Es el delantero más en forma de España. Ni en Primera, Segunda o Primera Federación nadie mejora sus marcas. 10 goles en menos de 1.000 minutos disputados. Un gran momento el que vive Iván Martínez Gonzálvez, más conocido en el mundo del fútbol como Iván Barbero (Roquetas de Mar, 1998) que pese al buen contexto personal y del Deportivo demuestra tener los pies en el suelo y dos premisas: humildad y trabajo.
Muchos se sorprendieron de que no te apellidases Barbero…
Ya viene de familia, de la profesión mi bisabuelo y luego de mi abuelo, que se habían dedicado a la barbería y por eso en el pueblo se quedó con el apodo de Barbero. Mi padre llegó a ser futbolista, se quedó también con ese apodo y yo también me lo he quedado.
Nombre en honor a tu padre, pero qué posiciones tan antagónicas: él, portero, tú, delantero…¿siempre te gustó más marcar goles que pararlos?
Es cierto que a mí me decían “tú a la portería, como tu padre” y comentarios así y empecé de portero, pero me aburría mucho, no me gustaba. Soy una persona muy nerviosa y me gustaba correr y darle patadas al balón. De niño nunca esperas que vas a llegar a ser futbolista, pero siempre tienes esa ilusión y luego fui escalando posiciones hasta que llegué a la de delantero.
Llevas 10 goles y marcas uno cada 90 minutos de media, ¿estás en tu mejor momento?
Sí, creo que estoy en mi mejor momento, pero es cierto que después de la lesión no me quise exigir nada, porque sólo quería estar bien, ayudar al equipo en lo que pudiera y los minutos que me diera el míster aprovecharlos al máximo. Obviamente nunca piensas que puedas llegar a hacer en tan poco tiempo esos números, de hecho nunca los había hecho, pero tampoco sé dónde puede estar mi techo. Yo estoy disfrutando del día a día, trabajando duro con mis compañeros y yendo claro a por el objetivo.
Hablabas en una entrevista de cuán importante fue tu red de apoyo, tu familia, el psicólogo, ¿hasta qué punto te ayudó esa figura en el Depor?
Es una persona que es muy amable con nosotros, se preocupa mucho y creo que es una figura que está siendo bastante importante dentro del grupo. Cualquier problema que tenemos intentamos acudir a él. Yo personalmente tengo mucha confianza con él, me ha ayudado mucho a enfocar el día a día, los entrenamientos y a la hora de entrar en los partidos, para siempre hacerlo concentrado y con la mentalidad positiva.
¿Es una figura que por fin se está consolidando en el fútbol y que se echaba de menos?
Ya no sólo en el fútbol, en la vida para funcionar la mente es un factor muy importante. En el fútbol también, para rendir al cien por cien y estar donde estamos el aspecto mental es muy importante. Nosotros lo trabajamos y cuando alguien necesita un poco de terapia con él va allí. Yo suelo ir bastante y la verdad es que me viene bastante bien.
Os vais a enfrentar este sábado al único equipo que os ha ganado en este 2024, la Cultural Leonesa, precisamente tu primer partido desde la lesión, ¿cómo lo recuerdas?
Un poco con ese miedo, incertidumbre, de ver cómo podía responder la rodilla. Tampoco me dio mucho tiempo de tocar muchos balones, porque ellos estaban con un resultado favorable y buscaban perder tiempo y que el partido acabase lo antes posible. Pero sí recuerdo esa ovación cuando salí, de parte de la afición, que me dio muchísima energía para lo que estaba por llegar.
¿Y qué rival te esperas ahora? Entonces era segundo, con 37, a dos de la Ponferradina que era líder y ahora es un equipo que lucha por meterse en el playoff…
Creo que es un equipo que va a esperar a buscarnos en las contras, que creo que allí son fuertes, tienen buena transición y jugadores de calidad arriba. Pero más que nada nos centramos en nosotros y en trabajar en lo que podemos mejorar y donde podemos hacerle daño al rival.
Siempre habláis ya no del partido a partido, sino del día a día, pero quedan seis jornadas y …¿No es inevitable pensar, tal y como está ahora la clasificación, en el ascenso?
Sí, claro, pero la realidad es que si pierdes este partido y los otros ganan te recortan y estás de nuevo en la misma situación. Creo que tenemos que seguir en esa línea. Claro que queda poco, todos queremos que llegue el momento, pero creo que es cuando más hay que tener la cabeza fría, seguir entrenando y en la línea en la que estábamos, igual que cuando estábamos quintos, sextos o fuera de playoff… Esa mentalidad de querer mejorar, de seguir trabajando, porque no hay nada hecho. Muchas veces este club y este equipo ha tenido la sartén por el mango, de tenerlo cerca y nunca se ha conseguido y creo que ahora es el momento de tener la cabeza más fría que nunca, partido a partido y cuando toque, tocará celebrar, si Dios quiere.
