El Deportivo ha dejado atrás su suave microclima de la pretemporada de Abegondo para caldear sus esfuerzos en los amistosos disputados en Ourense y Pontevedra, así como también en la minigira portuguesa de la presente semana.

El mercurio ha superado con creces los treinta grados centígrados en sus últimas apariciones, dejando daños colaterales como los desvanecimientos de un aficionado en O Couto o de un miembro del cuerpo técnico de Imanol Idiakez en Vila Nova de Famalicão.
 

Por fortuna, ambos casos quedaron en sendos sustos pero varios expertos en la preparación física advierten de que la actividad deportiva bajo calor intenso o extremo pueden poner en peligro la integridad de los deportistas.
 

Manuel Pombo, segundo entrenador del Deportivo con Fernando Vázquez y profesor universitario en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, pone de relieve las peculiaridades del ejercicio a elevadas temperaturas.
 

“Entrenar y competir a una temperatura alta tiene su parte buena y su parte mala; la problemática es que a partir de 28 o 29 grados la deshidratación es bastante elevada. Con menos líquido, menos electrolitos, aumenta el gasto cardíaco y el corazón late a mayor frecuencia. Además, la percepción del esfuerzo se hace más dura para el deportista. El gasto cardíaco es mayor y la percepción del esfuerzo es más dura, estos pueden ser los mayores inconvenientes”, precisa.

Manuel Pombo: “A partir de los  28 o 29 grados la deshidratación es bastante elevada
 

“Para enfriar la temperatura, nuestro cuerpo necesita gastar energía extra, por lo que el rendimiento evidentemente disminuye. El efecto termorregulador gasta energía”, agrega.
El especialista en la puesta a punto de deportistas de élite considera que, en determinadas circunstancias, las condiciones extremas pueden resultar incluso favorables.

Manuel Pombo: “Con calor el gasto cardíaco es mayor y la percepción del esfuerzo es más dura
 

“La parte buena del ejercicio físico a elevadas temperaturas es que el calor es un factor estresante para el organismo, con él se mejora la resistencia, el consumo de oxígeno. Es por ello que hay ciclistas que entrenan en saunas”, dice.
 

A pesar de estos casos excepcionales, el expreparador blanquiazul pone de manifiesto que existe riesgo para la salud a partir de determinados niveles de sofocación.
 

“Hablar de condiciones de entrenamiento o partidos en donde la temperatura es de 35 o 36 grados ya es bastante fuerte, peligroso incluso. Aunque la sensación térmica depende también de otros factores, como la humedad ambiental. No es lo mismo entrenar en un calor seco o hacerlo cerca del mar. Para la práctica del deporte la temperatura ideal oscila entre los 20 y los 30 grados”, precisa.
 

Uno de los consejos que Manuel Pombo brinda para paliar los efectos del calor es la hidratación constante, impidiendo que el futbolista sienta el desgaste antes de tiempo.
 

“Con calor se recomienda que los deportistas ingieran líquidos cada 20 o 25 minutos, lo vemos en el fútbol con las pausas de hidratación. El protocolo habitual es ese”, subraya.

Manuel Pombo: “Se recomienda que los jugadores ingieran líquido cada 20 o 25 minutos
 

El profesor de la UDC hace hincapié también en las medidas de auxilio a emprender en caso de que a cualquier jugador, técnico o aficionado pueda ser víctima de los rigores térmicos.
 

“Ante un golpe de calor en un futbolista lo primero que tenemos que hacer es retirarlo del sol e intentar enfriarlo como sea, con agua, toallas de hielo, una ducha en agua fría... Puede ocasionar problemas severos y, en circunstancias extremas, incluso puede ser mortal. En casos graves hay que avisar al 112 con urgencia”, expone.
 

Por último, este experto en la preparación física explica que los métodos han ido evolucionando para evitar las palizas físicas de las pretemporadas de otros tiempos.
 

