El papel de la mente es fundamental en el fútbol y aunque calidad con el esférico le sobra Nicolás Ladislao Fedor Flores, ‘Miku’ (Caracas, 1985) siempre subraya la importancia del aspecto mental como una de las claves del éxito.

Esta campaña vive un gran momento a nivel colectivo con el Deportivo, en el plano personal lleva nueve goles, es el pichichi del equipo y de la Primera RFEF y desgrana para dxt los motivos de este buen momento.

La última vez que hablamos, en mayo del año pasado, asegurabas que había sido una temporada decepcionante, cómo han cambiado las cosas, ¿no?
El fútbol dicen que suelen ser estados de ánimo, es una frase que lo refleja bastante bien y como todo en la vida, cuando las cosas van mal uno suele hacer más leña del árbol caído y cuando van bien uno se suele emocionar en exceso. Por eso pienso que hay que mantenerse con el mismo grado de convencimiento y convicción, tanto en las buenas como en las malas.

Comentabas tras recibir un galardón como mejor jugador de diciembre que desde fuera se veía al Depor los últimos años como un club convulso, con muchos cambios, poca paciencia y que eso al final se reflejaba en lo que pasaba en el campo. ¿Todo lo contrario y una de las claves de lo que está pasando este año?
Sí, ha habido varios factores, pero ha sido uno de los fundamentales, porque como en cualquier empresa cuando a ti te dejan trabajar con tranquilidad creo que el rendimiento es mejor. Obviamente nadie discute que los deportistas y los trabajadores del club estamos muy contentos con el entorno, con la ciudad, en eso no hay reproche, pero sí que cuando ejercíamos el trabajo que nos tocaba a cada uno en nuestra parcela ese exceso de presión o de cambios constantes y momentos convulsos hacían que el desempeño no fuese tan óptimo como todos queríamos. Desde que hay tranquilidad y las cosas se hacen dando margen a que el proceso natural ocurra creo que todos en todos lo estamentos del club estamos más tranquilos y haciéndolo mejor.

Este año llevamos 18 partidos, casi primera vuelta, y no está nada decidido 

Siempre pones en valor el aspecto mental, ¿hasta qué punto se minusvalora muchas veces en el fútbol?
La gente está muy equivocada porque lo desprecian y lo consideran un factor minoritario cuando realmente es el 80% de lo que somos. La mente es el músculo más poderoso del cuerpo humano y como tal hay que trabajarlo, entrenarlo... También hay que autoconocerse a uno mismo, autoexigirse y desde esa autoexigencia personal se puede hacer que lo traslades al colectivo. Al final todos estamos en edad sana, corremos, saltamos, entrenamos y tenemos condiciones para jugar al fútbol y luego ya hay otras cosas, como el que es más rápido o más fuerte, pero la mente es capaz de igualar ese tipo de cosas, por eso la mente es fundamental.

Y también está el saber pedir ayuda cuando uno está mal…
Sí, sí. El que va a un psicólogo no es un loco, la gente está confundida con eso. Piensan “si va al psicólogo es porque está chiflado”, pero no. El psicólogo es una persona que te ayuda a orientarte, que te abre el espectro visual y te ayuda a ver las cosas desde otro enfoque o si tú no eres capaz de sacar lo positivo de cada situación, o no eres capaz de ver en qué estás fallando el psicólogo está allí para eso y hay psicólogos deportivos orientados al deporte. Yo creo que todo eso es muy positivo y todo lo que sea sumar para que el rendimiento sea mejor es fundamental.

Este año parece que hay como una piña, todos orientados hacia el mismo objetivo, ¿pasó lo contrario el año pasado? Era un buen plantel... Era una plantilla de categoría, como todos decían y el presupuesto demostraba, superior. Había mundialistas, gente que jugó Copa América, gente que habíamos jugado partidos en Primera, internacionales… Había muy buenos jugadores, pero no creo que fuese que no estuviesen comprometidos o no entendiendo la categoría en la que estaban. Creo que el factor número uno diferencial fue el formato. Fíjate, este año 18 partidos, casi primera vuelta y no hay nada decidido.
El año pasado ya estábamos jugando partidos para ver si no bajábamos a la Segunda RFEF. Eso nos perjudicó porque el equipo, al bajar de categoría, tenía que interiorizar eso, tener ese proceso natural y si hubiese sido una liga larga estoy seguro de que habríamos estado arriba hasta el final y que hubiera sido satisfactorio. Son cosas que pasan en el fútbol, lo ves en el Barça, en el Atlético, que ahora no están tan bien como la gente dice o como sus jugadores deberían de estar, pero son normales los altibajos en la vida.