Media Coruña dice que se teñirá de azul el pelo si se logra, ¿tú has hecho alguna promesa?
En un momento así de felicidad no sé que se me puede ocurrir, no he pensado nada. Si hiciéramos algo grupal me uniría sin problema, pero algo individual todavía no me he atrevido, como Hugo y Mella (risas).
No me he atrevido aún a hacer algo individual, como Hugo o Mella (por teñirse)
Y seguramente habrás pensando alguna vez ¿y si marco yo ese gol que da el ascenso?
Sería algo que me llevaría para toda la vida, es algo que creo que todo el mundo sueña, con marcar (ese gol). Pero tampoco le doy esa importancia. Creo que estoy ayudando bien al equipo con mi trabajo, con mis goles, no sólo el último gol. Todo el recorrido que llevamos es muy importante, todos hemos puesto granito de arena, tanto los que estamos ahora en el once como los que salen después y los que no tienen la oportunidad, que en el día a día trabajan como los que más, y estamos todos muy unidos. Y el que tenga que marcar el gol que lo marque, pero que lo marque de verdad (risas) y podamos conseguir ese ascenso.
Están casi en lugares opuestos de España, Almería y Coruña, el clima, la gastronomía, ¿hay mucha diferencia?
Es cierto que estuve viviendo en Pamplona seis años, el clima es más brusco que el de aquí. Aquí las temperaturas son más suaves. No es el clima tan caluroso como en Almería pero al estar cerca del mar se agradece y los inviernos son menos fríos que en Pamplona. Hay más lluvia, pero la calidad de vida es muy buena.
Le decía Lucas a Ximo que él se iba a terminar quedando aquí, en Coruña, ¿tú te ves echando raíces?
Por mis características como futbolista soy una persona que le gusta estar en un sitio y no ir cambiando de un lado a otro, pero el factor que más influirá será mi rendimiento. Depende de mí, de las oportunidades que tenga y de aprovecharlas al máximo y así todos iremos juntos de la mano.
La gente pide que el equipo se deje el alma y creo que lo estamos haciendo
¿No te da pena, ahora que estás tan bien, el haber sufrido esa lesión y que ese parón de meses haya cortado quién sabe si una progresión aún mayor de goles?
Ya, pero eso nunca se sabe. Uno piensa y dice, “bueno, podía haber marcado más” pero al final las cosas han sucedido así. Igual el lesionarme me ha hecho trabajar más la mente, ser más fuerte mentalmente y ahora ser el futbolista que soy, que creo que estoy en una versión más mejorada que el año pasado. Sólo disfruto del momento y del día a día y estoy con ganas de que llegue el fin de semana para seguir ganando.
Quedan seis finales, cuatro en Riazor, este fin de semana es el Día de las peñas, ¿os llena de responsabilidad ver a tanta afición detrás y el pensar que no les podéis fallar porque sea en casa o fuera siempre están ahí?
Cuando uno viene a jugar al Deportivo tiene que ser consciente de la responsabilidad que tiene eso, el escudo que lleva en el pecho y que tiene que salir a dar el cien por cien. Podrán salir más o menos las cosas, pero creo que la gente lo que pide es que el equipo se deje el alma. Creo que es lo que estamos haciendo, la gente está orgullosa de nuestro trabajo y de los resultados que se están dando. Todo va encaminado y claro que queremos que vaya siempre el máximo número de gente posible a Riazor a que disfruten, que vean que su equipo gane y encantados brindarles victorias.
Cuando juegas
en el Depor tienes que ser consciente del escudo que llevas
Sabías de esa exigencia y de ese ambiente de Riazor, ¿pero superó tus expectativas?
Sí, totalmente. Yo nunca había estado en Riazor. La primera vez que entré la verdad es que es un campo que impresiona mucho y luego la afición que tiene en los desplazamientos, que parece que jugamos en casa también… Es una masa social tremenda y es para disfrutarlo. Es un recuerdo que me llevaré para toda la vida, el haber podido jugar en este club, seguir estando aquí, ojalá que mucho tiempo, y conseguir el objetivo. Creo que es el sueño de este equipo, de toda una ciudad entera, que sufre por su equipo y esa ilusión que estamos despertando en la gente no tiene precio.