de hacer encaje de bolillos en el plano deportivo con los escasos futbolistas del primer equipo existentes tras la salida de un buen número de jugadores importantes (Valerón, Riki, Aranzubía, Marchena, Abel Aguilar, Pizzi...) y la tardanza de los nuevos fichajes. La respuesta del técnico de Castrofeito, tanto en la pretemporada como en el mencionado partido de Copa del Rey, fue echar mano de la cantera.
El Deportivo se presentó en El Arcángel obligado a rotar. La falta de fondo de armario en el primer equipo y los minutos acumulados por algunos futbolistas importantes provocaron que Fernando Vázquez formase una alineación repleta de canteranos y fabrilistas. El once fue el siguiente: Fabricio; Diego Seoane, Uxío Marcos, Álex Bergantiños (actuó de central), Manuel Pablo; Sérgio Teles, Cezary Wilk, Juan Carlos Real, Bicho, Cañi; Luis Fernández. El canario Manuel Pablo y el polaco Wilk fueron los únicos futbolistas de la alineación sin pasado en el Fabril ni en categorías inferiores del Dépor. La apuesta también se mantuvo en los cambios. El central serbio Stefan Deák sustituyó en la primera mitad al lesionado Uxío y en la segunda parte entraron el delantero Dani Iglesias y el defensa Quique Fornos, en este caso con tan sólo 16 años.
A pesar de la joven media de edad del equipo, el Dépor no se arrugó y plantó cara a su rival. El Córdoba se puso por delante en el minuto 22 con un tanto de Carlos caballero, que superó a Wilk y acto seguido conectó un derechazo a la escuadra imposible para Fabricio. El Dépor reaccionó en la segunda mitad, aunque curiosamente primero tuvo que superar el fallo de un penalti. Juan Carlos Real perdió la batalla contra su tocayo Juan Carlos Martín y erró la pena máxima y también el rechace, que estrelló en el larguero. El mediapunta coruñés se cobraría más tarde su venganza marcando las dos penas máximas de la tanda.
Antes, una falta lateral botada magistralmente en el minuto 49 por Teles fue rematada incluso de forma más brillante por Seoane. Un cabezazo inapelable para empatar el partido. El centrocampista portugués repitió asistencia minutos más tarde cuando filtró un pase a Luis Fernández, que definió por alto ante la salida de Juan Carlos. No obstante, el Dépor no pudo aguantar el 1-2 debido a un fallo en cadena en un saque de banda que el Córdoba metió en el área. Abel Gómez, libre de marca, cabeceó a la red y provocó que la eliminatoria se fuera a la prórroga. No sin que antes Manuel Pablo salvara el posible tanto de la victoria local en la línea de gol.
Tras los 30 minutos de tiempo extra, en el que el Dépor perdió a Stefan Deák por expulsión, la eliminatoria se fue a la tanda de penaltis. El equipo herculino se impuso por 12-13 después de 28 lanzamientos con especial dificultad para los porteros por lo embarrado del césped justo en el centro de la portería.
Dani Iglesias tuvo la oportunidad de cerrar la victoria en los primeros cinco penaltis, tras el fallo del local Abel Gómez y los aciertos de los deportivistas Seoane, Juan Carlos, Wilk y Luis Fernández, pero el meta Juan Carlos le detuvo el disparo. Álex Bergantiños comenzó tirando (y marcando) por parte del Dépor en la muerte súbita, Manuel Pablo le siguió con un gol tras una especie de lanzamiento a lo Panenka y a ellos se le sumaron Quique Fornos, Teles y el portero Fabricio. Una vez que se completó el once, el orden volvió a comenzar con los lanzamientos acertados de Seoane, Juan Carlos, Wilk y Luis Fernández. El fallo final de Uli Dávila acabó con la interminable tanda de penaltis y dio el triunfo al Deportivo. A pesar de que la gran mayoría de protagonistas de ese día no tuvieron recorrido en club coruñés, todos ellos ejemplificaron el espíritu de superación que llevó al Dépor en esa temporada al ascenso a Primera a pesar de las limitaciones tanto deportivas como extradeportivas.
Además de la obvia excepción de Manuel Pablo, segundo futbolista con más partidos en la historia del Deportivo, Álex Bergantiños fue el único de los catorce deportivistas que jugaron aquella eliminatoria en Córdoba que logró asentarse en el primer equipo.
Fabricio, que está sin equipo, fue clave en la salvación en Primera en la 2014-15. Después puso rumbo al Besiktas y también jugó en el Fulham, Mallorca, Numancia e Ibiza.
El lateral Diego Seoane, ya retirado, pasó por el Lugo y la Ponferradina tras su salida del Dépor. Después de una aventura en el Dacia Chisinau moldavo, acabó su carrera en el Racing de Ferrol y el Pontevedra.
El central Uxío Marcos también colgó las botas tras competir varios años en Segunda B con el Córdoba, Lugo, Astorga, Burgos, La Roda y Cerceda.
El polaco Cezary Wilk se retiró a los 32 años debido a sus problemas de rodilla. En el Dépor tuvo varias lesiones, pero en el Zaragoza aumentó su calvario y puso fin a su carrera.
El mediocentro portugués Sérgio Teles colgó las botas tras pasar por el Lokomotiv Plovdiv húngaro y competir en el fútbol luso (Farense, Praiense y Camacha). Antes de poner rumbo a Hungría, jugó en el Guijuelo y el Compostela.
El coruñés Juan Carlos Real hizo carrera en Segunda con Tenerife, Almería, Huesca y Cartagena, además de una aventura en el Cluj rumano. Ahora milita en el Real Murcia en Primera Federación.
Bicho fichó con 18 años por el Barça B, pasó por el Leganés y repuntó en el Compos y el Racing. Volvió al Fabril, pero las lesiones mermaron su evolución. Después encadenó Compos, San Fernando y Cultural Leonesa, su actual equipo.
Cañi, que jugó el pasado fin de semana 25 minutos con en el Villalbés ante el Betanzos, compitió anteriormente en el As Pontes, Cerceda, Silva, Bergantiños, El Álamo, Somozas y Arteixo, siempre en Tercera.
El punta Luis Fernández está asentado en el fútbol polaco y ahora milita en el Lechia Gdańsk. Antes jugó en Grecia y Emiratos Árabes tras dejar el fútbol español, donde militó en el Lugo, Huesca, Alcorcón y UCAM Murcia.
Los suplentes de aquel partido fueron Stefan Deák, Dani Iglesias y Quique Fornos. El central serbio sigue jugando en el Mosonmagyaróvár húngaro, el delantero milita en el CSA Steaua Bucarest rumano y el central, tras años con un rol importante en Fabril y Racing, está en la Cultural Leonesa.