“Lo que nos mueve a la afición del Depor es la ilusión que tenemos, única y exclusivamente”, afirma Lupe Blanco, socia blanquiazul, mientras espera a que abra la Oficina de Atención al Deportivista para adquirir una de las 524 entradas que el club vendió ayer para el partido del domingo frente a la Ponferradina en El Toralín.
Tres horas después, ya se había agotado el papel, pero Lupe y su amiga Lorena Dacosta fueron las primeras afortunadas en tener una localidad en su mano y también, claro, las primeras en echarle valor para plantarse en la taquillas casi diez horas antes.
La oficina abría a las 10 de la mañana y ellas ya hacían cola desde las 00:30 horas.
“Pensábamos que iba a haber mucha más gente, la verdad, por eso quisimos venir con tiempo, pero hasta las cinco y pico de la madrugada no ha venido el siguiente”, explica Lorena orgullosa y feliz, ya con su entrada en el bolsillo.
El Depor arrancó su cuarta temporada seguida en la tercera categoría con el claro objetivo de pelear por el ascenso a Segunda División, pero el domingo viajará a Ponferrada como decimocuarto clasificado del grupo con siete puntos, a cinco del playoff, a diez del liderato y, lo que es peor, empatado con la zona de descenso.
“El cariño por el equipo es lo que nos mantiene ilusionados, porque los resultados no”, justifica Lorena Dacosta, quien no pierde la esperanza en que la escuadra coruñesa reaccione.
“Todavía es muy pronto y aún hay posibilidades de mucha mejora, pero a ver poco a poco”, añade.
Su amiga Lupe Blanco, por su parte, relata que “ya era deportivista desde pequeña, pero había dejado un poco de lado el fútbol y ahora me han vuelto a recoger mis amigas. Vuelvo a vivir la afición y las ganas, sobre todo las ganas”.
“Dejé de ser socia del Depor cuando ascendió, así que a mí me va la marcha”, afirma mientras se ríe.
Al igual que Lorena, Lupe tampoco pierde la fe en el proyecto actual, pese a los resultados: “Vamos detrás de ellos a cualquier lado y aunque pierdan, siempre confiamos”.
Sillas plegables, neveras, bolsas de comida... ha hecho falta de todo para sobrellevar la larga espera antes de adquirir la entrada para Ponferrada.
Otro de los privilegiados que tiene su billete, tras tantas horas de cola, es Mario Dans, más veterano y que ya ha vivido de todo con el Deportivo. Lo bueno y lo malo.
“No soy ningún chaval, pero siempre he mantenido la esperanza. Cuando son tiempos de bonanza, como nos tiene sucedido, se disfruta mucho más, porque el sufrimiento ya quedó atrás”, afirma.
Él llegó a la taquilla “a las seis y cinco de la madrugada”.
“Es lo que tiene el sufrimiento del Depor, pero pese a todo, esto está empezando, así que vamos a confiar. Es mejor empezar mal ahora y acabar bien, que otros años hemos empezado mejor y mira lo que nos pasó”, comenta optimista.
“Vamos a darles tiempo. Es una plantilla prácticamente nueva, ha habido muchas bajas de gente que es titular, entonces vamos a confiar un poco en que esto se levante. No me voy a rasgar las vestiduras por siete partidos que llevamos”, dice.
Cerca de un millar de aficionados blanquiazules viajarán hasta Ponferrada, ya que la Federación de Peñas dispone de algo más de 300 localidades y fletará varios autobuses para arropar a los pupilos de Imanol Idiakez en El Toralín.