“Las sudadas en pretemporada están perdiendo fuerza en la preparación deportiva para evitar no solo el calor sino más bien las lesiones. Un jugador que viene de 20 o 25 días parado es más proclive a los contratiempos físicos si las cargas de trabajo son elevadas o desmesuradas. Es por eso que los preparadores físicos cada vez tienden más a una regulación de esfuerzos más equilibrada que hace unos años. Gracias a los GPS actuales todo está mucho más medido, hay información detallada sobre el trabajo mecánico, por lo que es habitual no sobrecargar al futbolista para evitar lesiones”, concluyó Pombo.

Antes, durante y después

Manuel Miranda, expreparador físico del Polvorín lucense, precisa que el deportista debe adoptar determinados hábitos que ayudan a un rendimiento notable en condiciones adversas como el calor intenso o extremo.

“O deportista debe beber antes, durante e despois da actividade física, regulando sempre. É mellor beber máis veces e menos cantidade de líquido que ao revés”, indica.

Manuel Miranda: “O deportista debe beber menos cantidade e máis veces que ao revés
 

Así, cada individuo precisaría de una cantidad de agua suficiente, que no tiene por qué ser idéntica, para llevar a cabo determinadas tareas.
 

En cualquier caso, hoy en día los avances tecnológicos ofrecen datos y mucha información a tener en cuenta por los profesionales encargados de velar por la salud de los jugadores.
 

“Hoxe en día temos moitas axudas por parte da tecnoloxía para coidar da saúde dos futbolistas, o GPS axuda moito porque precisa os esforzos de cada xogador de xeito monitorizado”, añade.
 

Los responsables del bienestar físico de los futbolistas deben tener la capacidad de analizar las circunstancias específicas de cada sesión de entrenamiento para adaptarlas. “A partir dos 30 graos comeza a ser complicado e hai que pausar os adestramentos, hidratar moitas veces e buscar que o futbolista poida sentirse o máis cómodo posible. Lembremos que a sensación de esgotamento chega antes en condicións de elevadas temperaturas. Trátase de axustar as cargas de traballo sempre”, apostilló.

Ropa y alimentación

Desde hace tres temporadas Yelco Farpón se ocupa de la parcela física en el Paiosaco, un área fundamental para la posterior consecución de éxitos a nivel deportivo.
 

Preguntado acerca del entrenamiento en condiciones en las que el mercurio aprieta, Farpón apunta determinadas claves para atenuar sus efectos. “Creo que lo más importante para que el futbolista pueda sobrellevar estas situaciones es que beba mucha agua y que, en la medida de lo posible, se evite el contacto directo con el sol”, afirma.
 

Otro factor determinante para que el deportista no decaiga en su rendimiento puede ser la adecuación de su vestimenta. “Siempre recomiendo que la ropa de los jugadores sea de color claro en estas circunstancias para que no sufran todavía más calor”, dice.

Yelco Fapón: “La ropa de los jugadores debe ser de color claro y deben cuidar la alimentación
 

“Desde luego que influyen otro tipo de condicionantes como el respeto del descanso y del sueño; ambos ayudan mucho a que el deportistas pueda enfrentarse a esfuerzos mayores sin decaer. Ayuda a regular la homeostasis”, agrega.
 

Por último, la ingesta de determinados alimentos también contribuye a soportar mejor las altas temperaturas. “Sin duda son recomendables las frutas y las verduras; la fruta de temporada y que contenga mucha agua, como la sandía o el melón, es muy buena. En general, los alimentos que aporten mucha vitamina C también vienen bien para el calor”, apostilló.

Alta hospitalaria

El Deportivo informó a última hora de la mañana de ayer que el miembro del cuerpo técnico del club que sufrió el martes por la tarde una indisposición al terminar el amistoso ante el Famalicão “recibió el alta hospitalaria después de pasar la noche en observación”.

La entidad de la Plaza de Pontevedra también especificó que el empleado del club “viajará en las próximas horas a A Coruña para que continúe en reposo ya en su domicilio”.Un golpe de calor le jugó una mala pasada en Portugal pero todo quedó en un susto.