Somos un grupo muy sano, en el que nadie se cree más o menos que nadie 

Comentas que no hay nada decidido pero estamos en enero y se van a jugar hasta tres partidos muy seguidos, ¿puede ser determinantes cómo se salden estos compromisos para lo que venga?
Cuando jugamos partidos tan seguidos los puntos se van sumando muy rápido y parece que si conseguimos esto vamos a hacer aquello, pero el equipo no está centrado en eso. Más que nunca ese dicho del ‘partido a partido’, que hace años se puso de moda, creo que realmente se ajusta a nuestra realidad. A pesar de que juguemos tres partidos y nos pueda ir bien o mal no va a estar nada decidido a la primera semana de febrero y cometeríamos un error intentando querer correr antes de gatear. Lo primero es ganar el partido el domingo, ir a competir y hacerlo bien y luego cuando eso termine ya pensaremos en el miércoles y así ir haciéndolo sucesivamente.

Borja Jiménez os pide muchas cosas a los delanteros: presión a la salida de balón del rival, que aguantéis el esférico de espaldas y a parte estáis marcando muchos goles, ¿está siendo este año especialmente bueno para ti?
Sí, estoy muy contento. Las claves, al menos en mi caso a nivel personal, son dos: una es la pretemporada, llevaba casi cuatro años sin hacer una pretemporada en condiciones. Me refiero a nueve-diez semanas de entrenamiento, doble turno, dolor en las piernas (risas), cansancio, dejar de comer para bajar el peso que ganaste en verano... Y eso quieras o no como ha ido evolucionando el fútbol se nota y es fundamental. Antiguamente a lo mejor te podías permitir la licencia, no es mi caso, pero de si eras muy bueno a lo mejor con el físico justito podías jugar y sobresalir. Hoy en día no, ha cambiado mucho, y el aspecto físico es predominante y eso sumado a la lesión que tuve el año pasado, que fue por lo mismo... Obviamente la pretemporada es fundamental. Y la otra clave es sentirte parte de una ciudad, de una identidad, de un grupo de trabajo. Somos un grupo muy sano, en el que nadie es más que nadie, pero tampoco nadie es menos que nadie y creo que todos lo tenemos interiorizado. Todos sabemos que podemos aportar y ser importantes en algún momento de la temporada: el que corra, corriendo, el que meta goles, metiéndolos, el que las para, parándolas… Al final el fútbol es un deporte de conjunto y el que no lo entienda tiene que haber jugado al tenis (risas).

El fútbol ha cambiado mucho  y al delantero se le exigen más cosas 

Llevas nueve goles, eres el pichichi no solo del Deportivo, sino de la Primera RFEF, ¿te planteas un número de tantos como objetivo? ¿Superar los 15 de la campaña 2005-06 con el Salamanca?
Sería bonito, hice muchos goles (esa temporada con el Salamanca, entonces en Segunda B) y sobre todo el del ascenso en la final pero más allá de eso el objetivo global (subir)que todos tenemos es lo más importante. No debería de fijarme en las monedas que tengo delante sino en el gran bote, el bául de oro cae al final del camino. Todo lo que sea ayudar desde mi plataforma en el campo, que es hacer goles, lo haré, pero como decía Quiles se nos exige correr, defender... Muchas cosas en beneficio del equipo. Por ejemplo, antiguamente los centrales su función era robar y despejar y hoy en día tienen que robar e iniciar el juego de ataque jugando bien, entonces al final el fútbol ha cambiado mucho y al delantero ya se le exigen muchas más cosas. A veces el aficionado no lo ve, tampoco tiene por qué, porque no es profesional de esto, pero los entrenadores sí saben ver ese tipo de cosas y está muy claro que si no lo haces tampoco juegas (risas). Hay que remangarse, tirar para adelante y trabajar como el que más.

¿Y no te da rabia a veces que como no marcas y eres delantero parece que no has hecho nada durante el partido?
Eso lo valoramos los lunes, cuando hacemos el vídeo del análisis del partido, a veces uno se va a casa con la sensación… Y luego cuando te lo enseñan y te dicen “esta es tu estadística, tantos pases, recuperaciones, participaste en el gol, el gol vino porque hiciste una presión, el central se equivocó…” Al final dices “bueno, no jugué tan mal como pensaba” y siempre es bueno eso. Sentirse útil es lo más importante, porque esa armonía de traslada al vestuario y del vestuario va a la cancha.